Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Hace más de 10 años, el 16 de febrero de 2008, un explosivo de uso militar elaborado con un compuesto llamado C4, clorato, balines de medio centímetro de diámetro y gotas de mercurio, estalló a unos 60 metros del edificio principal de lo que era la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF). La Jornada documentó que la explosión ocurrió a las 14:32 horas en la acera sur de avenida Chapultepec y cobró la vida de una persona y dejó dos heridos, uno de ellos grave. Ese, según medios nacionales, fue el primer ataque de gran magnitud cometido en la ahora Ciudad de México, nunca más se había perpetrado un ataque de tal magnitud a la policía de esa ciudad. Hasta ayer. Desde las 4 de la mañana del viernes, aun con cielo oscuro, decenas de hombres con poderosas armas se movilizaron a distintos puntos de la CdMx para cubrir las posibles rutas por donde pasaría el Jefe de Policía Omar García Harfuch. Buscaban acabar con su vida. A las 6:35 de la mañana atacaron granadas y rifles de francotirador (barret) de calibre .50 atacaron el vehículo blindado en el que viajaba la víctima para dirigirse a sus oficinas. Se trató de un atentado inédito, nunca antes visto al interior de la ciudad más grande de México. García Harfuch resultó herido con disparos en el hombro, la clavícula y la rodilla, pero se dijo que estaba fuera de peligro. Dos de sus escoltas y una joven mujer que transitaba por ahí no corrieron con la misma suerte y murieron en el lugar. El hecho inundó rápidamente los medios nacionales. En redes sociales circularon fotos y videos del suceso que mostraban lo brutal que resultó el ataque, mismo que hicieron sorprender a los usuarios respecto a que haya habido sobrevivientes. En una de las imágenes se ve la camioneta Suburban del secretario con las decenas de impactos. Se supo que la unidad tiene un blindaje nivel 5 Plus, uno de los más efectivos, al grado de resistir más de la norma, incluyendo algunos de los impactos de los potentes fusiles tipo Barret calibre .50. Durante muchos años, especialmente en la administración de Miguel Ángel Mancera se rechazó que haya presencia de cárteles en esa ciudad. El exjefe de gobierno dijo que “la capital estaba blindad de la presencia del crimen organizado que actúa en los estados colindantes”. ¿Cómo fue el ataque? Ulises Lara López, vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx) confirmó que hay 12 detenidos tras el ataque. Los involucrados son originarios de Michoacán, Ciudad de México, Guadalajara, Guerrero y uno de nacionalidad colombiana. Los sujetos habrían sido concentrados en la CdMx, contratados con tres semanas de anticipación y organizados en cuatro células de siete integrantes cada una, de los cuales algunos habrían sido trasladados a las 04:00 de la mañana en dos camionetas Chevrolet tipo Suburban en los puntos de Monte Blanco y Reforma, Lomas de Chapultepec en la alcaldía Miguel Hidalgo y Hamburgo y Florencia en la alcaldía Cuauhtémoc, desde donde tenían que avisar si veían pasar patrullas de la Policía Ciudadana y cometer el ataque en caso de que el secretario pasara por alguna de esas zonas. Omar García Harfuch, se dirigía al Centro de la ciudad porPaseo de la Reforma a bordo de una camioneta y escoltado por otra. Al llegar al cruce de Reforma y Monte Blanco, una camioneta de redilas de 3.5 toneladas, acompañada por una Suburban blanca, le cerró el paso. De estos vehículos descendieron los hombres que perpetraron el ataque Los sicarios huyeron sobre Reforma, algunos en la camioneta que los acompañaba y otros a pie. 12 lograron ser detenidos. CJNG en la CDMX Mientras la Jefa de gobierno Claudia Sheibaum y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx), no daban detalles sobre los responsables, Omar García Harfuch mando un tuit a las 9:30 de la mañana desde el hospital para señalar que fue cobardemente atacado por el CJNG. Sin embargo, el secretario de Seguridad Alfonso Durazo, Sheimbaum y la Fiscalía aún lo toman como línea de investigación. Lo cierto es que la presencia y la capacidad operativa y de armamento que tiene el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la Ciudad de México quedó evidenciada. Víctor Manuel Sánchez Valdés, investigador y especialista en seguridad pública explicó al medio SinEmbargo, que “La capacidad de operación la demostró (el CJNG) e hizo algo que nunca se había hecho en la Ciudad de México. Antes se habían perpetrado ataques y ejecuciones de autoridades como de otros líderes, pero por lo general se trataban de ataques hechos por una o dos o tres personas con armas de menor calibre. Acá no. Acá parece que hubo una planeación larga. Los que lo perpetraron (el atentado) no solo es un número muy grande, sino que usaron varios vehículos, usaron sicarios simulando ser trabajadores de obras, usaron armas como la Barret. Yo no recuerdo que alguna de las organizaciones (criminales) haya usado una Barret en la Ciudad de México”. Ayer por la noche se dio a conocer que José Armando, alias ‘El Vaca’, fue detenido tras ser identificado como el presunto autor intelectual del atentado contra el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Tras iniciar las investigaciones, personal de Inteligencia de la SSC cateó varios domicilios de la alcaldía Tláhuac, operativos en los que se detuvo a otras tres personas posiblemente relacionadas con el ataque. Es señalado como jefe de sicarios en Tonalá CJNG, organización criminal a la cual el propio secretario de Seguridad atribuyó el ataque en su contra. Los primeros reportes apuntan a que José Armando proviene de Puerto Vallarta, Jalisco, pero todavía no se dan más detalles de quién pudo haberlo enviado a la Ciudad de México para orquestar el ataque contra el jefe de la Policía capitalina. El ataque del viernes se produjo a dos semanas de la aparición de rumores sobre la captura o asesinato del líder de Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera Cervantes, más conocido como “El Mencho”, algo que las autoridades negaron más tarde. Oseguera es el fugitivo más buscado por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, que ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza.