Agencias / La Voz de Michoacán México. Esta infección, que causa principalmente cefalea y confusión, no se transmite entre personas, salvo casos excepcionales como la donación de órganos (trasplantes), transfusiones o por lactancia materna Se confirma que al menos 12 personas de las 19 diagnosticadas con meningoencefalitis vírica en Sevilla (Coria del Río y La Puebla del Río) han dado positivo en virus del Nilo Occidental (VNO), un arbovirus zoonótico, lo que implica que se transmite al hombre desde su reservorio animal (las aves) mediante artrópodos, en este caso, mosquitos, principalmente del género Culex. Qué es y qué enfermedad provoca Declarada enfermedad 'reemergente' en Europa por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde fue descrita en los años 50, la fiebre por virus del Nilo Occidental (VNO) pertenece al género flavivirus y al complejo antigénico de la encefalitis japonesa,familia Flaviviridae. Se trata de una enfermedad distribuye principalmente en Europa, África, Medio Oriente, Asia y Norte América. Durante los últimos veinte años ha venido registrando un incremento en el número de brotes y, un informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias (CCAES), señala que en septiembre de 2010 se produjo en España un brote de VNO en equinos y humanos en una zona del sur de la Península, que puso de manifiesto la circulación del virus en esa área. Desde entonces se ha producido una importante expansión de las áreas afectadas ya que los largos periodos del año con elevadas temperaturas permiten su proliferación y la posibilidad de contacto con posibles reservorios, existiendo zonas de especial interés como son los humedales, donde cohabitan aves locales con aves migratorias procedentes de áreas donde el VNO es endémico. En España desde existe una amplia circulación de mosquitos vectores debido a las condiciones climáticas, especialmente en zonas rurales cercanas a humedales y con abundantes poblaciones de aves. De hecho, el brote de meningoencefalitis ha tenido lugar en las marismas del Guadalquivir. Y se sabe que “al menos desde 2003, este virus está circulando en Andalucía, principalmente en zonas naturales, donde no hay humanos, y desde 2010 se detectan brotes regulares en caballos en distintas provincias andaluzas, como Cádiz, Sevilla, Málaga y Huelva”, tal y como ha explicado el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre. “Ha sido una primavera muy lluviosa y la población no estaba en el campo porque estaba confinada por la COVID-19, lo que ha provocado que se acumulara agua en muchos lugares donde no se acumularía o que se vaciaría muy rápidamente, como en depósitos destapados o contenedores del campo”, explica Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana y director en el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Epidemiología y Salud Pública. El especialista en el virus del Nilo asegura que “ese agua acumulada ha generado criaderos de mosquitos y que este verano se detecten muchos más mosquitos que el año pasado”. ¿Cómo se contrae? La meningoencefalitis es una inflamación de las meninges y del cerebro que tiene causas muy diversas, desde infecciones hasta enfermedades inflamatorias. Dentro de las enfermedades infecciosas, que son el grupo más común, puede estar causada por diferentes microorganismos incluidos bacterias y virus. El brote de Sevilla se ha vinculado al virus del Nilo, la primera causa de meningoencefalitis epidémica en Europa, y tiene su origen en las picaduras de mosquitos. A su vez el mosquito adquiere el virus al picar a aves infectadas que actúan como reservorio del virus, o bien a caballos con esta infección. En España, el transmisor más habitual es el mosquito culex, concretamente, el “culex pipiens”, aunque en zonas más frías de la península como el Cantábrico y Asturias ya se ha asentado el “aedes japonicus” que también lo puede transmitir. No es una enfermedad contagiosa Los seres humanos y los caballos son los denominados ‘hospedadores finales’; se infectan pero no contagian. El periodo de incubación suele durar entre 3 y 14 días. No se ha confirmado ningún caso de transmisión de persona a persona por el contacto social ordinario, pero sí algunos de contagio por transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos, y por lactancia natural, aunque es extremadamente inusual ya que solo se conoce un caso de transmisión de madres a fetos a través de la placenta. Fiebre, cefalea y confusión La mayoría de las personas no saben que han sido infectadas por los mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental. Cuatro de cada 5 personas no presentaran síntomas. De hecho, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en el 80 por ciento de los afectados por el virus del Nilo no se presentan síntomas. La meningitis produce fiebre, cefalea, vómitos, rigidez nucal y fotofobia. En la encefalitis existe disfunción neurológica, variable según el área del SNC afectada. (Foto: Getty) En el 20 por ciento restante, sin embargo, puede provocar la aparición repentina de dolores de cabeza, fiebre, vómitos, fatiga, dolor ocular o muscular. A veces también produce una erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos. Y también puede producir alteraciones severas en el Sistema Nervioso Central (aparece en menos del 1% de los casos) y enfermedades de gravedad como la meningoencefalitis; además de causar una enfermedad grave en los caballos. Hay vacunas contra la afección equina, pero aún no las hay para las personas. En el brote de Sevilla los afectados acudieron al hospital con fiebre alta, náuseas y vómitos. También se ha identificado otros síntomas como pérdida del apetito, aturdimiento o dificultad para controlar la orina. Medidas preventivas La Junta de Andalucía ya ha activado un protocolo para frenarlo, y la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha recordado las claves para prevenir picaduras de insectos Emplear telas mosquiteras en ventanas y puertas.Intentar no permanecer al aire libre entre el atardecer y el amanecer, y procurar dejar la luz apagada.Además, conviene evitar las zonas húmedas y los perfumes intensos.Usar ropa clara que cubra lo máximo posible la piel (camisa de manga larga y pantalón largo, sobre todo si se sale al anochecer) y sacudirla bien antes de usarla si se ha tendido en el exterior. Lo más eficaz es “evitar que se acumule agua cerca de nuestras casas, porque los mosquitos que transmiten este virus no vuelan grandes distancias, solo vuelan unos cientos de metro”, apunta Figuerola. En cuanto a los repelentes, es importante hacer un uso adecuado de los mismos, siguiendo las recomendaciones sobre el modo y frecuencia de uso descritos por el fabricante. Y recuerda que si se usa crema para el sol, hay que aplicarla primero, dejar absorber durante veinte minutos y, entonces, aplicar el repelente de mosquitos.