José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Régules, Michoacán. Respecto al año pasado, la pesca en el Lago de Chapala se incrementó de 150 y 200 kilos hasta 2 y 2.5 toneladas por día, dijo Martín Ayard, pescador y procesador de este municipio, quien señaló que quienes introducen el filete de mojarra y las carpas a los mercados de Guadalajara han solicitado descender el ritmo de pesca ya que de momento los mercados están saturados. Ante ello, dijo que es posible que los remanentes de esta pesca sin igual en la última década sean comercializados en los mercados locales, lo que además evitaría que se dispararan los precios ante el temor generado a partir del confinamiento obligatorio decretado esta semana por el gobierno michoacano como una acción para frenar más contagios de COVID-19 en la entidad. Explicó que esta sobreproducción ha beneficiado a pescadores y comercializadores toda vez que los peces son ya de tallas reglamentarias, lo que implica que con menos unidades de peces se pueden alcanzar los pesos deseados por los clientes al menudeo y los comercializadores. Hace apenas un año, dijo, la productividad se contabilizaba los 150 o 200 kilos por día que procesaba cada una de las fileteadoras de esta comunidad, contra los, mínimo, 2 mil kilos que se están procesando durante la actual temporada por día; sin embargo, en tanto no se dé la liberación de los mercados en la ciudad de Guadalajara solicitarán a los pescadores que les abastecen que suspendan labores al menos un par de días a la semana en lo que se realiza también la comercialización de los excedentes en los mercados locales. “Necesitamos para dos días a la semana porque en Guadalajara nos están diciendo que ahorita tienen mucho pescado entonces descansamos un rato y seguimos, pero por el momento hay pescado para la gente de aquí y ya nos comprometimos a no subir los precios esta temporada”, señaló. De acuerdo con Adriana Sandoval Moreno y Adriana Hernández García, de la Unidad Académica de Estudios Regionales de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, sede Jiquilpan, en el trabajo “Pesca, políticas públicas y condiciones socioeconómicas de los pescadores artesanales del Lago de Chapala”, son 32 las comunidades distribuidas en nueve municipios de los estados de Jalisco y Michoacán que se sostienen con la pesca como principal actividad económica y la totalidad de ellas se encuentra en el rango de medio y alto grado de marginación. “La integración de grupos de pescadores en asociaciones es amplia en cuanto al número, pero muy limitada en cuanto a la acción colectiva de éstos para objetivos comunes. En este trabajo de investigación se contabilizaron aproximadamente dos mil 500 pescadores en toda la ribera del lago, y se identificaron 50 organizaciones de pescadores constituidas legalmente ya sea como uniones, cooperativas y sociedades. Cada organización está integrada de 8 a 110 pescadores adultos, entre 35 y 65 años de edad. Se presume que hay otro número similar de pescadores libres, los cuales no cuentan con permisos de pesca, sino que incursionan en el lago para autoconsumo y en ocasiones también para comercializar, por lo están están fuera del marco legal. Administrativamente, las organizaciones tienen una pertenencia a su localidad, municipio y estado. Todos se identifican a sí mismos como pescadores del Lago de Chapala, pero se diferencian como pescadores de Jalisco o de Michoacán, además de la pertenencia a su comunidad. En el lago no sólo hay organizaciones de pescadores, sino también acuícolas, las cuales están siendo impulsadas fuertemente por la política pública”. En ese sentido, las investigadoras concluyen que “la política pública hacia el sector pesquero, al menos para las organizaciones de pescadores en el lago de Chapala, no ha sido efectiva en el ordenamiento pesquero de las especies comerciales”.