Clase política estatal sigue a merced de los delincuentes

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La violencia que se registra en la entidad también ha alcanzado a la clase política. Los homicidios dolosos se han convertido en el principal dolor de cabeza de las autoridades, sin embargo, no hay estrategia que pueda contener el accionar de las bandas que cometen estos ilícitos.

La pugna entre los grupos delincuenciales y otros delitos del fuero común, como el asalto o robo, han sido los móviles de las ejecuciones que han sacudido a Michoacán. El 2019 se convirtió en el año más violento de la historia moderna de la entidad, al contabilizarse mil 653 asesinatos.

El caso del diputado independiente Erik Juárez Blanquet se suma justamente a esa ola de asesinatos que, según conteos de La Voz de Michoacán, en lo que va de este año rebasa los 400. Sin embargo, no ha sido el único funcionario o exfuncionario que ha fallecido en manos de delincuentes.

El último diputado en funciones que fue ejecutado fue Osbaldo Esquivel Lucatero. Él representaba al distrito de Coalcomán, pero era originario de Buenavista, donde previamente fue presidente municipal. Él murió en 2013, justo cuando el movimiento de autodefensas en esa zona cobraba auge.

Al igual que Esquivel Lucatero, Juárez Blanquet ya había compartido que había amenazas en su contra. En ambos casos, la pugna territorial de las bandas delincuenciales hacía que creciera el riesgo de que sus vidas corrieran peligro. Al final, sus victimarios consumaron sus propósitos y los ejecutaron.

Previo a Esquivel Lucatero, el perredista Juan Figueroa Gómez también fue asesinado por un grupo armado que lo interceptó. Él apenas había dejado la representación en el Congreso del Estado por el distrito de Huetamo. En ese entonces, era parte de la Comisión de Seguridad Pública.

En agosto de 2019 fue asesinado también Mario Álvarez, dos veces presidente municipal de Aquila, y excandidato a diputado local por el distrito de Coalcomán. Él perdió frente a Esquivel Lucatero, y el gobierno de Fausto Vallejo lo encomendó a coordinar la Secretaría de Desarrollo Rural.

La tragedia persigue a funcionarios de Buenavista

Pero la tragedia ha perseguido a alcaldes y exalcaldes de Buenavista. En diciembre del año pasado, Lorenzo Barajas Heredia se convirtió en el quinto expresidente municipal de Buenavista asesinado. Él fue parte del movimiento de autodefensas, que surgió en la tenencia de Felipe Carrillo Puerto, “La Ruana”, en donde radicaba y tenía parte de su patrimonio.

Buenavista limita con los municipios de Tepalcatepec, Aguililla, Apatzingán, Tancítaro y Peribán, pero también con la frontera con Jalisco. Por la posición geográfica y el control territorial que han ido asumiendo grupos criminales, las autoridades ubican esta zona como punto de disputa.