José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Pese a que uno de los argumentos esgrimidos por la administración municipal en turno para buscar la inclusión de Jiquilpan al Programa Federal de Pueblos Mágicos fue que se accedería a una bolsa millonaria para el desarrollo de infraestructura, lo cierto es que, hasta el momento, el concepto de este programa se ha reducido al embellecimiento de apenas unos pequeños espacios. Uno de los principales problemas es que, a ciencia cierta, ni las administraciones de Francisco Álvarez Cortés, Clemente Covarrubias y Roberto Mejía, del 2012 a la fecha, han podido dar a conocer la cantidad de recursos económicos o las obras desarrolladas con dinero de la bolsa federal de Pueblos Mágicos y las mejoras se han reducido a capacitaciones a los prestadores de servicios turísticos locales principalmente en los sectores de la gastronomía y la artesanía. De manera general, los integrantes del Comité Municipal de Pueblos Mágicos, hoy convertido en una Asociación Civil, las mejoras en la imagen urbana a partir del ingreso a este programa se reflejan principalmente en el primer cuadro de la ciudad con la rehabilitación con piedra de las calles principales y la sustitución de las lozas del Jardín Zaragoza frente a la alcaldía. Siempre en el riesgo de perder Pese a que uno de los grandes problemas que tuvo que resolver este municipio para ser incluido dentro de este programa fue el de elaborar o adecuar los reglamentos locales, el municipio se mantuvo desde el arranque de su estadía bajo el riesgo de perder este nombramiento principalmente a causa del incumplimiento de los reglamentos en cuanto a la recolección de basura y el comercio ambulante. Parte de la problemática, dijo en su oportunidad Carlos Corona Ruán, presidente del Comité Municipal de Pueblos Mágicos es que no se ha podido dar un trabajo conjunto entre la autoridad municipal y el órgano consultor de Pueblo Mágico. A través de un documento enviado a este Comité desde previo a la actual administración federal, la Secretaría de Turismo Federal consignaba la ejecución de 10 puntos específicos para el desarrollo sustentable de la localidad con denominación de Pueblo Mágico; de hecho no fue esa la primera vez que Jiquilpan estuvo en riesgo de perder la denominación que ostenta desde el 2013 debido la falta de planes de desarrollo que han venido frenando los proyectos de inversión en la generación de infraestructura turística y de prestación de servicios; actualmente no se cuenta en el municipio con un plan de desarrollo turístico, plan de desarrollo vial o plan de seguridad para turistas. De hecho, el programa Federal de Pueblos Mágicos ha sufrido un cambio radical en cuanto a su esquema de operación en el marco de la presente administración y una de las modificaciones que afectaron de manera definitiva fue el de la supresión de recursos económicos; en ese contexto, el Senador de la República Antonio García Conejo propuso una modificación a la Ley General de Turismo para incluir el tema de los pueblos mágicos. El presidente de la Comisión de Turismo del Senado de la República estableció que esta modificación a la Ley General de Turismo beneficiaría a cerca de siete millones de habitantes que viven en los 121 municipios de este País que tienen esta denominación. “Decidimos proponerlo en una ley porque no queremos que este al antojo del Presidente de la República en turno y el programa PRODER-Mágico no desaparezca porque estamos hablando principalmente de empleo para mujeres y jóvenes” estos empleos señala, se generan a través de las micro y pequeñas empresas que ayudan a generar la economía de estas localidades; como parte de sus argumentos, García Conejo destacó que la cancelación del programa PRODER-Mágico, significó también un golpe a la industria turística nacional ya que a través de éste se ayudaba a potencializar la difusión y promoción de los 121 municipios dentro del Programa Pueblo Mágico “Pero también les ayudaba en el mejoramiento de la imagen urbana y servicios básicos como agua potable, drenajes; acciones que ayudaban a convertir estas localidades en sitios más atractivos a los visitantes”. Es de destacar que legisladores de varios Estados que cuentan con municipios con la denominación de Pueblo Mágico han salido en defensa de estos recursos con los argumentos que dan los números en cuanto a número de visitantes y la derrama económica que éstos generan sin embargo en el caso de Jiquilpan no hay datos que puedan soportar ni el número de visitantes ni cuánto ha impactado esto en la economía local. De hecho, Rodrigo Mendoza Betauncourt, integrante de la Comisión de Turismo de este municipio señaló en su oportunidad que no se contaba a nivel municipal con instrumentos de medición sobre estas dos vertientes y los únicos datos existentes eran los que tenían los organizadores de los diversos festivales y eventos que se realizaban a lo largo del año. En lo que se refiere a la inversión de recursos recibida en este municipio en la vertiente del programa de Pueblos Mágicos, de acuerdo a información proporcionada por quienes han estado al frente del Comité Pueblo Mágico, son dos las grandes inversiones llevadas a cabo a través de la rehabilitación de las calles de la poligonal del primer cuadro de la ciudad con piedra que en realidad se trató de una readecuación del programa del Fondo Regional de Pavimentación y la implementación de cableado subterráneo también en el primer cuadro de la ciudad, obras que se vieron severamente retrasadas respecto a lo proyectado debido, en el primer caso, a la falta de recursos y las constantes observaciones realizadas a la compañía ejecutora dada la mala calidad del material y la mano de obra empleada en tanto que la obra de cableado subterráneo se vio afectada ante la negativa de la empresa Teléfonos de México para retirar sus postes y eliminar el cableado aéreo lo que ocasionó incluso que el entonces alcalde Clemente Covarrubias encabezara manifestaciones ante la oficina local de la empresa telefónica.
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