Cuentas claras y matrimonios largos: Aprende a llevar una relación y finanzas sanas

Condusef comparte seis pasos clave para mantener cuentas claras y matrimonios largos

Foto: Samuel Herrera

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

México. Dice el economista brasileño Gustavo Cerbasi que las parejas enriquecen juntas; está tan convencido de su aseveración escribió en 2009 un libro con ese mismo título, en donde señala que si bien las relaciones, por su naturaleza misma, implican reacomodos y muchos de ellos pueden pegar en lo económico, la vida en pareja pudiera, y debiera, ser un motor financiero y no una brecha. Las relaciones en pareja son complejas en sí mismas y aunque no existe fórmula mágica que las haga funcionar, un buen manejo de las finanzas no sólo puede disminuir las diferencias, sino potenciar la cultura financiera de sus integrantes.

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De acuerdo con Gustavo Cerbasi, especialista con más de 15 libros publicados en la materia, son cuatro los factores claves a conciliar y tomar en cuenta al momento de llevar finanzas en pareja: ahorro, gasto, futuro y multiplicación. El ahorro y gasto son muy fáciles de entender, y se refiere a qué lo primero como pareja es determinar qué tanto se ahorra, así como cuánto y en qué se gasta.

En el renglón del futuro, el especialista hace énfasis en la inversión, los seguros de vida y las proyecciones a futuro dentro de una estabilidad financiera sana como pareja. Finalmente, la multiplicación se refiere al hecho de potenciar las ideas y metas para que crecer y enriquecer en pareja, ya sea mediante la apertura de un negocio, un gran ahorro o inversiones bien pensadas.

En este sentido la Comisión para la Defensa de los Servicios de Usuarios Financieros (Condusef), que suele recopilar varias de las recomendaciones de autores como Gustavo Cerbasi, realizó un interesante resume con consejos que se pueden considerar clave no sólo para mantener sanas las finanzas del hogar, sino evitar conflictos con la pareja producto de malas decisiones en el terreno de gastos, préstamos y ahorros.

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Y es que, entre las diferencias de cada persona, una de las más marcadas son los hábitos de consumo; mientras algunas personas son más propensas a ver hacia el futuro y dedicar buena parte de su ingreso a cajas, Afores o una alcancía de cochinito, otras consideran que “el dinero es para gastarse”.

Aún sin estar envueltos en deudas, la diferencia entre comprar un televisor o un sillón, invertir en el jardín o en ropa, ahorrar o gastar en un regalo para los niños, puede ser motivo de una discusión fuerte y la acumulación de debates de este orden no es sano para ninguna relación.

Por ello, la Condusef percibe seis pasos que son clave para las relaciones en pareja y las finanzas sanas, y en donde antes de cualquier cosa es importante tomar en cuenta que es necesario paciencia, comprensión y una gran capacidad de diálogo.

Y precisamente la comunicación es el primero de los seis puntos clave. Es importante que los dos platiquen continuamente y de manera ordena sobre sus metas financieras, tanto personales como en pareja, y aprender a diferenciarlas. Así podrán en conjunto establecer prioridades y proyectar qué requieren para cumplir sus objetivos.

En segundo lugar, la planeación, en la que también es importante que participen los dos integrantes de la pareja. Y es que lo primero en cualquier relación en materia financiera es establecer un presupuesto e intentar apegarse al mismo, así en un futuro será más sencillo alcanzar sus metas sin poner en riesgo la estabilidad financiera del hogar ni la sanidad mental del matrimonio. La planeación de un negocio familiar también se puede ver en este paso.

Tercero en la lista, el ahorro y la inversión, ingredientes económicos que deben ir juntos para que cualquier pareja vea que fructifica el esfuerzo de sus esfuerzos (y empleos). Una vez definidas las prioridades siempre será importante tener un plan de ahorro para alcanzarlas, el problema es que no todos tienen la misma capacidad o ganas para ahorrar.

Una vez superado este escollo y que el ahorro sea parte de los hábitos mismos de la vida en pareja, se debe definir en qué se podrá invertir el recurso que se está guardando. Una posibilidad es invertirlo en un recurso financiero para que a largo plazo genere intereses y ganancias.

Es importante que un plan de vida haga referencia a decisiones y rutinas que deben impactar a largo plazo, por lo que el ahorro no necesariamente es para salir el próximo verano de vacaciones, sino, por ejemplo, para pensar adquirir una casa en un par de años o más o lo necesario para abrir su propio negocio. Una relación sana y una vida sin tantas preocupaciones en pareja representa por fuerza decisiones e inversión hacia el futuro.

Le sigue el crédito a favor, que se entiende como la capacidad de tomar este tipo de financiamientos sólo cuando sea necesario y siempre de manera consensuada con la pareja. Si uno de los dos decide comprar una pantalla gigante que terminará pagando en un año y medio su capacidad económica se reducirá en ese lapso es probable que la pareja tenga que apoyarlo de alguna, por lo que al final de cuentas la deuda de uno siempre termina afectando a los dos.

No quiere decir que las compras a plazos sean malas, al contrario, el crédito puede ser una poderosa y útil herramienta para formar un patrimonio, amueblar la casa y dar un futuro más certero a los hijos, pero debe utilizarse siempre con planeación y responsabilidad.

Antes de solicitar cualquier tipo de crédito hay que analizarlo en pareja, ver capacidades de pago, comparar opciones y ver si es el momento adecuado o no de solicitarlo. La idea del emprendimiento propio también podría llevar a solicitar algún tipo de crédito, por lo que siempre platicarlo entre los dos es mejor.

Otra pieza clave del puzle financiero en pareja es la prevención, tener siempre listo un fondo para casos de emergencia, que en una familia se multiplica por el número de sus integrantes. No sólo se trata de un ahorro, y no es mala idea tomar en cuenta la contratación de uno o más seguros, como de vida, gastos médicos mayores, auto, vivienda y hasta educativo.

Finalmente, y aunque pudiera sonar reiterativo, Condusef resalta el pensar a futuro. No toda la vida habrá la posibilidad y las ganas de trabajar, piensen desde ya en su retiro, cómo planean hacerlo y si piensan abordarlo incluso de manera conjunta, si pondrán un negocio y de qué tipo. Una vez decidido cómo podrán enfrentar esta parte de sus vidas, destinen parte de sus ingresos actuales a un fondo o Afore y sean constantes con el mismo.

Si se tiene un negocio propio, también se debe visualizar quién lo administrará en un futuro y cómo llegarán a ese momento. Si son ya pareja con una edad más avanzada, no está de más hacer con tiempo el testamento, no por un afán pesimista, sino para estar siempre preparados ante todo.