Angélica Ayala / La Voz de Michoacán Quiroga, Michoacán. El Cristo de la Preciosa Sangre de Quiroga es venerado este domingo, sin embargo, la festividad será diferente a años anteriores por el COVID-19, ya que todas las misas serán a puerta cerrada, no habrá peregrinaciones, la imagen no saldrá a recorrer la calle, las primeras comuniones y confirmaciones se realizarán con todas las medidas de sanidad y respetando la indicación de dos personas por banca. El municipio registra 12 casos positivos del coronavirus. La Imagen de Jesús crucificado, de acuerdo con el libro “Cristos de Pasta de Caña de Maíz, que se encuentra en el Museo de Arte Colonial, la imagen de la Preciosa Sangre tiene un origen impreciso, aunque se calcula hacia el siglo XVIII, dado que los franciscanos ocuparon la doctrina de San Diego Cocupao, es probable que haya sido fabricado en Pátzcuaro por la familia Cabrera dedicado a este arte”, información aportada de un texto de la investigación de Fernando Velázquez Farías, sobre la imagen de la Preciosa Sangre. Esta festividad es de las más representativas en la Región Lacustre, principalmente para Quiroga y sus comunidades como son Santa Fe de la Laguna, San Andrés Tzirondaro y San Jerónimo Purenchecuaro, comúnmente durante la fiesta se puede ver a las mujeres purépechas portando su traje tradicional de fiesta, así como a los hombres con sus mejores galas, quienes llegan a venerar a la imagen a la que le atribuyen miles de milagros y que siempre reúne a miles de feligreses no solo en su iglesia, sino también cuando la imagen sale a las calles. En este año, por la pandemia del coronavirus todo ha cambiado, la imagen que es cubierta con una protección especial para recorrer las principales calles de Quiroga ahora se quedará en su templo, a partir del este domingo será bajada de su nicho y estará en el altar, para que los fieles se acerquen a ella y se santigüen, hay quienes la tocan, sin embargo, ahora no habrá danzas que le bailen y las tradicionales mañanitas que se realizan a las cinco de la mañana, será a puerta cerrada, nadie podrá entrar, solo el coro o el mariachi que las vaya a interpretar. Previo a la festividad, el Cristo de la Preciosa Sangre, se retira de su nicho y son los integrantes de la festividad quienes con algodones y toallas de algodón empiezan a limpiar todo su cuerpo, detalladamente, es un momento sumamente emotivo, ya que son pocos los que pueden estar presentes, más ahora con la presencia del coronavirus, con toda delicadeza la imagen es colocada para realizar esta ceremonia, después de que se limpia, cada trozo de algodón o toalla es colocada en bolsitas de plástico y se le ofrece a la feligresía durante su festejo. Este viernes al realizar la limpieza de la imagen, el sacerdote Félix Esquivel agradeció al Cristo de la Preciosa Sangre, lo haya sanado de un impacto de bala que por milímetros estuvo a punto de impactarse en la cervical, durante un asalto que sufrió hace 15 días en la comunidad de Iratzio, cuando unos delincuentes le robaron su camioneta, agradecido durante este acto religioso narró y agradeció al Cristo su sanación, el milagro de no haber muerto en aquel momento y que la bala se haya desviado. Comúnmente con esta actividad se daban por iniciadas las festividades, ya que después eran recibidas las dos bandas de música que animarían los festejos, para al día siguiente recibir a las peregrinaciones de varios grupos católicos, así como de los pueblos indígenas de la ribera del Lago de Pátzcuaro, principalmente las comunidades de Santa Fe de la Laguna, San Jerónimo Purenchecuaro y San Andrés Tzirondaro, quienes llevan sus ofrendas al Cristo como muestra de agradecimiento y de devoción, pero ahora nada de esto se realizará, por la pandemia mundial. La fiesta en honor al Cristo de la Preciosa Sangre, solo destaca las celebraciones eucarísticas de primeras comuniones y confirmaciones. La misa concelebrada donde estará presente el Obispo de Morelia Carlos Garfias Merlos, será al medio día, a puerta cerrada solo estarán presentes quienes ayudan en la ceremonia y el coro, después el Cristo será bajado de su nicho y colocado en una base especial y protegido, quedará frente al altar, para que la gente lo venere y lo sienta más cerca, al parecer estará así durante un mes. El Señor de la Preciosa Sangre, antes nombrado Cristo de Cocupao, empezaron los fieles su veneración cada primero domingo de julio, a partir de 1944, como muestra de agradecimiento por haber salvado a unos peregrinos que se dirigían a la Ciudad de México, durante el accidente fue invocado por uno de los sacerdotes y el milagro fue de que nadie murió a pesar de lo aparatoso del incidente.