Fallece Pepe Díaz, precursor de las salas de cine en México

En 1994 creó los Cinemas Lumiere y representante del sector exhibición en el Fidecine

Foto: Twitter

El Universal/La Voz de Michoacán
Hace más de cinco décadas la exhibición de películas en la Ciudad de México estaba dividida por zonas, para que si era preciso, una persona saliera corriendo con medio rollo de una película y ponerla en otro, para comenzar la función.

Mario Moreno "Cantinflas" podía tomar el telefóno y exigir que su más reciente filme fuera exhibido, forzosamente, en los viejos cines Variedades y Mariscala, ambos cercanos a la Alameda Central, de los más socorridos en la época.

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"¡Las cosas no eran fáciles!", dijo en alguna ocasión a EL UNIVERSAL Pepe Díaz, quien fuera Director de Exhibición Nacional de la extinta Compañía Operadora de Teatros (COTSA), la cual llegó a operar cerca de 500 salas.

A los 78 años, uno de los artífices del medio cinematográfico nacional, falleció hoy.

En 1994 creó los Cinemas Lumiere y en 2011 recuperó el viejo Cine Teresa, en la capital nacional, que finalmente por otras manos, se convirtió en centro comercial.

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Fue también integrante de la Compañía Películas Nacionales y representante del sector exhibición en el Fidecine, fideicomiso responsable de apoyar películas de corte comercial.

"Toda una vida dedicada al cine, a sus seres queridos y a sus amigos. Su carisma, alegría y bondad marcaron a generaciones de colegas que compartimos su pasión. Pilar de la industria, se le recordará siempre con cariño", escribió Fernando de Fuentes, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, a EL UNIVERSAL.

"Gran amigo de mi padre. Muy querido por todos", agregó el hijo del director de "Allá en el rancho grande" y "El compadre Mendoza".

En una entrevista con el Gran Diario de México, Diaz recordó las salas que llegaban a albergar 3 mil butacas y películas que podían durar semanas en cartelera.

"Recuerdo que teníamos  personas que iban de un lugar a otro, estaba por ejemplo el circuito de Polanco  donde teníamos cuatro o cinco cines; iban en su carrito entregando los rollos, a veces era que mientra en una estaba corriendo el segundo rollo de la película, en otro estaba llegando el primero para ponerla, ¡eran días emocionantes!", narró.