El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. En mil 305 documentos en formato PDF, el Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recupera y abre al público la cobertura periodística que dieron al movimiento estudiantil de 1968 y a los hechos ocurridos el 2 de octubre en Tlatelolco, los siete periódicos más importantes y de mayor circulación de la época en el país. El AHUNAM recupera 315 archivos descargables con desplegados, notas informativas, cartones, crónicas, entrevistas como parte de la cobertura periodística que dio El Gran Diario de México al movimiento estudiantil. Por ejemplo, en las páginas de EL UNIVERSAL se recogieron las palabras del rector Javier Barros Sierra cuando el 10 de septiembre de 1968 declaró que los problemas académicos, administrativos y políticos internos deben ser resueltos exclusivamente por los universitarios". También, los preparativos de la olimpiada con notas como "El escenario olímpico, listo", de Guillermo Hewett Alva y la respuesta de los estudiantes en esa edición del 14 de septiembre, "No daremos un paso atrás, caiga quien cayere. Las seis peticiones de los huelguistas deben ser aceptadas íntegramente por el gobierno, pues de lo contrario seguirá el movimiento de huelga". La icónica portada, cuando en esos tiempos el formato de los periódicos era a ocho columnas sobre la "Ocupación Militar de la C.U.". Todas las instalaciones, oficinas y facultades bajo control del ejército, escribía en esos momentos Horacio Cortina López, quien describió la maniobra "sorpresiva" mediante la cual el Ejército ocupó desde las 22:00 horas la Ciudad Universitaria. Treinta minutos antes de la hora indicada, tres mil 500 hombres, aproximadamente, debidamente pertrechados, pertenecientes a batallones de asalto, de infantería y de artillería ligera, rodearon el área en donde se localizan las instalaciones de la CU y el estadio olímpico". En esa misma portada se recoge el mensaje del papa Pablo VI a los atletas que participarían en la Olimpiada, las declaraciones de la Secretaría de Gobernación en la cual justifica el uso de la fuerza pública para desalojar los edificios universitarios, y también la reunión en la que diversos funcionarios universitarios le declararon su lealtad a Barros Sierra, antes de la marcha por la Dignidad, la primera y la única protesta universitaria que ha encabezado un líder de la máxima casa de estudios.