Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán Berlín, Alemania. Paola tomó un respiro para poder hacer esa videollamada. Había vivido los mejores días al lado de un joven alemán y era momento de decirles lo que había decidido. Tocó la pantalla y su nerviosismo viajó casi 10 mil kilómetros hasta llegar al dispositivo de sus padres: “mamá, papá, Pierre y yo queremos casarnos”. Era 2019, habían pasado dos años desde que se despidió de la colorida ciudad de Morelia, Michoacán, y cargada de sueños revoloteando su mente pisó tierras alemanas. Había dejado el tesoro más grande que dicen, tenemos los mexicanos: la familia. Como toda estudiante en el extranjero, comenzó a picar piedra y a estudiar intensamente el idioma, “el inglés te salva, pero si quieres adentrarte a cualquier cultura debes hablar su idioma”, cuenta Paola. Sin embargo, mientras pulía su lengua, ella se expresaba con algo que desconcertaba a los alemanes a su paso: su sonrisa. “Sonreía todo el tiempo y eso no es tan normal aquí, son cálidos pero reservados, siempre respetando la individualidad del otro, pero yo, por nuestra cultura, sonreía como lo hacemos siempre los mexicanos y fue ese impulso el que me hizo conocer a Pierre”, relata. Para Paola, 2019 resultó el período durante el cual su vida cambiaría de una manera insospechada. Mientras extrañaba las tardes con sus hermanos y las cenas en familia, se enamoraba día a día del joven alemán de más de uno 1.90 de estatura, quien le hablaba a ratos en inglés y a otros en su lengua natal, “cuando me hablaba en alemán, lo hacía de una manera muy marcada para que yo lo entendiera”, pero explica que nunca el idioma nunca fue impedimento, incluso cuando meses después, la canciller Ángela Merkel anunciaba por primera vez el alcance del coronavirus, que llegó a ese país un mes antes que a México y dos meses antes que a Michoacán, donde viven sus papás. Mayo de 2020 se pinta completamente distinto al que Paola y Pierre vivieron en 2019, cuando justo para el 10 de Mayo, Día de la Madre en México, ambos viajaron a Morelia para sorprender a la señora Maricarmen y que él pidiera formalmente la mano de su hija. Fueron semanas donde abundaron los abrazos, la cercanía, los rostros mostrando emociones y las lágrimas. Pierre llevó cervezas artesanales de su país con las que brindaron y celebraron a los futuros esposos. La boda, que sería en Alemania y a la que viajaría toda la familia de Paola, se planeaba para abril del siguiente año; nadie imaginaba que una larga sacudida mundial cambiaría todos los planes. Hasta 70% de Alemania se contagiará: Merkel Una nueva especie de coronavirus comenzó a transmitirse de persona a persona en China, desde finales de noviembre de 2019. Sin que se conozca aún la causa exacta de cómo se originó, los contagios comenzaron a escalar en ese país durante diciembre y las primeras muertes "a causa de una neumonía atípica", se hicieron presentes y confirmadas por la Organización Mundial de la Salud. No fue hasta inicios de enero de este año, que las autoridades de salud de distintas naciones del mundo comenzaron a informar sobre el virus a sus ciudadanos; aún se consideraba un problema al interior de China con posible importación a otros países. La última semana del mes, Estados Unidos, Corea del Sur, España, Italia, Canadá, Rusia, Francia, Singapur y Alemania anunciaron sus primeros contagios. Hasta este punto los planes de boda continuaban: la ceremonia, el vestido, los aperitivos, los arreglos y… lo más importante para Paola, que sus dos hermanos y sus papás adquirieran los vuelos para poder estar presentes en uno de los días más importantes de su vida. Febrero transcurrió sin que se contemplaran restricciones, ni medidas por la epidemia fuera de China. Los países nombrados apenas sumaban poquísimos casos al término de ese mes, no llegaban a 20, a excepción de Singapur que registraba 102; ninguno con muertes. Sin embargo, China ya era azotada por el virus y los contagios eran incontrolables: 79 mil 251 y 2 mil 835 muertes, de acuerdo con los datos oficiales presentados por la Universidad de Hopkins. Nadie pensaba en cancelar eventos. Paola confiesa que no creyó