Niños virtuosos, adultos ilustres; conoce la historia de estos personajes e inspírate en ellos

Diego Rivera, Sor Juana Inés de la Cruz, Mozart y Picasso tienen algo en común. Además de su grandeza todos ellos sorprendieron con su talento a una muy corta edad.

Imagen: La Voz de Michoacán.

Julio César Ceniceros / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Se sabe que a los 4 años Wolfgang Amadeus Mozart ya tocaba a la perfección sonatas en violín y piano, que Picasso producía piezas muy complejas a los 14 y que Sor Juana Inés compuso sus primeras loas a la edad de 6 años.

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Son claros ejemplos de un niño prodigio: una persona en edad temprana, generalmente menor de 12 años, que domina un arte o ciencia.

La lista de niños prodigio en la historia del arte es larga: Beethoven, Paganini, Lizt, Rubinstein, por mencionar algunos.

Aunque pareciera que esta virtud sólo se hacía presente en la antigüedad, la realidad es que, en todas las generaciones de todos los años de la humanidad han surgido niños prodigio: la mala noticia es que apenas 1 de cada 100 niños prodigio sobresale y se convierte en genio de su área.

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Ahora mismo hay miles, cada uno con habilidades distintas, pero con un denominador común: una mente privilegiada.

Los niños prodigio practican hasta 8 horas diarias y no todo en su vida resulta tan maravilloso como los demás creen, pues son incomprendidos y deben manejar, a temprana edad, también con grades dosis de angustia y estrés.

Pequeños con gran memoria

Los expertos coinciden en señalar a la memoria como el más grande enemigo-amigo de los niños virtuosos, ya que ellos recuerdan absolutamente todo, lo bueno y lo malo sin excepción. En el caso de los niños músicos, por ejemplo, una melodía  molesta la pueden estar repitiendo en su cabeza por horas sin poder “apagarla”, pero también son capaces de tocar de memoria largas partituras.

Según los expertos, los niños prodigo por lo regular no pueden hacer una transición sana a la edad adulta y manejan un alto nivel de estrés. Además, para sus semejantes son una especie de pedantes bichos raros.

Estos niños sorprenden por estar totalmente formados en lo que parece ser una actividad solamente de adultos. Es un misterio porque el arte requiere ciertas habilidades físicas y emocionales que solo se adquieren con el paso de los años.  Por ejemplo: es raro que los niños prodigio toquen instrumentos de viento o metal porque aún no están completamente desarrollados desde el punto de vista físico. Pueden manejar el movimiento de los dedos, pero no pueden resollar o soplar con mucha presión.

Sin embargo, sorprendentemente sucede a menudo que componen y ejecutan música con habilidades y características emocionales propias de un adulto.

Hoy en día basta echar un vistazo al internet para encontrar  muchos genios: Virtuosos del piano, cirujanos, matemáticos, y múltiples habilidades.

Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695)

Sus historiadores nos indican que ella aprendió a leer a los 3 años de edad y a los 6 compuso su primera Loa al Santísimo Sacramento. Dos años después, a los 8 de edad,  llegó a la Ciudad de México a casa de su tía María, donde aprendió “labores femeninas” y recibió sus primeras lecciones de gramática latina con el bachiller Martín Olivas, aprendió latín en 20 lecciones.

Cuando tenía 14 años ingresó a la Corte Virreinal y día con día su poesía se hizo más ingeniosa, elocuente y expresiva hasta convertirse en la más importante exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así como la prosa. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de “el Fénix de América”, “La Décima Musa” o “la Décima Musa mexicana”.

Diego Rivera (1886-1957)

Su nombre completito es Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez y desde los 10 años comenzó a tomar clases nocturnas en la Academia de San Carlos de la capital mexicana en contra de los deseos de su padre de ingresar al Colegio Militar.

Foto: INBA.

Por su talento artístico dos años después montó su primera exposición individual y el gobierno de Veracruz le otorgó una beca con la que viajó a España. Llevó una intensa vida política y cultural que lo convertiría en uno de los muralistas más reconocidos en el ámbito mundial.

