Adeuda la Federación seguros catastróficos a agricultores michoacanos desde hace dos años

Productores agrícolas, olvidados por la federación; además de que ya se cancelaron las pólizas, no se han liquidado las de ciclos pasados

Foto: Twitter.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Hasta tres años de espera acumulan agricultores michoacanos para el pago por daños ambientales de los distintos cultivos y plantaciones afectadas en los últimos 30 meses. A los adeudos con los productores se suma la incertidumbre de que este año vieron desaparecer los fondos contra desastres y otra serie de programas y apoyos para fortalecer el campo. 

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Para este año, a pesar de las condiciones de sequía y lluvias torrenciales que han siniestrado centenares de parcelas en distintas regiones del estado, la desaparición de los recursos, “que ya de por sí eran pocos”, considera la Confederación Nacional Campesina (CNC).

El 2018 se caracterizó por ser un año plenamente lluvioso que dejó cuantiosas pérdidas por inundaciones, granizadas e incluso fuertes heladas en las regiones altas del estado. Para el 2019 la tendencia se revirtió y la falta de lluvias, el intenso calor y condiciones de sequía provocaron pérdidas que para finales de ese mismo año ya sumaban 100 mil hectáreas afectadas. Ambos ciclos anuales se encuentran entre los que mayores pérdidas han dejado a los productores agrícolas en la última década, no obstante, los recursos no han fluido con la celeridad necesaria.

Jesús Luna Morales, presidente de la Confederación Nacional Campesina en Michoacán advirtió que la política del campo se sigue diluyendo y lo poco que llega al agro, se trata de ‘ocurrencias’. 

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“El tema de la reducción de recursos también viene en la reducción a los seguros. Hemos insistido de que en el gobierno de México tiene mucho que no hay una política de Estado para el campo, siempre son políticas de muchas ocurrencias. Están buscando que dependamos netamente del Gobierno y eso no se vale”, comentó.

Sobre los seguros catastróficos y la situación que impera, dijo que “es terrible porque todavía se deben desde el 2018, ya hubo inundaciones, el año pasado con sequía y este año hay de las dos, pero todavía no pagan los dos años pasados”.

No hay reportes de daños a cultivos locales desde el mes de mayo, periodo en el que feneció el último seguro catastrófico. Se había señalado que durante la última semana de julio los ayuntamientos reportaran al gobierno estatal sobre cuantificaciones de daños. 

Para conocer cómo va el tema al prácticamente finalizar el mes de agosto, la Voz de Michoacán consultó con la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua) sobre una cifra oficial de hectáreas afectadas, sin embargo, la dependencia señaló aún no tener información al respecto.

Es de recordar que el seguro por daño catastrófico dejo de cubrir a los productores locales a partir del mes de mayo pasado. Si bien el Gobierno de Michoacán ha anunciado la creación de un nuevo seguro, aún no se han dado a conocer para cuando entraría en operaciones por lo que de momento las parcelas no están ‘blindadas’ contra fenómenos naturales.

El presidente de la CNC, advirtió que las políticas para el campo, a pesar de ser el sector agrícola el principal generador del PIB a nivel estado, siguen dejando desprotegidos a los sectores más vulnerables: los productores de granos.

La inversión se fue reduciendo para protegerlos. Durante el 2018 se presumió el incremento al seguro por daño catastrófico; periodo en el que alcanzó hasta 900 mil hectáreas de cultivos protegidos y hasta otros rubros de la producción primaria. Para 2019, luego de que trascendieran los recortes, se anunció que serían apenas 600 mil hectáreas, mientras que para este año el seguro ha desaparecido. 

El estado de Michoacán es la entidad que ocupa el primer lugar en el sector primario de producción alimentaria, por lo que más de un millón de hectáreas de superficie estatal se encuentran destinadas a actividades agrícolas de todo tipo. Con lo anterior, los riesgos ante los distintos fenómenos climáticos, como lluvias torrenciales, potenciales ciclónicos, condiciones de sequía extrema, heladas y nevadas, son el principal riesgo para los miles de productores locales que depositan toda su fuerza de producción y de trabajo en la tierra. 

El objetivo del seguro era proteger cultivos cíclicos, como maíz, sorgo, así como de hortalizas y cultivos perennes como frutales y otros. Las indemnizaciones pueden alcanzar de mil 500 pesos por hectáreas de cultivos básicos, y de 2 mil 500 pesos por hectárea en perennes y frutales. 

Son cerca de 500 mil productores michoacanos los que realizan cultivos de temporal, correspondientes al ciclo primavera-verano los que se encuentran en mayor vulnerabilidad, ya que dependen precisamente de las lluvias y otros fenómenos. El principio de esta actividad es aprovechar las precipitaciones pluviales de esta época del año para potenciar la producción de diversos productos.