¿Problemas conyugales? Melania y Donald Trump, otro desencuentro frente a las cámaras

Durante su visita al santuario de Juan Pablo II, Melania y Donald Trump vivieron un nuevo desencuentro frente a las cámaras

Redacción / La Voz de Michoacán

Los desencuentros entre la pareja presidencial de Estados Unidos tuvieron un nuevo capítulo este martes, cuando Donald Trump rogó a su esposa Melania que sonriera para las cámaras durante una visita al santuario de Juan Pablo II; en medio del clima de protestas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía de Minneapolis.

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“Sonríe por favor”, murmuró el mandatario a Melania mientras ambos se encontraban al frente de una estatua del pontífice católico.

Él, con traje azul, camisa blanca y corbata roja, se mostraba sonriente a las cámaras, mientras ella, vestida de negro, con lentes de sol del mismo color, lucía tensa y con el semblante sombrío.

Internautas viralizaron rápidamente un video en el que se observa el momento en que Trump suplica a su esposa, tratando de ser discreto, que sonría mientras ella insiste en no hacerlo.

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Melania Trump vestía de negro durante el martes 2 de junio, en el que se impulsaba una iniciativa a través de redes sociales en la que se pedía llenar de recuadros negros Instagram, para protestar de manera virtual por el asesinato de George Floyd.

Este detalle no pasó desapercibido para internautas, quienes además hicieron todo tipo de suposiciones por la actitud que mostraba la primera dama.

La visita al santuario de Juan Pablo era polémica por sí misma, pues sucedió un día después de que Trump pidiera el uso de gases lacrimógenos para despejar su paso a la iglesia de Saint John y amenazara con desplegar al ejército para disolver las protestas que se llevan a cabo en todo el país.

Estos actos fueron duramente criticados por líderes religiosos, como Mariann E. Budde, obispo de la diócesis de Washington o el arzobispo de la diócesis, Wilton Gregory, quien lanzó un comunicado.

Gregory expresó su molestia por la visita a la que calificó como censurable y desconcertante a la vez que se lamentó porque la iglesia católica “permitió ser tan mal utilizada y manipulada” de una forma que viola los principios religiosos, que llaman a defender los derechos de todas las personas.

En su texto, Gregory menciona que el Papa Juan Pablo II “ciertamente no toleraría el uso de gases lacrimógenos y otros elementos de disuasión para silenciarlos, dispersarlos o intimidarlos” con el fin de sacarse una foto “delante de un lugar de culto y la paz”.

En Twitter, Melania compartió imágenes de la visita al santuario que “honra el legado de Juan Pablo II” a la vez que destacó que “su pasión y dedicación para la libertad religiosa es un legado que debemos proteger por todo el mundo”.

Una historia de desencuentros

Los episodios de este tipo entre Melania y su esposo no son algo nuevo, las cámaras han captado más de una vez a la primera dama forzando sonrisas en medio de actos públicos.

El primero de ellos fue captado en la toma de posesión de Trump y desde entonces las especulaciones acerca de su relación no han parado.

En los videos de la toma de posesión se puede observar que cuando Trump voltea a ver a su esposa, ella sonríe. Sin embargo, al voltearse él al frente, ella vuelve a poner una expresión seria.

Sin embargo, no todos los desaciertos de Melania frente a las cámaras sucedieron en combinación con su esposo, pues su elección de vestuario ha sido objeto de críticas.

Cuando visitó a niños migrante, separados de sus padres, a quienes incluso llegaron recluir en jaulas, la Primera Dama portaba una chamarra en la que un letrero en la espalda decía “La verdad no me importa. ¿Y a ti?”.

Otra de sus elecciones que generó críticas, fue su llegada a la zona devastada por el huracán Harvey con tacones de aguja; así como el uso de un salacot en su primera visita a África, un casco que durante años ha sido un símbolo racista y de opresión.

Durante el inicio de un viaje en marzo de 2017, en el que posaban frente al avión presidencial, Melania retiró la mano, notablemente molesta, cuando Trump intentó tomársela, algo que no pasó desapercibido para los periodistas que estaban en el sitio.

Fue en ese mismo año que las cámaras captaron a Melania, durante un acto público al arribar a Israel, rechazando a Trump una vez más, cuando intentaba darle la mano.