El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Un estudio, realizado por la Universidad de Duke, reveló que las hormonas liberadas durante el acto sexual aumentan la espiritualidad y creencia en Dios de los hombres. Poco después de tomar oxitocina, denominada la “hormona del amor” por su papel que promueve el vínculo social, los hombres experimentaron emociones positivas durante la meditación y mayor sentido de la espiritualidad, esto de acuerdo con investigaciones previas relacionadas con la salud y el bienestar. La espiritualidad es compleja y se ve afectada por muchos factores”, dijo la autora principal Patty Van Cappellen al diario de la Universidad. Los participantes que recibieron oxitocina, producida por el hipotálamo y estimulada durante el sexo, parto y lactancia, también estaban más inclinados a verse a sí mismos interconectados con otras personas y seres vivos. Esto debido a que dieron calificaciones más altas a afirmaciones como "Toda la vida está interconectada" y "Hay un plano superior de conciencia o espiritualidad que une a todas las personas". Para probar cómo la oxitocina influía en la espiritualidad, los investigadores administraron la hormona a un grupo y un placebo a otro. Además de preguntar si pertenecían a un grupo religioso. Aquellos que recibieron oxitocina fueron más propensos a aceptar la espiritualidad como parte importante en sus vidas. La hormona no afectó a todos los participantes por igual. Su efecto sobre la espiritualidad fue más fuerte entre las personas con una variante particular del gen CD38, un gen que regula la liberación de oxitocina de las neuronas hipotalámicas en el cerebro. Los hallazgos, de acuerdo con Van Cappellen, no deberían ser excesivamente generalizados, ya que existen muchas definiciones de espiritualidad. Van Cappellen afirmó que "la oxitocina parece afectar la forma en que percibimos el mundo y lo que creemos".