que su boda, ni todo lo que vivió para realizarla, se vería afectada. Pero la inquietud aumentó cuando el 27 de febrero, el gobierno de México anunció que el virus ya nombrado como COVID-19 había llegado también al país, donde sus papás se encontraban. Marzo llegó con otro rostro. Los países fuera de China comenzaron a cerrar fronteras, restringir algunos vuelos, suspender clases, cancelar eventos deportivos y a tomar medidas de salud como el distanciamiento social y el aislamiento. En el caso de Alemania, fue hasta el 11 de marzo, cuando ya había 451 casos en el país, que la ministra Ángela Merkel hizo su primera aparición para hablar específicamente de la, aún, epidemia. “Hay que entender que el virus está ahí. La población no tiene inmunidad a él, no hay posibilidades de vacunación o tratamiento. Un alto porcentaje, según los expertos, entre el 60 y 70% de la población alemana resultará infectada mientras esta condición permanezca”, aseguró. Paola cuenta que en Internet y en noticieros, los alemanes se enteraban de lo que pasaba en España e Italia, las naciones más afectadas en Europa, y que tuvieron la sensación de que Merkel tardó en informar al país. Sin embargo, dice que la ministra fue clara y que llamó a su población a guardar distanciamiento. “En las calles sí se notó una disminución de personas y de tráfico luego de la primera vez que Merkel habló, pero bares, restaurantes y otros lugares seguían abiertos y los contagios iban creciendo, fue entonces que Merkel hizo su segunda aparición pública, una semana después, y anunció que las medidas serían más estrictas”. “Aquí la gente sí entró en mucho pánico, surgieron los hamsterkauf (quienes hacen compras excesivas) y en los supermercados se acabaron los paquetes de papel higiénico, productos de limpieza y agua, principalmente”, relata Paola. Fue entonces, a mediados de marzo, que reconoció que su sueño, no sería exactamente como lo había imaginado. Mi boda en línea, “benditas redes sociales” La señora Maricarmen, el señor Luis, los hermanos Ángel y Luis, ya tenían sus boletos de avión. Abordarían el 1 de abril y se quedarían hasta después de la boda, la cual se realizaría el 17. Planearon todo, la protección de su casa, quien cuidaría a sus mascotas, vacaciones en el trabajo, el itinerario de viaje… todo. Pero COVID-19 para finales de marzo ya se había extendido hasta hacerse pandemia. Los fallecidos en Alemania ya sumaban 645 casos y los contagiados superaban los 66 mil; Mexico registraba 1,094 casos y 28 fallecidos, de acuerdo con las fuentes oficiales. Las aerolíneas cancelaban vuelos y los contagios se contaban por miles cada día en todo el mundo. Pero la decisión que tomó Paola, no fue porque la haya dictado un gobierno o una aerolínea, la tomó ella por amor a sus padres. “No los iba a poner en riesgo. Soñé con todas mis fuerzas que mi papá me entregara con el juez, idealice el momento, mi vestido, todo. Lloré mucho”. “El 1 de abril aún podía haber forma de que viajaran, pero pensar que podían quedar varados en alguna escala, que no pudieran regresar a Mexico, o peor, que se contagiaran, me aterraba, lo más importante era que estuvieran a salvo”. Cuenta que a Pierre, por su carácter alemán, le costó mucho entender porqué lloraba, “yo sabía que eran berrinches mexicanos, pero me caló mucho la situación y él se frustraba porque no entendía porque yo me ponía así”. Una vez que la pareja asimila los hechos, decidieron que la boda se llevaría a cabo pero a puerta cerrada, únicamente estaría el juez, un traductor y ellos, físicamente, pero los beneficios de la era digital permitirían que a través de videollamadas, las familias de ambos pudieran estar presentes. La boda se llevó a cabo el 17 de abril a las 12:30 de la tarde, hora de Alemania y 5:30 de la mañana, hora de México; su familia apenas durmió pues tenían que arreglarse como si hubieran asistido. Se pusieron sus trajes y vestido y con un clic, sus ojos vieron lo que pasaba a miles de kilómetros con Paola. Los papás pudieron observar a su hija de la mano de su ahora esposo, la escucharon decir que aceptaba ser esposa de Pierre y la vieron firmar su compromiso. Las lágrimas