Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Fausto Vallejo Figueroa se concibe como una persona libre. No está peleado con los verdaderos priistas, pero sí con quienes tienen y secuestraron al partido “desviando en toda su dimensión los postulados”. Él cree que Cristóbal Arias debe ser el próximo gobernador, sin embargo, está consciente que la primera aduana que debe pasar con éxito está en Morena. No se ve en las boletas en el próximo proceso. Quiere sacarse la espina, tras su última incursión en la función pública y admitió que le quedó a deber al pueblo de Michoacán “por mi enfermedad, porque nos equivocamos en uno que otro funcionario” y también por su confianza desbordada que le dio al presidente Enrique Peña Nieto. El próximo gobernador no debe ceder la rectoría de la seguridad al gobierno federal. Vallejo Figueroa cree que va a ganar Morena la gubernatura, y Arias Solís viene generando un movimiento incluyente a diversas maneras de pensar. Ahí ve gente nueva y de la sociedad civil. Con el senador ha tenido momentos antagónicos, sin embargo, no han perdido la relación ni el respeto. También cree que Víctor Báez podría ser buen candidato. Vallejo Figueroa dice con satisfacción que toda su vida la ha entregado al servicio público, tratando de aportar ideas, de servir y de aprender “porque la política es al infinito y nunca se acaba de aprender”. Cree que hay cosas que no cambian, como los valores y principios como la lealtad, integridad y honradez, “y no los de moda”. Admitió que hay quienes se ponen ese traje, porque es rentable en tiempos electorales. “La condición humana no ha cambiado y hay un proceso cultural también en el país en donde se nos hace difícil entender en toda su dimensión lo que es la democracia”, expone el exalcalde durante la entrevista exclusiva con La Voz de Michoacán. Afirma que hay que preservar lo esencial que son las libertades. Vallejo dejó el PRI en 2018, previo a contender por Encuentro Social por la alcaldía de Morelia. Él afirma que en ese partido hay elementos extraordinarios, sobre todo en las bases, sin embargo, el partido está secuestrado. “Hay que diferenciar lo que son las bases priistas, lo que es parte de ese pueblo que creyó en los cambios, en las promesas que se hicieron y obviamente el PRI de la nomenclatura”. Confiesa que quienes entregaron su sangre para formar al PRI no estarían orgullosos de lo que hoy se ha convertido. Incluso, retomó ideas del hijo de Luis Donaldo Colosio, quien ha dicho que su padre de avergonzaría. Él recuerda que en su última gestión como alcalde ejecutó 2 mil 400 obras. Se siente orgulloso, porque entre obras chiquitas, medianas y grandes, siguen siendo un legado para el pueblo. No quiso entrar a detalle para hablar de sus sucesores, incluso, admitió que sería muy pedante de su parte tratando de compararse o minimizar. Incluso recuerda que Felipe Calderón, entonces presidente, se impresionó por la obra que construyó en Torreón Nuevo, la Unidad Bicentenario. Confesó que sí hubo un cambio fundamental entre lo que hizo como alcalde y como gobernador. “El cambio fundamental y yo digo que hay una … inconclusa de mi parte por eso debo de aportar siempre pensando en Morelia, en Michoacán más allá de partidos políticos, más allá de personalidades”, dijo Vallejo, quien considera que como mandatario estatal se enfrentó a una deuda cercana a los 32 mil millones de pesos, así como el tema de la seguridad. Cree que pese a las condiciones de Michoacán él asumió el reto de gobernar porque es esa su vocación de servicio. “No es para llegar a ejercer el poder, para enriquecerse, para servir, es el placer, la satisfacción, el compromiso de verdaderamente cumplir”. Recordó que su enfermedad fue fundamental para el marcaje de su gobierno. No dejó pasar las condiciones de inseguridad que vivía el estado, y es por ello que solicitó auxilio del gobierno federal y fue que enviaron a la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, representada por Alfredo Castillo. Reconoció que se tuvieron avances en materia de seguridad, sin embargo, lo responsabilizó de un ejercicio indebido, brutal, arbitrario. “El diseño era lo correcto, pero la gente que nos mandaron era la escoria del Estado de México”. Vallejo dejó el gobierno en 2014 y en su lugar fue designado Salvador Jara Guerrero. Él cree que en política uno no puede desdeñar absolutamente nada. No cree que vaya a ser un día de campo la ruta 20-21 y habrá muchos reacomodos sociales y políticos.