Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Almacenar alimentos en recipientes plásticos, sobre todo cuando están fabricados con determinada sustancia, son foco de riesgo para desarrollar cáncer, alerta la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). En su revista mensual de septiembre la Profeco detalló que la sustancia Bisfenol A o BPA se utiliza para endurecer el plástico y se encuentra presente en equipos médicos, botellas de plástico, biberones y el revestimiento interno de algunos envases de refrescos y alimentos. “Algunos estudios en animales han demostrado una posible relación entre la exposición al BPA y aumento en el riesgo de cáncer. En Estados Unidos está parcialmente prohibido y se ha dejado de emplear en la fabricación de biberones. En otros países, como el nuestro, se sigue utilizando”, dice la publicación. La dependencia federal explica que los envases de plástico son de un solo uso, por lo que cuando se utilizan más de lo que se espera, sobre todo los plásticos, pueden agrietarse o romperse, y en el caso de los alimentos, cuando se guardan en estos recipientes y se deterioran, se convierten en la entrada de bacterias Recomienda que los alimentos se conserven en recipientes creados solo para este uso y cuando sea posible se les dé otro, como para guardar objetos, por ejemplo. Cuando en un recipiente contenga impreso una copa y un tenedor juntos –abunda Profeco–, significa que el material es apto para su uso en contacto directo con los alimentos, como los fabricados con Polietileno de Alta Densidad, Polietileno de Baja Densidad y de Polipropileno (figuras 2, 4 y 5). En cuanto a las bolsas herméticas, la reutilización dependerá de los alimentos que se guarden en ellas, como un sándwich, galletas o frutas, siempre y cuando se laven adecuadamente por dentro y por fuera. Pero no se recomienda lavarlas con agua caliente, ya que afectaría al plástico y aumentaría la posibilidad de que los productos químicos del plástico pudieran contener la sustancia BPA se propaguen a los alimentos. El estudio de la Profeco explica que cuando se ha guardado en las bolsas herméticas carne o pescado crudo, se corre el riesgo de exponerse a la contaminación cruzada (transferencia de microorganismos como bacterias, virus y parásitos). Lo mismo con alimentos grasientos o que dejan residuos que no se puedan eliminar por completo.