Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hasta 50 mil huevos de tortuga golfina habrían sido destruidos por los efectos de la tormenta Hernán el pasado fin de semana, según los primeros reportes de ecologistas en la zona. En uno de los episodios de mayor daño por un meteoro, los campamentos tortugueros de la costa de Aquila resultaron seriamente afectados. El campamento Punta Ixtal, uno de los más importantes en todo el litoral michoacano, anunció que no habrá liberación de crías de golfinas para este año. Cada temporada de desove logran resguardar y liberar hasta 50 mil crías de tortuga, pero la tormenta se llevó las aspiraciones ambientalistas. Las imágenes compartidas por el mismo campamento revelan la destrucción de los nidos y de espacios de desove en el que es considerado como el campamento de mayor importancia en la Costa michoacana. El impacto, además de ecológico, es económico: las actividades de protección a la tortuga constituyen una fuente de ingreso a las familias de la comunidad, así como una derrama económica importante por concepto de las actividades turísticas que son atraídas por la protección de la tortuga. La comunidad encargada del campamento Punta Ixtal sigue trabajando de manera voluntaria en las reparaciones al campamento, que tiene más de 25 años de antigüedad. Asimismo, el comité de encargados del campamento espera la entrega de algún tipo de apoyo por parte de las autoridades estatales y federales para la evaluación y reparación de los daños a la infraestructura, que es considerada como una de las más importantes por la investigación científica y ecológica de la zona a favor de la tortuga marina. Los campamentos en el municipio de Lázaro Cárdenas no sufrieron la misma suerte que en el caso de aquellos enclavados en el municipio de Aquila. Alonso Ramírez, líder de los campamentos de esta zona de la Costa, explicó que se siguen revisando los ocho campamentos ubicados en esta área y hasta el momento no han registrado problemas. “Ninguno fue afectado por la tormenta. Me refiero a que haya erosionado o invadido lo que son los nidos en resguardo y nos tiró la malla sombra, pero los nidos siguen estando protegidos de las inclemencias del clima”, manifestó el encargado del campamento El Habillal. Al respecto, autoridades estatales han anunciado medidas de atención a la problemática. El secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Herrera Tello, anunció el contacto con los responsables del campamento de tortugas, quienes reportaron el daño derivado del fuerte oleaje y lluvias provocadas por Hernán, afectando los nidos de la tortuga golfina. “Sabemos de la afectación que se generó para la biodiversidad, que afectaría cinco arribazones de la tortuga a las playas michoacanas, buscaremos rescatar la mayor cantidad posible porque justo es la temporada en que estos quelonios siguen desovando, cuidaremos estos nuevos huevos para la supervivencia de la especie”, añadió. El incremento de huracanes y tormentas tropicales ha aumentado significativamente las afectaciones a los campamentos tortugueros y la destrucción de miles de nidos. El estatus de las poblaciones mexicanas de tortugas marinas ha cambiado en las últimas cuatro décadas, en especies como golfina, negra o prieta, del Pacífico, y del Golfo de México, la verde y caguama, donde existen evidencias científicas de su recuperación. Sin embargo, hay otras especies, como la tortura lora carey del Pacífico, y laúd, que se encuentran en una situación muy grave, casi al borde de la extinción. En Michoacán, cada año se esperan las arribazones masivas de tortugas entre los meses de julio y octubre. Son al menos cuatro eventos masivos en las costas del estado en donde arriban decenas de miles de tortugas. Según información, actualmente hay poco más de 20 campamentos tortugueros en la Costa michoacana, aunque la mayoría no ha podido renovar permisos para operar debido a la burocracia atascada por la misma pandemia y diferentes movimientos en dependencias desde la Federación. Son las zonas costeras de Aquila y de Lázaro Cárdenas los puntos en donde se concentran los esfuerzos para resguardar a las especies de la caza, del saqueo e incluso de las jaurías de perros que han dado muerte a cientos de tortugas. Los campamentos tortugueros de la Costa michoacana se encuentran constituidos por jornaleros y población aledaña que se ha sumado a la iniciativa desde hace años con el propósito de proteger a las especies. En muchos casos, de forma desinteresada y con el objetivo de que las comunidades atraigan turismo ecológico, los campamentos se ven cada vez más limitados en términos de recursos. Son muchos los fenómenos a los que se enfrentan las tortugas, tanto en la Costa del estado como en el resto de la línea costera del Pacífico. El saqueo de los huevos y el alto costo en el que se vende la carne de tortuga en el mercado negro las ha colocado en una posición aún más vulnerable en términos de conservación.