Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Santa Clara del Cobre, en el municipio de Salvador Escalante, vive uno de los momentos más difíciles de los últimos tiempos. Ese pueblo que está orgulloso y que presume sus artesanías, sus tortas de tostada, a Pito Pérez, y muchas cosas más, atraviesa por un delicado pasaje de su historia, a raíz de la contingencia por el nuevo coronavirus. El director de Protección Civil es una de sus víctimas mortales, y sus únicos siete rescatistas dieron positivo al SARS-COV2; esto dimensiona la gravedad de la pandemia que llegó sin compasión a este pueblo mágico, que hoy les pide a sus turistas que no es momento de visitar. Su plaza principal está bloqueada con cintas amarilla, sin embargo, quien quiere la atraviesa. La gente no está acostumbrada a usar cubrebocas y las combis del transporte público hacen viajes llenos; eso no es lo peor, grupos delictivos desafían a las autoridades y siguen organizando jaripeos, y fiestas privadas. El alcalde Jesús Lucas Ángel pidió coordinación con la Guardia Nacional y la Policía Michoacán para lograr desactivar este tipo de conglomeraciones, que significa un serio riesgo de brotes de la enfermedad. De acuerdo con el semáforo epidemiológico, Salvador Escalante, el municipio, tiene 13 casos positivos de COVID-19 y está en bandera blanca. Actualmente hay 5 personas sospechosas de ser portadoras del virus, por lo que esperan que el Laboratorio Estatal emita los resultados. Hay 3 personas con la enfermedad activa y tres más perdieron la vida. Su tasa de letalidad es del 23 por ciento. El alcalde admitió que quizá estos resultados reflejen una parte de la realidad, pues hay quienes han decidido emigrar a Jalisco. Alcalde pide presencia de la Guardia Nacional para que en coordinación, vigilen ante situaciones de eventos masivos como jaripeos. “Hay personas que se están tratando en Jalisco o en otros estados, y que tenemos confirmado que tienen la enfermedad. Este es un problema muy grave de salud que debemos atender de manera conjunta, y nosotros como municipio hacemos lo que está en nuestras posibilidades. Incluso, hemos acordado tareas con los comerciantes”, destacó el alcalde, quien recordó que la muerte de su director de Protección Civil, Jorge Pureco Zarco les ha pegado muy fuerte en su ánimo, pues fue un hombre entregado a la corporación. El alcalde anunció que se buscará indemnizar a la familia, pues al final de cuentas murió en cumplimiento de su deber. Informó que sus familiares más cercanos también se harán las pruebas para confirmar o descartar la enfermedad. Recordó que Pureco creó una capsula para trasladar a pacientes con COVID, y paradójicamente se tuvo que usar para trasladarlo al Hospital Regional de Pátzcuaro, y después a Morelia, en donde finalmente murió. Informó que se intentó internar al director de Protección Civil a una clínica privada, sin embargo, pedían de anticipo hasta 120 mil pesos, y la estancia diaria oscilaba entre 50 y 70 mil pesos, dependiendo de la gravedad, por lo que lanzó un llamado a la población a que no tome muy a la ligera este problema, puesto que no sólo es doloroso, sino que también provoca un desgaste económico importante. El alcalde atiende en su despacho en el Palacio Municipal, pero antes de ingresar al recinto te condicionan el uso del cubrebocas y la aplicación de gel antibacterial. Para entrar a su oficina, hay otro filtro. Es riguroso que todos porten cubrebocas, independientemente de que tengan síntomas o no de ser portadores de esta enfermedad. Santa Clara es un poblado de unos 51 mil habitantes, pero el hecho de que su equipo de rescate esté contagiado, dimensiona la problemática que se vive. En este municipio se han realizado 54 pruebas, debido a que personas presentaron la sintomatología de COVID-19. Los habitantes caminan por sus calles, o se trasladan en sus vehículos, sin ningún asombro. Parece que no le tomen al nuevo coronavirus. Fuente: Centro Estatal de Operaciones COVID-19 de la SSM. Diseño: Enrique Santiago, La Voz de Michoacán.