Jorge Manzo / La Voz de Michoacán De último momento, la comunidad de Tzurumútaro ha decidido cerrar las puertas a visitantes. Es una celebración íntima y así la quieren conservar. Con el anochecer, las velas comienzan a iluminar los sitios donde descansan sus fieles difuntos, con quienes se reencontrarán esta noche. Cientos de visitantes sólo podrán observar el ritual desde las bardas. Hay quienes llegan desde otros puntos del país para vivir este ritual que ha sido admirado tradicionalmente por miles de personas. En esta ocasión, la contingencia sanitaria obliga a que sea sólo entre conocidos. La Policía Michoacán ayuda a organizar a los visitantes. Hay quienes reclaman, porque el acceso se ha restringido de último momento. El frío comienza a calar entre los visitantes. Ni la secretaria de Turismo, Claudia Chávez, pudo ingresar al panteón. La representante de la casa de México en Madrid, Ximena Caraza, es una de las visitantes especiales en el camposanto de Tzurumútaro. Foto: Víctor Ramírez / La Voz de Michoacán. Una celebración solo con los suyos De manera muy íntima, la comunidad de Tzurumútaro se reencuentra con sus ánimas. Comparten alimentos, recuerdan anécdotas, y conviven alrededor de sus seres queridos varias generaciones. Están en espera del momento del momento más especial de la noche cuando ocurra el reencuentro. Foto: Víctor Ramírez / La Voz de Michoacán. Con flores de cempasúchil, velas y los retratos de sus seres queridos, dan la bienvenida. Casi todos se protegen con cubrebocas y evitan aglomeraciones. Saben que la contingencia sanitaria es una realidad, a la que no pueden desafiar. La Luna llena es testigo de esta tradición muy arraigada y heredada por varias generaciones. Foto: Víctor Ramírez / La Voz de Michoacán. Los niños son los más inquietos, piden su "calavera", mientras los mayores comparten alimentos, e intiman con sus difuntos. Se dan cuenta cuando hay personas que no pertenecen a la comunidad y la miran con recelo. No quieren intrusos, aunque sean visitantes de cada año. No están para recibir a personas, pues son focos de infección. La Guardia Nacional se mantiene afuera del panteón local, y respetan a quienes están adentro, solo quieren que las cosas no se salgan de control, pues afuera visitantes intentan ingresar a como dé lugar. No es cualquier día, saben que este ritual es único y en Michoacán lo viven con intensidad.