Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Este domingo 25 de octubre termina el horario de verano con la misión incumplida. Las condiciones impuestas por la pandemia de coronavirus cambiaron las dinámicas familiares, privilegiando el quedarse en casa como medida sanitaria y el uso imperativo de dispositivos electrónicos para trabajar y para todo el sistema educativo; el ahorro energético este 2020 no se dio, al menos al interior de las familias. Si bien se calcula que en los sectores productivos el consumo anual de energía disminuyó entre un 8 y hasta un 20 por ciento, principalmente por los tres meses de contingencia sanitaria, al interior de las viviendas la historia fue distinta: las medidas de aislamiento privilegiaron un mayor consumo de electricidad en forma de más horas de televisión, conexión a Internet, uso de computadoras, consolas de videojuegos y un montón de dispositivos que, aunque sea unos minutos al día, necesitan estar conectados a la red eléctrica para funcionar. Un sondeo realizado por La Voz de Michoacán refleja esta situación, en donde incluso se menciona que los recibos para el mes de agosto no sólo reflejaron un evidente mayor consumo de voltaje, sino que la tarifa les había incrementado entre un 20 y un 100 por ciento luego de seis meses de pandemia. La Comisión Federal de Electricidad (CFE), por su parte, no ha puesto en práctica un solo esquema de incentivo para mitigar el gasto en medio de la emergencia. Edith, con 24 años y estudiante de la Universidad Michoacana, señala que en su caso renta junto con su hermano una vivienda cerca de la zona del Acueducto. Ante las medidas impuestas por los gobiernos estatal y federal de tomar las clases a distancia han tenido que contratar Internet de mayor velocidad y pasan más tiempo en casa. Además de estudiar, reconocen que han usado más tiempo la televisión para pasar el rato sin tener que necesariamente salir. “El contrato inicial fue barato, pero ahorita estamos pagando el doble, nos subió a partir de agosto”, dijo la joven nicolaita. “Estamos buscando la manera de ir ahorrando, pero estar más en casa irremediablemente te hace gastar más luz, aunque sea en focos”. Asdrúbal, egresado de la facultad de Derecho y con 28 años de edad, comentó que vive una situación similar. “Estaba pensando poner un despacho con unos compañeros, detuvimos el proyecto por el tema de la pandemia y no gastar más ahorita, pero terminé gastando mucho en casa porque sigo tomando algunos cursos de actualización y es todo en línea”. Refirió que por el tema de su perfil siempre ha sido un asiduo usuario de la computadora, pero que ahora la emplea en casa por lo menos ocho horas al día. “Y pues trato de no salir, tengo la consola de videojuegos, creo que es lo otro que gasta”. Si bien dijo que todavía no le aumenta considerablemente el gasto, sí dice que el consumo se disparó, por lo que está ya buscando cómo ahorrar para que no lo ‘sorprendan’ con un incremento brusco. Paulina Méndez, maestra y madre de tres menores de edad, señala que en su caso también prácticamente se duplicó el gasto. “No me toca dar clases en línea como tal, pero sí tengo que hacer sesiones con los padres y los niños varias veces al día para ir llevando el control”. Foto: La Voz de Michoacán.Aparatos electrónicos aumentaron la conexión y su duración prendidos durante el confinamiento debido a la pandemia de COVID-19. Sobre sus hijos comentó que también se ha vuelto un problema, pues incluso tuvieron que comprar un televisor extra en su familia. “Y pues no te creas, es un mayor gasto; aparte estuvimos tres meses encerrados, fue un buen tiempo como familia, pero sí fue de estar todo el día en casa y gastar luz en todo”, dijo. Y es que desde mediados de marzo el Gobierno de Michoacán decretó que no habría clases presenciales por el tema de la pandemia. Con la enseñanza a distancia cerró el pasado ciclo escolar y también continuó el 2020-2021, con la expectativa de que este modelo se mantenga hasta diciembre y el próximo año se privilegia un esquema híbrido donde, de cualquier forma, será importante el uso de computadoras, Internet y televisión para dar seguimiento a las clases. En el caso de las actividades productivas, los tres meses de aislamiento obligatorio entre marzo y mayo, además de las acotadas actividades sí han representado un consumo menor de energía en algunas empresas, no obstante, mucha de la carga productiva se trasladó a los hogares, pues miles de michoacanos se desempeñaron mediante ‘home office’, por lo que también emplearon más tiempo la energía eléctrica. Francisco, empleado del ramo turístico, comentó que en su caso mucha de la labor se redistribuyó para hacerla en casa, y que incluso es un método que ha perdurado, por el tema de la actual contingencia que pide a las empresas no tener a más del 50 por ciento del personal en oficinas presenciales. “Pues la verdad a las empresas les sale más barato, pero a nosotros no nos conviene tanto. En un principio uno lo ve por el lado agradable y tener hasta más tiempo y comodidad, pero yo he tenido que dejar de gastar luz en ciertas cosas para no disparar el costo, y aun así se me elevó”, refirió en la entrevista.