Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Fuera de las agendas locales y del interés público, se encuentra el Río Chiquito de Morelia, cuerpo de agua que, por su origen, su trayecto y su riqueza, es considerado como uno de los ecosistemas más afectados de todo el estado. A pesar de que en años pasados se le han invertido decenas de millones de pesos en infraestructura, el punto neurálgico no ha sido atendido. El río que nace en los bosques del sur de Morelia sigue recibiendo millones de litros de descargas de aguas residuales, desechos tóxicos y basura en su paso por la ciudad de Morelia. Entre 2017 y 2018 se instaló el proyecto de Parque Lineal Río Chiquito en los bordos, en ese entonces se planteó colocar colectores de aguas residuales en las laterales, sin que esto se llegara a materializar. Foto: Víctor Ramírez. A tres años del criticado proyecto, las bancas instaladas, en su mayoría de madera lucen desgastadas, gran parte del mobiliario que se colocó en este espacio también ya sucumbió al paso del tiempo o al mal uso de los ciudadanos. El objetivo del parque no ha sido aceptado del todo por los ciudadanos. El mal olor que depende el río por las aguas residuales, sobre todo en época de calor sigue siendo el principal factor de descontento. En entrevista para La Voz de Michoacán, el doctor Arturo Chacón, investigador del Instituto de Investigación de los Recursos Naturales (INIRENA) aseguró que no hay interés por parte de las autoridades locales en rescatar la biodiversidad del río chiquito. El daño es importante. El saneamiento del río y la instalación de colectores de aguas residuales costaría al menos 300 millones de pesos en un proyecto a largo plazo en el cual tendrían que concurrir todas las autoridades. Una vez instalados los sistemas colectores, por la dinámica del Río no tomaría mucho tiempo para que se recuperará el cuerpo de agua. “El costo es de 300 millones solo por el saneamiento, tendrían que instalarse sistemas para separar las aguas residuales del agua del río. Por la dinámica del río en cuestión de unos 5 años las aguas del río ya estarían limpias si se separan por completo” manifestó. Junto con estudiantes, se ha diseñado un programa que contempla la restauración del río desde el tema ecológico. En total estiman hasta mil millones de pesos en un proyecto que además de sanear el cuerpo de agua contempla adecuar tanto el río, como la avenida solidaridad como un punto ecoturístico de amplio valor sustentable. El investigador del INIRENA explicó que al menos en las últimas 3 administraciones municipales no se ha visto interés por parte de los proyectos. Los locos esfuerzos han quedado en la parte estética y nada se ha traducido al tema ecológico. Según información del Instituto Municipal de Planeación, se reconoce una alta biodiversidad de la zona ya que se encuentra en una zona de transición biogeográfica y climática, propiciando el desarrollo de distintos tipos de vegetación y ecosistemas. Para el caso de plantas es posible encontrar alrededor de 1 mil 650 especies distintas en todo el municipio, las cuales representan cerca de 33 por ciento del total reconocido para Michoacán. El tema de las microcuencas, como en el caso de lo que representa el Río Chiquito de Morelia, se ha puesto atención en no continuar modificando al menos en cuestiones físicas, el cauce del mismo y preservar la bajada de agua. Un estudio publicado en 1993 demostró que la región de la microcuenca del río Chiquito es una de las más ricas del país en cuanto al número de especies de flora. En ella se encuentran representadas 4.5 por ciento de las especies fanerógamas (plantas que producen semillas) del país, a pesar de que representa solamente 0.004 por ciento del territorio nacional. El número total de especies reportadas para esta cuenca fue de 987, casi la mitad de las reportadas para el valle de México, a pesar de que este último es cien veces más extenso. Pese a la importancia del río y de los millones de pesos que se han invertido en esta cuenca, la principal problemática no se ha atendido. Al igual que el río Grande de Morelia, este cuerpo dinámico de agua representa uno de los más contaminados en todo el estado, debido a la gran cantidad de desechos de viviendas que se vierten todos los días sin reglamentación alguna.