AIMX/La Voz de MichoacánMonterrey, NL.A 34 años del cierre de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, los regiomontanos aún guardan en su memoria al ícono que dio vida a esta capital industrial de México por casi un siglo. La visión en el tiempo de ex trabajadores y académicos, fue presentada durante la realización del Seminario Virtual Patrimonio Industrial y Desindustrialización. La Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. fue una importante empresa siderúrgica, que detonó el desarrollo industrial de Monterrey. Foto:Cortesía Fundada en 1890, la empresa se dedicó a la elaboración de artículos de fierro y acero, como rieles, alambrón, varilla corrugada, estructuras y rueda de ferrocarril, hasta su cierre en 1986. La maestra Patricia Vázquez Rodríguez, ex alumna y ex profesora de las Escuelas Adolfo Prieto, ubicada dentro de la longeva acerera, comentó que “se enseñaban valores, las maestras eran muy estrictas, con una disciplina militar, pero formativa “. Foto:Cortesía “No podías gritar ni correr, nosotros hacíamos el aseo “, relató. “De estas escuelas, surgieron niños que ahora son abogados, maestros, ingenieros, doctores y escritores, hombres y mujeres exitosos y de bien”, expresó orgullosa la maestra con 45 años como docente. “Como maestros de estas escuelas constantemente recibíamos cursos de actualización, íbamos a la vanguardia “, subrayó. Platicó que “se nos dotaba de los materiales educativos que requeríamos, nunca faltaba nada, para realizar lo mejor posible nuestra labor”. Por su parte, Esteban Ovalle Carreón narró que desde muy joven entró a trabajar en la Fundidora. “Éramos muchos de familia y había que trabajar para ayudar a mi padre con los gastos, no se nos pagaba mucho “, dijo. Foto:Cortesía/Fundidora en la actualidad Manifestó que “los que ganaban bien eran los que ya tenían muchos años trabajando en la empresa y que tenían puestos altos “. “ Como trabajador recorrí todos los departamentos de la empresa “, añadió. “Trabajé en fundición, en la sección bronce, aprendí a vaciar acero y fierro, también en fuerza motriz, donde se reparaban gigantescos motores y en carpintería”. El cierre de Fundidora, recordó, “fue muy triste para todos nosotros, hubo personas que incluso se suicidaron y otros emigraron a otros estados en busca de trabajo”. Dicho seminario fue organizado por el Colegio de la Frontera Norte, en colaboración con una serie de instituciones, entre ellas el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (Conarte). Este evento se llevo a cabo para reflexionar sobre la importancia de la memoria histórica y generar conocimiento científico sobre los fenómenos históricos, sociales regionales.