Agencias/La Voz de MichoacánMéxico. Para ayudarnos a combatir el aburrimiento en plena cuarentena, varias estrellas de Hollywood están recurriendo a Instagram para compartir anécdotas de sus películas y sus carreras en la industria del cine. Por ejemplo, Dwayne Johnson llegó a confesar por primera vez lo que sintió al perder el papel de Jack Reacher contra Tom Cruise; y otro que se ha sumado a la idea es Matthew McConaughey. Y su primera historia fue, nada más y nada menos, que el origen de su ya icónico golpecito en el pecho en El lobo de Wall Street. Desde un rincón de su casa, el actor de 50 años compartió la anécdota a través de un vídeo, recordando aquel papel secundario que junto a Dallas Buyers Club catapultaron lo que pasó a la historia como el “McConaissance”. Un término que nació para definir el renacer artístico que vivió en 2013, lejos de las comedias románticas que lo habían encasillado, y que venía labrando el año anterior (2012) en el cine independiente con El chico del periódico, Mud y Magic Mike, que luego lo llevó hasta los Óscar con Dallas y Wall Street. Matthew cuenta a sus seguidores que ya había perdido 14 kilos para su papel de portador de VIH en Dallas Buyers Club cuando recibió la llamada de Martin Scorsese. Tenía un papel para él en su nueva biografía con Leonardo DiCaprio sobre Jordan Belfort, el corredor de bolsa declarado culpable de manipular el mercado de valores y lavado de dinero. Era el papel de Mark Hanna, el mentor en la vida real de Belfort. Matthew tenía pocas escenas, pero sin dudas la más inolvidable es aquella de 6 minutos en la que Leo y él comparten la mesa de un restaurante, dándole consejos más que cuestionables en el mundo de los negocios en su primer día en Wall Street, como la masturbación para relajarse y el consumo de cocaína para estar alerta y, al final, comparte con él una táctica golpeándose el pecho mientras tararea. McConaughey cuenta que la escena fue completamente improvisada, dado que en el guion solo tenía una frase. Revela que es algo que sucede a menudo en sus proyectos, que a raíz de una sola línea de diálogo deja que su imaginación vuele creando el personaje a su manera. Y en este caso, fue la frase: “El secreto de este negocio es la cocaína y prostitutas” y, según el actor, si el personaje era capaz de creer eso, entonces podía escribir toda una enciclopedia. “Comencé a hablar con todo tipo de corredores de bolsa de aquella era, escribí muchas cosas” cuenta, mientras añade que el día del rodaje, Scorsese no le dio ninguna dirección, sino que lo guiaba con sonidos musicales y gestos. “Me dio libertad e hice lo que vieron en la película”. Es así que el golpecito en el pecho tarareando al mismo tiempo no estaba en el guion. “Es algo que hago antes de cada escena en muchas películas, cambio el sonido, pero es una herramienta de relajación para mí porque me saca de mi mente porque, como actor, no quiero estar pensando, sino haciendo”. Cuenta que Leonardo DiCaprio lo vio haciendo su técnica antes de rodar la secuencia. Y después de filmarla cinco veces, cuando ya habían terminado y Scorsese y él estaban satisfechos, Leo sugirió que probaran una vez más incluyendo ese golpecito en la secuencia. “Rodamos, lo hice al inicio de la escena, continué con el discurso y no sabía si iba a volver a hacerlo, y al llegar al final, pensé que musicalmente sería genial porque había comenzado tarareando, le daba el rap sobre lo que es ser un corredor de bolsa y lo que no, y pensé si lo añado al final incluyéndolo a él sería como si él (Leo) lo hubiera entendido. Lo hicimos en una toma”, sentencia. Y así, aunque no ganó ningún Óscar, El lobo de Wall Street estuvo nominada a cinco estatuillas -incluida la de mejor película- mientras Matthew McConaughey se consagraba en la misma ceremonia con el primer Óscar de su carrera por Dallas Buyers Club, curiosamente en la misma categoría a mejor actor en la que también competía con su compañero Leonardo DiCaprio. https://www.youtube.com/watch?time_continue=311&v=gNW_IUhv1nY&feature=emb_logo