Redacción Web/La Voz de Michoacán. La Compañía Nacional de Teatro dio a conocer en conferencia de prensa, realizada esta mañana en Guanajuato, el estreno de La sangre de Antígona de José Bergamín, dentro del 41 Festival Internacional Cervantino. Obra que refleja la capacidad de despertar conciencias y enunciar preguntas, desde la poética escénica, subrayó el director español Ignacio García. La poética de la destrucción y de la derrota conviven en el escenario con el grito salvaje de la acusación a aquéllos que lo hacen posible, lo provocan o lo consienten, afirmó el director Ignacio García, quien junto con Jorge Volpi, director del Festival Internacional Cervantino, Luis de Tavira, director artístico de la Compañía Nacional de Teatro, y los actores Erika de la Llave e Ignacio Beristain, dieron a conocer los pormenores de este estreno que tendrá lugar el 10 de octubre, al día siguiente de la inauguración del festival. El bramido del personaje principal en La sangre de Antígona, es el de una generación que exige a quienes han creado el marco propiciatorio de esa aniquilación de la justicia y del propio Estado, dejar paso a nuevas voces, nuevos valores y nuevas leyes, y la posibilidad de construir una sociedad no fundamentada en la pura, despiadada y salvaje ley del más fuerte. Este texto de José Bergamín, que bajo la dirección de Ignacio García se estrenará el 10 de octubre en el Teatro Principal, a las 18:00 horas, ofrecerá dos funciones los días 11 y 12 en el mismo horario. Este estreno constituye el número 35 del repertorio de la Compañía Nacional de Teatro del INBA bajo la dirección artística de Luis de Tavira y pertenece al Quinto ciclo, inscrito al Patrimonio Universal del Teatro. El autor de La sangre de Antígona, José Bergamín (1897-1983), ensayista, dramaturgo y poeta, es una figura esencial de la intelectualidad española que atraviesa el siglo XX. El director español Ignacio García, quien desde hace algunos años vive y trabaja tanto en México como en España, afirma que la presencia de la guerra y de sus consecuencias son un elemento de adjetivación permanente en la construcción del presente espectáculo, al tiempo que un elemento de abstracción que unifica las consecuencias de todas las guerras. La sangre, la muerte, la venganza, la destrucción y la barbarie aniquilan toda identidad y diferencia. Un hombre armado siempre se parece a otro aunque pertenezcan a diferentes ejércitos, los cadáveres enemigos no se diferencian mucho, y una casa derrumbada por un bombardeo es igual en todas partes. La suciedad, el polvo que queda tras la destrucción (ya sea en las guerras persas o en el 11-S) difumina las diferencias entre los seres humanos, convirtiendo a todos en víctimas de la destrucción y la sinrazón y en hermanos del dolor. Esta pátina de suciedad bélica unifica el mundo de la guerra y a sus habitantes, estableciendo ese universo de abstracción que buscamos, en el que los valores están por encima de la corrección del contexto. El presente proyecto es una producción de la Compañía Nacional de Teatro de México en colaboración con el Centro Dramático Nacional (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música de España), la Universidad Internacional de La Rioja y la Consejería Cultural de la Embajada de España en México.