Agencias / La Voz de Michoacán Australia. Esta semana la aerolínea Qantas vendió 150 boletos a turistas para dar un recorrido de 7 horas a bordo de un Boeing 787 Dreamliner por algunos de los destinos más famosos del país ubicado en Oceanía, como el monolito rojo Uluru, el famoso puerto de Sídney con el Opera House, las Islas Whitsundays y la Gran Barrera de Arrecife. El proyecto de la empresa se originó al resultar severamente dañada por la crisis financiera derivada del coronavirus, sobre todo porque se prohibieron los vuelos a nivel internacional y ante su necesidad de obtener ingresos y darle la oportunidad a los turistas de volver a experimentar la sensación de viajar sin restricciones, la aerolínea australiana Qantas vendió en 10 minutos todos sus boletos para un destino a “ninguna parte”. Foto: Twitter. El objetivo de este vuelo, que salió de Sidney el pasado sábado, llevó a los turistas a dar un recorrido de 7 horas a bordo de un Boeing 787 Dreamliner por algunos de los destinos más famosos del país ubicado en Oceanía. Los boletos, que se vendieron entre 572 dólares y 2.754 dólares, dieron acceso exclusivo al menú de un famoso chef australiano, Neil Perry, y sobrevolando diferentes zonas turísticas como el monolito rojo Uluru, el famoso puerto de Sídney con el Opera House, las Islas Whitsundays y la Gran Barrera de Arrecife. Solo se pusieron a la venta 150 boletos (para mantener el distanciamiento social y que los pasajeros estén ubicados en las ventanillas). De esa manera, los pasajeros volvieron a sentir lo que es hacer un vuelo extenso sin el temor a que su país los obligue a guardar cuarentena, en caso de que hayan salido del país y regresado al mismo. Qantas ha declarado que son los boletos que más rápidamente se han vendido en la historia de la aerolínea. Hay que mencionar que Australia es uno de los países que mayores restricciones han puesto a sus ciudadanos al momento de viajar: aquel que regrese del extranjero debe pasar de manera obligatoria una cuarentena de 14 días. Aerolínea en crisis Qantas anunció a finales de agosto que estudia externalizar sus servicios en tierra debido a la situación por la que traviesa debido a la pandemia del coronavirus. Dicha situación podría llevarle a eliminar otros 2.500 puestos de trabajo. La empresa ya hizo una reducción de 6.000 empleos el pasado junio como parte una reestructuración por la crisis de la COVID-19. Foto. twitter. Esta no es la única empresa de viajes aéreos que está en crisis. Recodemos que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que las pérdidas en 2020 serán de más de 24.000 millones de dólares, en comparación con los ingresos registrados en 2019. Se estima que las pérdidas de las aerolíneas podrían dejar al menos 1,2 millones de trabajadores sin sus cargos, es decir, un 50% de la industria. También caería un 51 por ciento el tráfico aéreo en 2020 comparado con 2019. Iniciativa genera criticas La iniciativa ha sido duramente criticada por grupos ambientalistas que censuran el hecho de que estos vuelos son un gasto de combustible innecesario que daña al medio ambiente: “Primero, incentiva los vuelos que emiten mucho carbono sin justificación y, segundo, es solo un parche que distrae de las políticas y los cambios de prioridades necesarios para mitigar la crisis climática”, han indicado. Foto: Twitter. La situación ya es tan crítica para el sector de la navegación aérea que esta clase de proyectos se vislumbran como una medida desesperada por salvar lo que queda del 2020 y darle un nuevo rostro a la industria del turismo y los vuelos comerciales. Peor tumben hay en ello una actitud desesperada de los viajeros por salir a como dé lugar del encierro obligado ante la pandemia. Con información de Merca20.