Redacción / La Voz de Michoacán Puebla. El 21 de octubre nació un bebé prematuro de 23 semanas, pero no presentó signos vitales, por lo que se certificó su fallecimiento, así se anunció en un comunicado del Hospital General de Zona (HGZ) del Instituto Mexicano del Seguro Social en Puebla. Fue las 04:49 cuando el pequeño salió del vientre de su mamá, y a alrededor de dos horas y media después fue declarado muerto por el personal médico. Con el dictamen confirmado y los servicios funerarios que ya aguardaban para trasladar el pequeño cuerpo, cerca de las 9 de la mañana el papá acudió por su bebé, pero lo que pasó después fue inesperado e asombroso. Envuelto en una cobija, el pequeño presentó signos vitales y comenzó a llorar, luego de permanecer cerca de dos horas en el área de refrigeración mortuoria, según el testimonio de un empleado de la funeraria Flores. Tras el insólito acontecimiento, el IMSS se pronunció a través de un comunicado, donde expuso los detalles: El 21 de octubre, en la madrugada, se atendió un parto prematuro, del cual nació un bebé de 23 semanas de gestación. Se le realizó valoración desde el momento del nacimiento.Se aplicaron los protocolos del recién nacido prematuro extremo, pero no presentó signos vitales, por lo que se certificó el fallecimiento.Fue trasladado al área de mortuorio; al entregar el cuerpo al familiar, el personal médico y de la funeraria se percataron de que el bebé estaba vivo.De inmediato recibió atención médica de soporte, y fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del HGZ No. 20.Por su prematurez extrema, lamentablemente su pronóstico de vida es reservado.Autoridades del Hospital dialogaron con el padre del menor y mantendrán comunicación de manera oportuna sobre su estado de salud.El Instituto investiga el caso, conforme al reglamento institucional.