Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las condiciones económicas y financieras de Michoacán lo mantienen alejado de un estatus de autosuficiencia financiera. A meses de que se ha puesto sobre la mesa la discusión y la exigencia de una reforma hacendaria que permita la redistribución de la riqueza del gobierno central a las entidades federativas, la baja recaudación sigue siendo un lastre para el desarrollo económico. Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas, advirtió que Michoacán recibe más de lo que aporta a los acuerdos de coordinación fiscal con la Federación. Si bien se debe trabajar en una redistribución en conjunto con la Federación, señaló que el pacto federal sigue siendo indispensable para la economía de la entidad. El especialista precisó que actualmente el 95 por ciento de los recursos que eroga la Hacienda pública estatal provienen de la Federación, mientras que el 5 por ciento restante son de origen propio, lo que ha derivado en una dependencia importante tanto del aparato de gobierno como de los 113 municipios. En números reales, lo anterior representa que Michoacán genera a partir de los impuestos de todos los niveles hasta 55 mil millones de pesos, mientras que anualmente requiere y recibe hasta 75 mil millones de pesos, lo que, explicó, implica un déficit importante en el camino al autofinanciamiento. “Hay que hacer un replanteamiento porque no sólo es el tema de la distribución. Vamos a decir Nuevo León, con toda razón, podría señalar ser autosuficiente, que con excedentes podría preferir desligarse de la coordinación fiscal. El estado de Nuevo León, si fuera entidad independiente fuera del pacto federal, estaría generando 130 por ciento de sus necesidades. Estados como Michoacán, su capacidad de recursos trayéndose el Impuesto Sobre la Renta, al Valor Agregado, etcétera, más los ingresos locales, más o menos tiene una capacidad de 55 mil millones de pesos”, aclaró. Michoacán cuenta con una de las tasas de informalidad laboral más elevadas del país; con un 70 por ciento de trabajadores en este sector, únicamente 3 de cada 10 ciudadanos pagan impuestos de manera directa a la Hacienda pública. Respecto a la discusión sobre este tema, aseguró que de los estados que comprenden la llamada Alianza Federalista, únicamente Jalisco y Nuevo León son autofinanciables, a diferencia de entidades que se ven beneficiadas por los excedentes de entidades más productivas como en el caso de Michoacán y el sur del país. “Eso de que tiene recursos por encima de 60 mil millones de pesos y deuda contratada por 4 mil 090 millones de pesos para este ejercicio fiscal, evidentemente el estado está recibiendo recursos gracias a la coordinación fiscal, por es no hay que irnos con las lecturas incorrectas. Hay que revisar, hay que actualizarla y modificar la distribución de los fondos participables”, precisó el especialista en economía. Desde hace al menos 7 meses, en el marco del inicio de la pandemia por COVID-19 y la caída de la recaudación, mandatarios estatales colocaron en la agenda política la rediscusión sobre el tema económico y la repartición de la riqueza. El gasto generado al sector salud, la caída de las economías locales y el inicio de políticas de rescate económico a la población por la contingencia sanitaria, implicaron un debilitamiento de las estructuras económicas de los estados. El gobernador Silvano Aureoles Conejo ha señalado que casi el 80 por ciento de los recursos de recaudación se los queda la Federación, mientras que el 20 por ciento restante, en el mejor de los casos, es repartido entre estados y municipios para las principales tareas. Lo anterior ha mantenido una fuerte dependencia de las principales tareas de los estados frente a escenarios de contingencia como en el caso actual, en donde no alcanzan los recursos propios para dar atención a la crisis sanitaria por el COVID-19. Las acusaciones han subido de tono con cada reunión de la que ahora es denominada la Alianza Federalista, integrada por 10 gobernadores. El señalamiento es claro: la Federación es partícipe del monopolio del manejo en los recursos públicos que ha dejado al resto de los niveles del Ejecutivo en condiciones poco sanas para seguir operando. Si bien los mandatarios han alzado la voz para que le toque más presupuesto, desde Palacio Nacional el discurso esgrimido por el presidente López Obrador ha sido de desconfianza hacia los alcaldes y gobernadores, en donde incluso ha señalado malos manejos y otras actividades irregulares de los niveles de gobierno.