Las confesiones de Ronaldo: las fiestas, las convulsiones, pañales para entrenarse y un pedido de echar a Héctor Cúper

Son las historias de sus fiestas, convulsiones y cuando se entrenó con un pañal, entre otras situaciones que ha confesado.

Foto: Internet

Agencias/La Voz de Michoacán
México. El brasileño Ronaldo ha sido uno de los grandes goleadores de la historia del fútbol, pero el diario español Marca dejó de lado por un momento su leyenda en la cancha y elaboró una recopilación de sus declaraciones y excesos a lo largo de su vida de jugador.

Y la lista es extensa, con la huella en la noche como en cada pisada o grito de gol con la camiseta de la selección o de los grandes clubes por los que pasó, entre ellos, Real Madrid y Barcelona, en España; Inter y Milan, en Italia, y Corinthians, de su país, en el que concluyó su carrera en 2011.

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Son las historias de sus fiestas, convulsiones y cuando se entrenó con un pañal, entre otras situaciones que ha confesado.

En la lista de frases célebres, incluso, Ronaldo hace una comparación entre el entrenador argentino Héctor Cúper y el italiano Fabio Capello. "De Real Madrid salí contra mi voluntad, porque comencé a tener muchos problemas con el entrenador, Fabio Capello. Si estaba 100 gramos por encima de mi peso, me sacaba del equipo.

Creo que me condicionaba como rehén suyo; si jugaba mal era por tener sobrepeso.

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Nuestra relación fue desgastándose, hasta que hubo una ruptura, y en el momento, cuando el entrenador estaba más fuerte, el club tenía que escoger.

Cúper ha sido peor, pues Capello al menos tiene una historia a sus espaldas. Pero Cúper, ¿qué ha ganado? Fue la única vez que hablé con Moratti y le dije «presidente, no puedo seguir con este entrenador. Lo echas o me voy yo». Eligió a Cúper antes que a mí".

Lesiones y sobrepeso

"Sufrí dos lesiones gravísimas que me quitaron tres años de carrera, que me dejaron secuelas... y me hicieron anticipar el final de mi carrera.

Fue un auténtico calvario. Una época muy dura. Mi familia, los fisios y los médicos me animaron a perseverar, y valió la pena. Además, fui padre por primera vez en aquellos días y esto supuso para mí un estímulo importantísimo.

Jamás se me pasó por la cabeza que pudiera ser el final de mi carrera futbolística. Nunca albergué duda alguna sobre mi regreso. Y nunca dudé ni un segundo de que el largo suplicio, la rehabilitación y el dolor valdrían la pena"."

En 1999, en la Copa América, llegaba de vacaciones, estaba por encima del peso, y Luxemburgo me dio un medicamento para adelgazar.

Cada 10 minutos estaba en el cuarto de baño, ¿cómo iba a ir al entrenamiento? Me entrenaba con un pañal, o algo parecido, una protección. Estaba haciendo un sacrificio para gustarle al jefe".

Las fiestas que armaba

"Mis fiestas eran muy buenas; algunos se acuerdan más de ellas que de mis goles. La gente se las imagina, está bien la imaginación. Pero no tienen ni idea de lo buenas que eran. Florentino [Pérez, entonces y actual presidente de Real Madrid] me echaba muchas broncas.

La mejor anécdota fue un día que me llamó y me preguntó por qué no me quedaba en casa, como Figo... Yo le dije «presi, si tuviera la mujer que tiene Figo lo haría»"."Arrigo Sacchi me reprendió una vez y me multó.

Y a la segunda se me acercó y le dije «la multa o la charla»"."Mi prioridad siempre fue el fútbol, así que no me arrepiento de eso. Los futbolistas son jóvenes... Ellos quieren salir, quieren conocer chicas. Cosas normales para los jóvenes, especialmente cuando tienes dinero".

Las finales de Francia 1998 y Corea/Japón 2002

"Decidí descansar un poco después del almuerzo y lo último que recuerdo es que iba a acostarme.

Me fui a la cama, después tuve una convulsión y, cuando me desperté, estaba rodeado por otros jugadores y el doctor Lidio Toledo. Los exámenes médicos no mostraban nada anormal.

Nos fuimos al estadio, me acerqué a [el director técnico Mario] Zagallo y le dije «me encuentro bien, no tengo nada. Yo quiero jugar». No le quedó más remedio que aceptar mi decisión".

"Posiblemente afecté a todo el equipo ese día, porque esa convulsión era de las que dan miedo, no es algo que se vea todos los días. Pero yo tenía un compromiso con mi país y no quise defraudar.

Tenía mi orgullo y sentí que podía jugar"."La final de 2002 fue a la misma hora que la de París. Después del almuerzo, todos se fueron a dormir y yo pensé «¡no quiero dormir!». Encontré a Dida y le dije que se quedara conmigo. No dormí ese día, temiendo que volviera a suceder"."Hay movilizaciones para muchas cosas. Si eres negro, si eres gay... No recuerdo que nadie me defendiera cuando me llamaban «gordo»".

Los Galácticos

"En la época de Los Galácticos jugué con [Zinédine] Zidane, un hombre al que admiro, que es el mejor que jugó conmigo y al que vi entrenar. Es el tipo que más me llenó los ojos. El privilegio de estar con él fue fantástico"."Había muchísima expectativa por Los Galácticos y al final dimos muchísimo espectáculo. Fue una generación ganadora, que ha cambiado la manera de hacer los negocios en el fútbol".

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