corrieron como lo hubieran hecho de haber viajado. “De verdad que pude sentirlos, sentí que me acompañaron, que estaban ahí a mi lado. La tecnología tiene un lado muy bueno, y a mí me permitió estar con mi familia en el día más importante de mi vida”, dice Paola con voz entrecortada. Imagen 1, familia de Paola; imagen 2, familia de Pierre; imagen 3 y 4, familiares. Afortunadamente los recién casados y sus familias están sanas y en espera de que la contingencia pase. Sus próximos planes es que puedan venir a Morelia y realizar la boda religiosa con las costumbres mexicanas y ahora sí todos presentes, “quiero bailar con mi papá y mis hermanos y que Pierre baile con mi mamá (aunque le cueste, ríe), que lo avienten al techo y se haga la víbora de la mar para que su familia conozca las tradiciones de mi país”. Alemania, un ejemplo mundial por el control de la pandemia Alemania es uno de los pocos países que pueden presumir de un buen manejo de la contingencia, pese a que la cantidad de casos acumulados es similar a la de Italia y España, su taza de mortalidad es muy baja, 4.1 por ciento, mientras que en los otros dos es de 13 y 11 por ciento respectivamente, según los datos oficiales aportados por cada país. Entre las causas de su buen manejo, está la respuesta de la sociedad y el apoyo del gobierno. Medios locales y el testimonio de Paola, muestran que los alemanes sí se refugiaron en sus hogares cuando el gobierno se lo pidió; pero además la situación laboral y económica permitió que un gran porcentaje pudiera trabajar desde casa sin problema. La disminución de contagios diarios y la baja taza de mortalidad ha permito al gobierno alemán plantear la desescalada de medidas. La canciller Angela Merkel ha anunciado una serie de medidas que, de acuerdo con su situación sanitaria, podrán tomar los estados federales de Alemania forma inmimente, como por ejemplo la apertura de parques infantiles, iglesias o museos. Sin embago, ha advertido que la población tendrá que mantener estrictamente el distanciamiento social para contener la propagación del coronavirus y ha dicho que los acontecimientos masivos seguirán prohibidos al menos hasta el 31 de agosto. "Es mucho lo que hemos logrado en las últimas semanas, pero hay que analizar cuidadosamente la situación antes de adoptar cualquier medida para evitar retrocesos", ha advertido Merkel. La mandataria ha dicho que el próximo 6 de mayo volverán a reunirse para estudiar un calendario de normalización de la vida escolar y la reanudación de partidos deportivos a puerta cerrada y recordó que hace apenas una semana se acordó ya la apertura de comercios de dimensiones reducidas o medias. México. Hasta el viernes 1 de mayo, México suma 20 mil 739 casos acumulados de contagio y mil 972 muertes. COVID-19 llegó un mes después que a Alemania (27 de febrero), un mes después, el 28 de marzo, Hugo López-Gatell, subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, llamó de manera especial a los mexicanos a quedarse en casa y advirtió que la medida es impostergable: “esta es nuestra última oportunidad de hacerlo y esto requiere que de manera masiva nos restringamos y nos quedemos en casa, quédate en casa, quédate en casa, quédate en casa, porque es la única manera de reducir la transmisión de este virus”. México tomó medidas tempranas como la suspención de clases y cancelación de eventos masivos y tuvo una fuerte campaña para que los ciudadanos no salieran de sus casas más que para actividades esenciales. López-Gatell detalló que de acuerdo con las proyecciones matemáticas, el 6 de mayo, es decir la próxima semana, la pandemia del COVID-19 alcanzaría su pico máximo de transmisión. Una vez que pase esa fecha, indicó el funcionario de la Secretaría de Salud, comenzará un descenso de los contagios, pero solo si se cumple la indicación de quedarse en casa, así como la recomendación de sana distancia. El momento cumbre de la epidemia será entre el 8 y 10 de mayo, nos falta una semana para llegar a ese momento cumbre y que descienda sólo si nos mantenemos en casa. Si empezamos a salir de casa esta predicción no se va a cumplir; quédate en casa en la medida fundamental”, enfatizó.