Redacción / La Voz de Michoacán EUA. Hace poco más de una década, mientras que autoridades estadounidenses hablaban de lo fuerte que era la economía de Estados Unidos y Wall Street crecía y crecía, una persona pudo prever la burbuja financiera del sector inmobiliario y apostar contra ese mercado para obtener millones de dólares una vez que explotó, mientras que millones de estadounidenses, bancos e hipotecarias iban a la bancarrota. Esto sucedió en 2008, cuando la crisis financiera afectó a todo el mundo. En medio de la crisis por el coronavirus, Michael Burry, analista financiero, rompió el silencio e insiste en que se tiene que reabrir la economía con precaución lo más rápido posible Después de lograr gloria y fortuna y estar desaparecido por un buen tiempo, el COVID-19 lo hizo reaparecer para una lanzar una cruzada en twitter y criticar las medidas de reclusión social ordenadas por gobiernos de todo el mundo y sus devastadores efectos económico. Si las pruebas COVID-19 fueran universales, la tasa de mortandad sería inferior al 0.2 por ciento; esto no es una justificación para políticas gubernamentales radicales que carecen de todos los matices, que destruyen las vidas, los empleos y los negocios del otro 99.8 por ciento". La política del COVID-19 no puede ser dictada por políticos con cédula de médicos que solo ven por sí mismo, demasiado martillo, clavos y poco sentido común; el presidente debe reflejar los intereses de la clase trabajadora y las pequeñas empresas; la economía no se puede colapsar un 30% para salvar el 0.2 por ciento, liberen a Estados Unidos, señaló Michael Burry . A través de las redes sociales, buscó voces coincidentes y retuiteó a Steve Hilton "no conviertena una crisis de salud pública en la peor catástrofe de EUA; salven a las pequeñas empresas, aplanen la curva no a la economía y háganlo antes de que sea demasiado tarde. "its most serious effect won't be the actual virus (which, if we ever calm down, will be seen to have been damaging but less than catastrophic) but our decision to trash our economies in order to flatten but lengthen its impact" - Matthew Parris @thetimeshttps://t.co/EwDe90HabF — steve hilton (@SteveHiltonx) April 11, 2020 "El coronavirus es un virus similar al resfriado común que no crea inmunidad duradera, los coronavirus son por lo tanto endémicos en humanos, quizás ese sea el futuro del COVID-19; debemos aprender a vivir con sensatez sin histeria colectiva. Volvió a retuiterar a Hilton, diciendo: pueden los idiotas de la televisión dejar de decir, todo lo que se te pide que hagas es quedarte en casa a costa de perder el negocio que tu familia construyó durante tres generaciones, el trabajo que mantiene un techo sobre tu cabeza, el ingreso que alimenta a tu familia, no es un pequeño sacrificio. Además, demandó racionalidad; la tasa de letalidad del COVID-19 en Alemania es de entre 0.4 y 0.6 por ciento, con las pruebas universales sería aún más baja, alto a la histeria colectiva, cancelemos la reacción exagerada del gobierno, necesitamos entender los hechos; no a la exageración, no a la histeria de los medios. Berry no suelta su argumento, los estadounidenses no debemos aceptar esto, las restricciones gubernamentales están causando más daños a las vidas de los estadounidenses que los que el COVID podría haber hecho por si solo. Expone más datos: es excesivo, pongamos las solicitudes de ayuda por desempleo en perspectiva, este no es causa del virus, es causa de la respuesta al virus y que está matando a la economía de EUA y del mundo con toda la tragedia humana que lo acompaña. Además de fustigar a los responsables de la estrategia sanitaria, va contra corriente a las recientes alabanzas a Bill Gates, otra persona que no sentirá dolor económico. ¿Qué debió hacer cada país? De acuerdo con Michael Burry, una vez detectado el virus en el territorio, cada país debió haber incrementado inmediatamente el número de pruebas rápidas en los grupos de riesgo (adultos mayores, personas con obesidad, diabetes, problemas cardiacos, etc. Foto: Pixabay. El enfoque que defiende Burry, busca aislar a los grupos de riesgo así como a los que ya están enfermos, ejecutar pruebas obligatorias generalizadas y que se identifique y rastreen los casos, según sea necesario, mientras se permite que el resto de la sociedad funcione.