Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Ante la falta de resultados en cuanto a inseguridad se refiere, se ha cuestionado la eficiencia de los esquemas de regionalización tanto estatales como federales. De acuerdo con la Fucidim, los esquemas estatal y federal chocan desde la misma concepción de la estrategia general. Son diferentes las discrepancias y problemáticas, pero quizá la más notoria es que mientras que el gobierno de Michoacán cuenta con 10 regiones de seguridad, cada una con un aproximado de entre 10 y 13 municipios, la Federación cuenta con 13 regiones de seguridad en las que se han distribuido a los elementos federales y de la Guardia Nacional, lo que genera ya de entrada una discordancia en los protocolos. En voz de Roberto Ramírez, presidente de la Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán (Fucidim), se deben tomar criterios en cuenta como las zonas metropolitanas, explícitamente el caso de Morelia, para la división de regiones pues un esquema distinto, ya de entrada significa una lectura diferente de la geografía michoacana y sus fenómenos delictivos. En días pasados, el diputado local Erik Juárez Blanquet fue asesinado a balazos en la capital michoacana, lo cual dejó constancia de la problemática de grupos delictivos en el estado y, en concreto, en Morelia, en donde los homicidios han incrementado de manera exponencial desde el año pasado. “En la participación de mesa se seguridad y justicia somos 40 organizaciones educativas, empresariales y sociales para coadyuvar en la temática. Tenemos tareas pendientes, nos abarca 22 municipios y hemos insistido en la redistribución de las zonas, que se creen que otras zonas y disminuir a Morelia, con 13 y podríamos tener más control de las regiones, porque no tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre”, explicó. En su visión, hace falta una nueva redistribución regional en donde, además, se maneje a Morelia como una zona metropolitana aparte y Uruapan se sume a otros municipios de la región. Especialistas han definido que la base de la problemática del crimen organizado, tanto en Michoacán como entidades enclavadas en esta región del país, se encuentra principalmente en los municipios, las demarcaciones, como primer nivel de contacto con la sociedad, donde las autoridades locales se encuentran expuestas a la presencia de grupos delincuenciales de alto poder. Si bien Michoacán no presenta el mismo grado de afectación que el estado de Guanajuato, destaca el despliegue importante de elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional en las diferentes regiones del estado. Respecto a la situación de seguridad y presencia de grupos delictivos, mandos militares aseguran que ninguna estructura ha sido rebasada por el fenómeno en mención pese a las diversas noticias de un incremento significativo en la violencia y en ataques a fuerzas del Estado. Se han reforzado sobre todo municipios limítrofes como en el caso de los límites con Jalisco. En este caso, los municipios de Zamora y Jacona, así como en la Tierra Caliente del Valle de Tepalcatepec, han sufrido incursiones de grupos de Jalisco. Asimismo, los límites con el Estado de México y con Guerrero han sido reforzados en donde, aseguran, no se han dejado al descuido otras demarcaciones. Pero es desde este año se ha puesto atención específica en los límites con el estado de Guanajuato. La presencia del Cartel de Santa Rosa de Lima y el robo de combustible en la región norte de Michoacán ha impactado.