Los errores del PAN y del PRD

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

MIGUEL ÁNGEL MARTÍNEZ RUIZ

Hace cerca de un siglo, varios jóvenes concurrían a la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso, institución que perteneció desde que fue organizada a la Universidad Nacional, todavía no autónoma, puesto que la autonomía de la máxima Casa de Estudios se logró hasta 1929; entre esos estudiantes noveles figuraban dos que fueron muy importantes en la historia política de México: Manuel Gómez Morín y Vicente Lombardo Toledano; el primero de ideas extremistas de izquierda y el segundo muy apegado a la religión católica que profesaba su familia. Al paso del tiempo se invirtieron los papeles, pues el licenciado Gómez Morín adoptó posturas moderadas, incluso antirrevolucionarias, en tanto que Lombardo Toledano, quien no solamente cursó la carrera de licenciado en derecho, sino que obtuvo  el doctorado en filosofía y cambió su posición ideológica al marxismo-leninismo. Se debe recordar que apenas había concluido la etapa armada de la Revolución Mexicana, y todas las instituciones se estaban reestructurando. Por decirlo en términos que ahora usan los políticos con una asombrosa facilidad: se estaba llevando a la práctica un nuevo proyecto de nación, pues esto implicó nueva ideología, otras instituciones, régimen jurídico diferente, etc. No como en estos días que le llaman nuevo proyecto de nación a un conjunto de reformas elaboradas sobre la rodilla, sin estudios concienzudos y bien diseñados. En la época de los años 20’s se fundó el Banco de México y su primer director fue el Lic. Manuel Gómez Morín, hombre inteligente y honesto a carta cabal. Al suscitarse los conflictos entre la iglesia y el estado, no solamente durante el movimiento cristero, sino con la destrucción de un Cristo o una cruz que estaba sobre el cerro del Cubilete, en el actual Estado de Guanajuato, ordenado por el presidente Plutarco Elías Calles, quien también fundó el Partido Nacional Revolucionario para evitar que los jefes revolucionarios se mataran entre sí, a causa de sus ambiciones políticas, más concretamente por la presidencia de México. En 1934 accede a la primera magistratura del país el Gral. Lázaro Cárdenas del Río y para ello se elaboró el Plan Sexenal, ya que anteriormente el periodo presidencial era de cuatro años. En ese documento se incluyó un conjunto de ideas socializantes sobre educación elaboradas por el licenciado Narciso Bassols, y así surgió la educación socialista que se instrumentó en todo el país, trayendo como consecuencia mayor distanciamiento entre las dos principales instituciones en pugna: el Estado y la Iglesia Católica. Los profesores fueron desorejados y las maestras mancilladas por los que se decían defensores de la causa católica, aun cuando en los principios cristianos jamás se haya predicado como doctrina el cometer actos de barbarie como los señalados. Cuando el Gral. Cárdenas llega al poder se encuentra que había un Jefe Máximo de la Revolución Mexicana, que era precisamente el general Calles, quien ordenaba todo lo que debía hacerse, incluyendo la decisión de nombrar al candidato presidencial y a los gobernadores de los estados, además de diputados y senadores. Esa sí era una verdadera mafia perfectamente organizada, no como la que imagina el señor López Obrador, de la cual él es uno de los miembros más importantes. Desde antes que llegara Cárdenas a la presidencia, había ocupado la silla el Ing. Pascual Ortiz Rubio, contra quien hubo un atentado para asesinarlo, pero hechos fortuitos, meramente casuales, le salvaron la vida. El historiador y maestro Juan Brom relata una anécdota sobre las condiciones políticas de esa época, en la que describe cómo el presidente Ortiz Rubio andaba de paseo por el bosque de Chapultepec, recuérdese que este imponente recinto era la sede de la presidencia, y por ahí en el lago estaba  en una lancha el general Calles. Después de los saludos respectivos, el general Calles le preguntó a Ortiz Rubio qué andaba haciendo, y su respuesta fue: Yo, aquí mando; ¿y usted?