Agencias/La Voz de MichoacánMéxico. Los Javis se están tomando su tiempo para moldear la historia de La Veneno. Y no por gusto, sino porque la pandemia de coronavirus les ha obligado a retrasar el proyecto dándoles tiempo para crear su mejor trabajo hasta la fecha. El primer episodio de la serie sobre el terremoto televisivo de los 90s tuvo un estreno apoteósico en el mes de marzo y ahora, tres meses más tarde, ya podemos disfrutar del segundo. Un capítulo que vuelve a adentrarnos en la verdadera Cristina Ortiz Rodríguez, sus orígenes y su valentía, pero también en la pérdida y el rechazo sufridos, contrastando su personalidad arrolladora con aires “almodovarianos” sutiles. Un capítulo que despliega el cariño y respeto que Los Javi sienten por la historia y el personaje, y que los consagra como referentes modernos en la creación de éxitos. La llamada, Paquita Salas y ahora La Veneno. Lo que tocan lo convierten en oro. Han aprendido cómo llegar a la audiencia, y no solo como reyes del marketing viral, sino también por comprometerse con historias que cuentan desde el corazón. Y La Veneno es el ejemplo definitivo de la fórmula de su éxito. El segundo capítulo de Veneno. Vida y muerte de un icono ya está disponible en la plataforma de pago de Atresmedia (Atresmedia Premium), y tal y como sucedió con el primero, los aplausos están siendo unánimes de nuevo. Y no es para menos. Javier Ambrossi y Javier Calvo vuelven a bañar de empatía a la figura de Cristina, utilizando la biografía escrita por Valeria Vegas como punto de partida, ensalzando a La Veneno como un icono de la transición trans a medida que conocemos su historia, y la de Valeria. Después de ser testigos de un primer episodio que ponía al espectador en situación, presentándonos los orígenes de La Veneno como personaje mediático tras su debut en Esta noche cruzamos el Mississippi, el programa nocturno de Pepe Navarro, la serie se remonta al pasado para seguir bañando de comprensión y empatía a un personaje que lo tuvo muy poco en vida. https://twitter.com/Angel_MC29/status/1277117854433906688?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1277117854433906688%7Ctwgr%5E&ref_url=https%3A%2F%2Fes-us.vida-estilo.yahoo.com%2F El nuevo episodio, titulado Un viaje en el tiempo, nos adentra en los años de niñez de Joselito, el rechazo constante de su madre y del pueblo, las confesiones junto a su amigo y el descubrimiento definitivo de su sexualidad con una secuencia simbólica durante su primera comunión que lleva la firma más reconocible de los creadores de La Llamada. Después de decidir que iba a tomar el sacramento al descubrir que podía llevar falda, aparece en la iglesia con un vestido corto, utilizando el pasillo central como su propia pasarela, liberando su auténtica naturaleza con alas de pavo real. El momento más “Javis” de todo el capítulo que bien podría haber aparecido en el exitoso musical protagonizado por Belén Cuesta. Pero además de dejar huella con estilo propio, Los Javis se siguen formando como contadores de historias tomando de prestado influencias evidentes. Y es que si ya respirábamos aires almodovarianos en el primer episodio, en este segundo Ambrossi y Calvo vuelven a retomar esas influencias manchegas en la recreación del mundo de pueblo, del niño reprimido por el mundo que le rodea, la madre firme, los delantales de cocina y las camisetas de tirantes, o en los momentos de libertad infantil que nos producen ciertos déjà vus con La mala educación, Volver y incluso la más reciente obra del director, Dolor y gloria.