GALERÍA | Lago de Cuitzeo, ‘herido de muerte’; sequías y abandono lo tienen al borde del colapso

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

“Ya sólo nos queda encomendarnos al de arriba para que vuelva a llover y el lago empiece a llenarse”, lamenta don Ramiro, pescador de la comunidad de Mariano Escobedo, en la ribera del Lago de Cuitzeo. El espejo de agua que les ha brindado trabajo durante décadas, se encuentra prácticamente ‘herido de muerte’ y presenta los niveles históricos más bajos de agua.

Al igual que Ramiro, otros 700 pescadores de la zona tienen que enfrentarse a su ‘nueva normalidad’: apenas 5 centímetros de agua de profundidad, hasta un metro de lodo y cada vez menos pesca.

En 2020 ya es hasta un 90 por ciento lo que se redujo la producción en la lonja ubicada en dicha comunidad, aunado al espacio que servía como Lonja Pesquera y del cual la población nunca tuvo real beneficio, pues nunca se supo cómo o quién lo operaba.

Hasta 2018, la zona reunía a decenas de trabajadores y vendedores en un auténtico mercado de productos extraídos del lago. Apenas dos años después, y a pesar de ser fin de semana, apenas se juntan unos cinco oferentes con pequeñas carreterillas. Lo que antes era un enorme lago de cuatro mil hectáreas, hoy es un predio arenoso con algunos canales que ellos mismos han tenido que ir formando en la lucha por no perder la totalidad del agua.

El panorama es desolador en la pequeña comunidad, cuya tradición pesquera también está al borde del colapso. En los últimos años no han visto ninguna representación de los distintos niveles de gobierno, a pesar de que de la Lonja Pesquera hasta la zona en donde aún queda un poco de agua se encuentra a casi 3 kilómetros de distancia. En general el panorama del lago es desolador y año con año va perdiendo una cantidad de superficie y volumen de agua que es prácticamente irreversible. En los últimos 30 años la construcción de las carreteras y el cambio climático asestaron un duro golpe al lugar.

A ninguna autoridad le interesa el tema

Desde las carreteras que cruzan el lago la imagen es desoladora. Auténticos desiertos y pastizales se ven hacia ambos lados de las calzadas y revelan que, donde antiguamente existió un importante lago con actividades pesqueras, ahora quienes lo aprovecharon son productores pecuarios con su ganado pastando.

En particular el lado oriente del Lago de Cuitzeo había resistido a los embates del clima y a la extracción desmedida del agua, pero en los últimos tres la situación ha empeorado y no es nada más que un auténtico lodazal.

Antonia Onofre, colona de la comunidad de Mariano Escobedo lamentó que cientos de familias han tenido que cambiar de oficio: unos a la construcción, otros se mudaron a otros estados a trabajar debido que la manutención que les dio alguna vez el lago se ha terminado. Los niños que alguna vez se enseñaron a pescar en canoas, hoy son adultos que salen a pescar entre el lodo y sus canales protegidos desde las 4:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde para ganarse solamente algunos pesos.

Denuncian abandono por parte de las autoridades: las municipales, las estatales y la federales. La Lonja Pesquera, edificio que construyó el Gobierno del Estado de Michoacán y que fue entregado a la comunidad nunca ha operado. La construcción, completamente cerrada, con pintura desgastada y herrería oxidada nunca fue usada para los pescadores.

Pues nos dijeron que la lonja iba a servir para empanizar nuestros pescados, sacar filetes y darles un valor agregaron, pero nunca la abrieron, siempre ha estado así y no sabemos ni quién es el encargado o a quién se la dejaron a cargo. Nosotros nunca tuvimos ese beneficio”, manifestó Jaime, también pescador.

Déficit de agua terminará matando al lago

La cuenca del Lago de Cuitzeo es una de las más dañadas en cuanto al uso del agua. Los estudios recientes del Instituto de Investigaciones de los Recursos Naturales (Inirena) detallan que la velocidad en que se agota su manto acuífero es de 40 millones de metros cúbicos por año, es decir, casi la mitad de agua que almacena la presa de Cointzio. De acuerdo con los datos proporcionados por la Conagua, anualmente la cuenca del Lago de Cuitzeo capta en promedio 485 millones de metros cúbicos, pero demanda para su utilización cuando menos 569 millones de metros cúbicos para uso urbano y agrícola, es decir, a la problemática imperante se suma un déficit que luce casi irreversible.

Uno de los puntos expuestos, es que los municipios no cumplen con el tratamiento de las aguas. De casi una decena de demarcaciones colindantes con el Lago de Cuitzeo, únicamente Morelia cumple con su parte de saneamiento de aguas negras, el resto, vierte millones de litros de aguas crudas a los ríos que alimentan al embalse. 

Especialistas del Inirena han advertido que la situación es la secuela del último retraso de las lluvias. Para resguardar el lago se ha referido que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debe decretar al lago como zona de restauración ecológica; la Comisión Nacional del Agua debe de establecer los linderos de la zona federal a partir de la cota de altitud de los mil 820 metros sobre el nivel del mal; la Comisión Nacional del Agua (Conagua) debe elaborar el balance hidrológico de toda la cuenca estimada en 4 ml kilómetros cuadrados.

En paralelo se deberá de determinar y garantizar el caudal ecológico del lago que, según cálculos del Inirena, mínimo son 250 millones de metros cúbicos; además, aconseja el instituto, se debe de obligar a los municipios ribereños a elaborar su Ordenamiento Ecológico Territorial, en esos ordenamientos se deberá establecer que cada porción de la ribera que corresponda a cada municipio la política ambiental es de protección y que el uso de suelo es de restauración con reforestación y protección hidrológica. Asimismo, cada municipio debe de estar obligado junto con la Conagua y la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas a restaurar manantiales y limpiar cañadas para que el agua de lluvia llegue al lago sin obstáculos.