-preguntó a Calles, y este cínicamente le contestó: Pues, yo aquí, remando. Es del conocimiento público que Cárdenas siguió una política totalmente diferente a la de sus antecesores, pues él buscó afianzarse, legitimarse como presidente de México, yendo a todas las ciudades, visitando las comunidades rurales y haciéndose sumamente popular. Iba y comía con los campesinos, ayudaba a los grupos aborígenes, organizaba los primeros sindicatos, cooperativas, la reforma agraria, etc. En esa labor desempeñó un papel fundamental el licenciado Lombardo Toledano. Una vez logrado su objetivo quitó el obstáculo principal: el general Calles, a quien sorprendieron un grupo de soldados en la madrugada y fue el licenciado Bassols, secretario de  Hacienda y Crédito Público, el encargado de informarle a su antiguo jefe y amigo, el Gral. Calles, que debería abandonar el país inmediatamente. Así concluyó  la etapa del llamado Maximato. Al regresar a Los Pinos, el licenciado Bassols le informó al presidente Cárdenas que sus órdenes habían sido cumplidas, pero también le entregó su renuncia al cargo de Secretario de Hacienda, lo cual sorprendió a Cárdenas, quien le preguntó: ¿A qué obedece su dimisión? Bassols contestó: Acabo de realizar una acción en contra de un amigo, y salió de la residencia presidencial. La política cardenista fue muy cuestionada por sus enemigos políticos. Debido a sus actitudes izquierdistas, el licenciado Gómez Morín creó el Partido de Acción Nacional, con el propósito de combatir las decisiones del presidente Cárdenas, e instaurar, según él, la democracia. Desde aquellos lejanos años se inició una larga trayectoria de oposición a los regímenes emanados de la Revolución Mexicana, al decir de los militantes del PRI. En los mítines panistas abundaban los insultos al gobierno en forma abierta, acusándolo de traidor a los ideales del pueblo de México, además de hacerlo responsable de las condiciones precarias en las que se desarrollaba la vida de las grandes mayorías nacionales, en el sector obrero y campesino, especialmente. En gran medida, la Iglesia Católica veía con agrado que se le combatiera al gobierno y no pocas veces sugerían desde los púlpitos que votaran por el partido de acción nacional, en cuyo seno militaban las clases medias, muchos comerciantes, algunos profesionistas e intelectuales, etc. Nunca ganaban, eran solo la comparsa que le permitía al gobierno hablar de democracia, de la voluntad popular expresada en las urnas electorales. Por otra parte, el licenciado Vicente Lombardo Toledano fundó el Partido Popular Socialista y los veteranos de la Revolución cobraron también su cuota de poder al crear el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. El Partido Comunista Mexicano jamás logró su reconocimiento oficial. Fue el presidente López Mateos, quien les dio la primera oportunidad a los partidos registrados para que tuvieran representación en la Cámara de diputados, a través de los llamados “diputados de partido”. En el PAN han participado mujeres y hombres de gran valor, pero uno de sus principales errores ha sido mantenerse cerrados, concretándose a ciertas familias.  En Morelia se conocía perfectamente quiénes eran panistas, porque era un reducido número de personas. Cuando logran triunfar en varias elecciones para diputados, senadores y gobernadores fue después de la Reforma Electoral, elaborada por el licenciado Jesús Reyes Heroles. El año 2000, el PAN tuvo un presidente, y la ciudadanía esperaba grandes transformaciones en la vida política del país, pero no se frenaron los actos de corrupción de los líderes charros enquistados en las centrales obreras y campesinas, además de PEMEX, TELMEX, y otras muchas instituciones paraestatales, entre ellas la UNAM, donde los líderes se enquistan en sus cargos y nadie los mueve. El señor Fox y el Sr. Calderón no realizaron acciones para transformar al país, como llegaron a pregonarlo en sus campañas políticas. Pero cuáles han sido los principales errores del PAN. Entre otros los siguientes: 1) No acatar su plataforma de principios ni respetar su programa de acción; 2) Interesarse por ganar las elecciones a cualquier precio; 3) Repetir candidatos en reiteradas ocasiones, siempre los mismos, al estilo PRI. 4) Dejarse sorprender por un jovenzuelo que los condujo a una aberrante asociación con sus adversarios ideológicos del PRD, quienes son de izquierda, izquierda que ni ellos mismos saben qué es.

