EFE / La Voz de Michoacám Europa. La frecuencia de las sequías de dos años que baten récords, como las de 2018 y 2019 en Europa Central, aumentará en la segunda mitad de siglo si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, según un estudio de Scientific Reports. Esta es la principal conclusión de un trabajo liderado por científicos del centro alemán de investigación medioambiental Helmholtz, quienes examinaron el impacto de la sequía de esos dos años, utilizando datos climáticos mundiales del período 1766-2019. El equipo de investigadores constató que los veranos tanto de 2018 como de 2019 fueron más secos que el promedio, y fueron dos de los tres períodos veraniegos más cálidos jamás registrados. Más del 50% de la región de Europa Central sufrió severas condiciones de sequía, lo que la convierte en la sequía de dos años de mayor escala y más impactante que se haya registrado. La segunda sequía más impresionante registrada duró de 1949 a 1950, pero afectó a un área 33% más pequeña, informa el centro Helmholtz en una nota. "Es necesario que reconozcamos la importancia de estos perseverantes eventos de años consecutivos y desarrollemos un marco integral para modelar el riesgo", señala Rohini Kumar. Los autores utilizaron modelos informáticos de crisis climática global para predecir cómo podría cambiar la frecuencia de las sequías de dos años en las próximas décadas y si las emisiones de gases de efecto invernadero podrían tener un efecto. Al modelizar los escenarios climáticos que predicen el mayor aumento de los gases de efecto invernadero a lo largo del tiempo, los autores proyectaron un aumento de siete veces el número de sequías de dos años en toda Europa en la segunda mitad del siglo (2051-2100). Las proyecciones también sugerían que las zonas de cultivo afectadas por la sequía en Europa central casi se duplicarán, incluyendo más de 40 millones de hectáreas de tierras cultivadas. Cuando se utilizaron las proyecciones climáticas de concentraciones moderadas de gases de efecto invernadero, el número previsto de sequías de dos años se redujo casi a la mitad. La frecuencia prevista disminuyó en más del 90% con proyecciones climáticas bajas.