Hasta mediados de 1916, alternó su residencia entre México, Ecuador, Bolivia, Argentina, España y Francia, manteniendo contacto con los más grandes artistas del mundo.

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)

A la edad de 4 años, leía con facilidad notas musicales y era capaz de interpretar minuetos en el clavicordio. A los cinco, ya había compuesto su primer minueto, e hizo una presentación en la Universidad de Salzburgo con su piano. Al año siguiente, interpretó en la corte imperial de Viena. Su precoz genio continúo con su primera sinfonía a los ocho, y la ópera a la edad de 12.

Fue hijo de un modesto compositor y violinista de la corte del príncipe arzobispo de Salzburgo. 

Es de los mayores genios musicales de todos los tiempos, Mozart compuso una obra poderosa que abarcó géneros tan distintos como la ópera bufa, la música sacra y las sinfonías. 

Pablo Ruiz Picasso  (1881-1973)

Desarrolló sus habilidades desde pequeño hasta convertirse en co-fundador del movimiento artístico cubista, y el más reconocido pintor español del siglo XX.

Pablo Picasso nació en Málaga, España, en el año de 1881. 

Sus biógrafos dicen que elaboraba piezas complejas a la edad de 15 años, con el apoyo de su padre, quien también era artista.

Su primer obra importante fue  “La Primera Comunión”, que se exhibió en Barcelona, durante el invierno de 1895. Al año siguiente, su pintura “Ciencia y Caridad” ganó una medalla de oro en Málaga y recibió mención de honor en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid.

William James Sidis (1898-1944) 

Él es considerado el hombre más inteligente de toda la historia.

Tuvo un cociente intelectual estimado de 250-300, mientras que la persona promedio tiene de 90-120. Después de los dos años, había aprendido a leer, y a los ocho años de edad, llegó a hablar hasta ocho idiomas de manera fluida.

Su carrera académica no fue menos impresionante: hizo la primaria en unas pocos semanas, escribió varios libros siendo aún niño, estudió en el Massachussetts Institute of Tecnology, y a los 11 años, ya acudía a la prestigiosa Universidad de Harvard. A los 16 años se graduó como doctor en medicina.

Shankuntala Devi (1929-2013)

Conocida como “la computadora humana” por su capacidad para los cálculos mentales, nació en 1939 en Bangalore, India, Shakuntala Devi.  Comenzó su relación con los números a través de trucos de cartas que jugaba con su padre a la edad de tres años. 

Demostró sus habilidades matemáticas en diferentes presentaciones en universidades alrededor del mundo, a los 6 años. Su mayor hazaña la logró el 18 de junio de 1980, cuando logró multiplicar 7,686,369,774,870 por 2,465,099,745,779 sin necesidad de una calculadora, papel o lápiz. Lo hizo todo en su mente y en tan sólo 28 segundos.

Entró en el Libro Guinness de los récords en 1982. Se dedicó a la astrología y escribió varios libros sobre el tema. También escribió obras de ficción y no-ficción.

Viajó por el mundo haciendo demostraciones de sus habilidades aritméticas. Arthur Jensen, profesor de psicología de la Universidad de California en Berkeley, la sometió a algunas pruebas y publicó sus hallazgos en la revista científica Intelligence, en 1990.

Amalia Hernández (1917-2000)

“Todas las noches, cuando dormía, soñaba con bailar”, relataba Amalia Hernández, cuyo Ballet Folklórico de México se ha convertido en un símbolo de la mexicanidad conocido mundialmente.

Foto: INBA.

Ella misma relataba que desde niña deseaba ser "bailarina del circo a caballo", pasaba caminando hacia la escuela primaria frente al Palacio de Bellas Artes, y deseaba con todas sus fuerzas bailar ahí. 

Su madre quería que ella fuera maestra pero Amalia sentía pasión por la danza, por eso su padre construyó un estudio en su casa y recibió clases privadas. A los 17 años ingresó a la Escuela Nacional de Danza y fue alumna de Nellie Campobello. 

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