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Muchos panistas se han salido de las filas de su partido para ingresar a las de MORENA, porque de la noche a la mañana descubrieron que el “Mesías” esta de ese lado y habrá de llegar a la presidencia. En él han descubierto a un dechado de virtudes, que hace doce años eran defectos imperdonables. Sin embargo, este señor   ha cometido muchos errores, pero a quienes han tomado esa decisión les parece que es un santo.

Por lo que se refiere al PRD, este surgió de la inconformidad  de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano al interior de su partido, el PRI, a través del cual logró la senaduría y la gubernatura de Michoacán. Pero, al lado de Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros decidieron renunciar al PRI, para organizar el Frente Nacional que postuló a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la presidencia. La derrota fue instrumentada por uno de los izquierdistas más  protagónicos, el Lic. Manuel Bartlett Díaz, quien orquestó el fraude electoral de 1988, al darle el triunfo a Carlos Salinas de Gortari. El pueblo le solicitaba al Ing. Cárdenas que encabezara un movimiento serio, incluso armado, en contra de esta acción tan denigrante. Pero, el Ing. Cárdenas, individuo de temperamento apacible, vio las cosas con toda tranquilidad y pensó en la conveniencia de fundar el PRD. Desde entonces, este partido ha tenido muchos seguidores, algunos anhelantes de lograr la transformación del país, pero la mayoría con aviesas intenciones de obtener pingües ganancias en los cargos públicos. El Ing. Cárdenas fue candidato a la presidencia en tres ocasiones distintas, nunca obtuvo más que el tercer lugar en las votaciones. Sin embargo, pretendió volver a figurar en una cuarta ocasión y Andrés Manuel López Obrador se lanzó, ayudado por los llamados “Chuchos”, pero lo derrotó Felipe Calderón Hinojosa, trauma del que nunca se ha recuperado. Nuevamente volvió a ser candidato a la presidencia por el PRD,  pero descubrió que el mejor negocio del mundo es ser dueño de un partido político, donde se recibe una gran cantidad de dinero sin instalar infraestructura, ni pagar salarios a los obreros, menos aún inscribirlos en el IMSS, ahí todo es ganancia, pues si se exceden en gastos de campaña, se paga una multa y asunto resuelto.

Atrás quedaron los ideales y nadie les cree que sean de izquierda. Se ha visto como un señor como Marcelo Ebrard se enriqueció y cuando lo empezaron a acusar de corrupción, abordó un avión y se refugió en la hermosa ciudad de París, donde disfrutó de los mejores hoteles, las viadas más exquisitas, los espectáculos más atrayentes, en fin, una vida principesca. ¿Qué le pedía a la vida? Nada, pues tenía suficientes dólares para vivir holgadamente. Con esos izquierdistas hacia dónde vamos. Seguramente al más tremendo fracaso y desilusión en la historia de México.

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En el PRD, cuyo abanderado presidencial es el joven Anaya, no se requiere tener una gran preparación. Ahí está la prueba de Alejandra  Barrales, quien hasta hace poco cursó una carrera en la UNAM o en alguna otra universidad, pero no se ha distinguido por ser una brillante oradora, ni polemista, mucho menos escritora, se ha destacado por los múltiples cargos que ha tenido, con cuyos dineros pudo comprar un departamento en Miami, Florida, según se informó en los medios.

Aceptar a un muchacho sin convicciones sólidas, como lo es Anaya, quien traicionó a Gustavo Madero y llegó a la candidatura presidencial, sin tener una trayectoria significativa, pues solo ha sido diputado plurinominal y presidente del PAN, constituye una aberración. Le hace falta madurar, no puede ser un buen presidente quien no conoce la estructura del gobierno federal. Cree que es como ser presidente del PAN, aunque al parecer muchos panistas no van a votar por él, y ahora que Margarita Zavala inicie su campaña, menos aun, porque el PAN se va a fragmentar.

Del PRD solo queda una minoría, pues nadie puede negar que la López Obrador los diezmó en forma importante. Así las cosas, PAN y PRD deben prepararse para la derrota.