Agencias / La Voz de Michoacán Ciudad de México. La nueva normalidad cambio todo, ya nada es como antes; son algunas de las frases a las que con resignación una nueva generación de mexicanos busca el cómo adaptarse a los cambios sociales y económicos que impone la pandemia del coronavirus (COVID-19). Lo anterior lo saben las empresas tecnológicas, por lo que su reto no solo se plantea para los sectores de desarrollo y comercio, sino también a nivel de tecnología donde la apuesta va dirigida a disfrutar e implementar las actividades sociales cotidianas desde la casa. Foto: Twitter. Sin lugar a dudas, el COVID-19 se convirtió en el principal disruptor de la transformación digital en las empresas y aceleró las estrategias de comercio electrónico, entrega de productos, reabastecimiento de mercancías y colaboración a través de medios digitales. Además, puso a prueba los planes de continuidad del negocio y su operación diaria. Frente a este panorama, se demanda de una resiliencia empresarial, nuevos modelos de negocios, análisis y evaluación de prioridades, capacidad de adaptación por parte de trabajadores y los usuarios, así como dejar atrás sistemas tecnológicos obsoletos que restan productividad y rentabilidad hacia la “nueva normalidad”. Foto: Twitter. Ahora que ya estamos comenzando la convivencia, la cual no solo tiene que ver con los procedimientos sanitarios a cumplir para evitar el contagio, sino que también rige sobre todas las actividades económicas, se ha comenzado a hablar de la Primera Revolución Digital (1RD), la que ya en estos momentos comienza a manifestarse a través de algunos fenómenos: desmaterialización de activos, la virtualización de procesos (incluyendo aquéllos vinculados con el trabajo humano), la necesidad de ubicuidad en el espacio-tiempo, la reducción de costos de transacción, la instantaneidad del intercambio de bienes y servicios, la toma de decisiones mediante inteligencia artificial, entre otros. Si bien todos estos cambios ya venían ocurriendo antes de diciembre de 2019, en estos meses del 2020 y como resultado de la pandemia, estos fenómenos no sólo se aceleraron sino que, y esto es quizás lo más importante, se están instalando fuertemente en nuestra cotidianeidad, por lo que ya forman parte de la “nueva normalidad” que viviremos a partir de ahora: teleeducación, telesalud, empleo del gobierno electrónico y del trabajo remoto, videoconferencias y videollamadas como medios de comunicación intra e inter-empresarial, etcétera. Cambio de paradigmas Con base en datos de Ricoh Latin America, en 2020 la ejecución de la ruta hacia la transformación digital será crucial para el éxito de cualquier empresa en América Latina. Foto: Twitter. Para la redefinición de los modelos de negocio y la optimización de procesos, las empresas tecnológicas tendrán que poner toda su atención en la inteligencia artificial, reconocimiento facial, nube, Internet de las cosas, aprendizaje profundo, controles biométricos, robótica, realidad aumentada, ciberseguridad, teletrabajo, plataformas de teleconsulta para la asistencia médica, entre otras. La inteligencia artificial es uno de los sistemas que tendrá mayor impacto después del COVID-19. La predicción de comportamientos y la anticipación a un hecho son sus principales funciones y gracias a la analítica de datos, esta tecnología no sólo se ha podido utilizar durante la pandemia para la gestión de información sobre pacientes, viajeros, escuelas, empresas, gobierno, sino que puede seguir haciendo predicciones acertadas posteriores al virus. Foto: Twitter. Con el confinamiento obligatorio en México, el teletrabajo o home office creció de manera exponencial como una alternativa segura para darle continuidad al negocio. No obstante, muchos corporativos tuvieron que reforzar sus estrategias de ciberseguridad debido al incremento de amenazas y fraudes. Muchas compañías consideran que el trabajo a distancia posCOVID-19 será la tendencia. En muchos casos, las empresas han descubierto que se ha incrementado la productividad de algunas áreas del negocio e incluso grupos como los millennials ven con buenos ojos que se continúe con la actividad laboral desde casa. Según el estudio “The Deloitte Millennial Survey”, realizado por esa consultora, 50% de esta generación busca flexibilidad en horarios y la oportunidad de hacer home office. Esta pandemia permitió que el trabajador mostrará su compromiso y productividad desde casa. Para un correcto home office, los expertos recomiendan reforzar la seguridad de la información mediante la actualización de aplicaciones; conexiones seguras como VPN (Virtual Private Network); micrófonos de calidad; instalación estable de internet y una buena cámara; herramientas de trabajo colaborativo, apps de mensajería instantánea y plataformas de videoconferencia como Cisco Webex, Hangouts de Google, Teams de Microsoft, GoToMeeting o Zoom. El uso de herramientas de administración de proyectos como Monday, Hive, Teamwork y Asana podría ser de mucha utilidad para garantizar su seguimiento y éxito, además de facilitar la adopción de estrategias agiles para las metas corporativas. Foto: Twitter. Además, la disrupción provocada por el COVID-19 cambiará la industria del cuidado de la salud y la atención de pacientes vía telemedicina, las entradas a sitios como aeropuertos, oficinas, hospitales, escuelas, etc., mediante reconocimiento facial para eliminar el uso de huellas digitales y tarjetas, así como la sanitización en el transporte y uso de apps de movilidad. No tenemos control del futuro ni de las contingencias que vendrán, lo cierto es que en cada una de las actividades que hagamos estará más presente la tecnología y nuevas reglas de convivencia, por lo que la resiliencia y adaptación al cambio serán claves para integrarse a la “Nueva Normalidad”.