Se emiten medidas sanitarias, pero pasajeros de transporte público siguen sin acatarlas

Se han dado casos en que los choferes incluso reciben agresiones por parte de quienes se niegan a usar el cubrebocas, y se opta por negarles el servicio

Foto: Samuel Herrera Jr.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Ciudadanos y usuarios del transporte público se oponen a cumplir con las medidas de sanidad y contención a los efectos del COVID-19. A 6 meses de la llegada del SARS-CoV-2 a nuestro estado, la población sigue sin creer y oponiéndose a los protocolos de sana distancia.

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Cada una de las rutas llega a registrar hasta 4 casos de pasajeros diariamente sólo en los servicios de transporte urbano de Morelia y una cantidad no documentada de conatos de agresiones verbales y físicas a los trabajadores del volante.

Si bien se han presentado 70 multas a transportistas desde abril a la fecha por no cumplir con las obligaciones de uso de cubrebocas, gel antibacterial y la disminución del aforo en las unidades, la situación en el caso concreto de los trabajadores del volante va a la baja.

El líder de la COMIT, Marco Antonio Saucedo Zavala, señaló que a pesar de las medidas que han tomado como organizaciones, la sociedad sigue sin responder en su totalidad. Se han llegado a presentar hasta conatos y agresiones a operadores por parte de usuarios que se niegan a cumplir con medidas tan básicas como el cubrebocas.

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Foto: La Voz de Michoacán.

"Nosotros incluso tenemos la autorización de negarles el servicio a las personas que no usen el cubrebocas. Se ponen muy agresivos, sobre todo en las comunidades rurales y hasta aquí en Morelia. Poco a poco la gente está aceptando, pero nos hemos visto en la necesidad de negarles el servicio a los usuarios. Nosotros les decimos a los operadores pero es difícil, hacemos bastante hincapié y hay ocasiones que se suben personas del sexo masculino al grado de querer golpear al operador. Es difícil controlar la situación. Puede ser que en todo el servicio hasta 3 o 4 por rutas, pero la gente se niega todos los días", manifestó.

Fue al poner en marcha el programa de sanitización diaria de unidades de tipo urbano que el líder transportista reconoció la problemática a la que siguen enfrentando prácticamente todos los días.

A partir de esta semana, diariamente serán sanitizadas decenas de unidades de tipo urbano con el objetivo de disminuir la tasa de contagio en las unidades del transporte que diariamente mueven a miles de personas.

Con la reapertura económica de Michoacán, desde la primera semana de junio aumentaron los aforos de trabajadores y personal en el transporte público hasta en 40 por ciento y se espera que sigan incrementando conforme aumenten las actividades de las dependencias de gobierno y empresas privadas.

Foto: Víctor Ramírez.

Por su parte, Marco Antonio Lagunas Vázquez, titular de la Comisión Coordinadora del Transporte (Cocotra), comentó que es en las zonas rurales en donde se han concentrado la mayor resistencia de los ciudadanos a las medidas sanitarias y de sana distancia.

En cuanto a la cantidad de multas interpuestas contra los trabajadores del volante, aclaró que la cifra va en disminución en las últimas semanas, tendencia que fue detectada en los operativos.

"Hay la posibilidad de sancionar al operador, no podemos sancionar al ciudadano, no está dentro de nuestras facultades y nos hemos auxiliado con Seguridad Pública para que nos auxilien para que usen el cubrebocas", aclaró el funcionario estatal.

La multa es importante. Entre 10 y 30 unidades UMAS serán aplicadas a modo de sanción a los choferes que no portar el tapabocas. El objetivo es claro: identificar que las unidades cuenten con gel antibacterial, que no sobrecarguen las unidades de pasajeros, que el operador porte adecuadamente su cubrebocas y que los pasajeros hagan caso a las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia, el uso del transporte público en todo el mundo fue señalado como uno de los puntos de mayor contagio en las ciudades. La aglomeración de personas, las condiciones que implican que sea prácticamente imposible guardar distancia y otros factores colocan a este servicio como de más alto riesgo para la cuidad.

La condición económica de los transportistas es delicada debido a 6 meses de bajos ingresos y de que la movilidad en la ciudad de Morelia se ha reducido. Si bien se han reactivado algunos sectores económicos aún restan los más importantes; decenas de miles de estudiantes de distintos nivele educativos que aún no tienen para cuando regresar a las aulas.