Redacción / La Voz de Michoacán La Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC) describió al virus del papiloma humano (VPH) como causante de tumores en la faringe, tanto su incidencia como su relevancia clínica han sido fruto de debate entre los especialistas dedicados a la oncología de cabeza y cuello. La infección por el virus del papiloma humano es una enfermedad de transmisión sexual, y esto es algo totalmente novedoso en los tumores de garganta. Los tumores mucosos de cabeza y cuello, situados en la vía aerodigestiva superior, representan en su globalidad el 5º-6º tipo de tumores más frecuentes del organismo. Los tumores de orofaringe, la parte de la garganta inmediatamente posterior a la boca, representan un 0,9 % del total de los tumores del organismo, según datos de GLOBOCAN. Estos tumores tradicionalmente cumplían el patrón descrito, siendo el tabaco principalmente y el alcohol los causantes de las mismas. En cambio, con el advenimiento del VPH en la última década, este escenario está cambiando por completo. Los tumores orofaríngeos producidos por el VPH son una entidad patológica no sólo nueva, sino radicalmente distinta a priori del resto de nuestros tumores. Si bien se trata de carcinomas escamosos, que son el tipo de células malignas habituales, de la mucosa de la faringe, difieren en todo lo demás. Los tumores de orofaringe VPH positivos, es decir, producidos por el virus, son tumores con especial predilección por determinadas zonas de la faringe como las amígdalas palatinas y la base de la lengua. Las prácticas sexuales bucogenitales también pueden abrir las puertas al cáncer oral. La ciencia revela que fumar y practicar sexo oral con cinco o más compañeros a lo largo de la vida aumenta el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer orofaríngeo vinculados al virus del papiloma humano (en concreto, al del tipo 16 que, junto con el 18, es responsable de casi el 70% de los cánceres del cuello uterino). Este microbio tiende a acampar en las mucosas y las áreas genitales (pene, vagina o ano) pero no le hace ascos a mudarse a la garganta. Solo hace falta que alguien lo transporte en una noche de amor. Así lo revela un estudio publicado en Annals of Oncology. Teniendo en cuenta que para 2020 se prevé que los casos de este tipo de tumor igualen a los de cáncer cervical (cuello de útero), los investigadores querían saber qué factores de riesgo aumentan la posibilidad de que un ciudadano sano desarrolle la enfermedad.