Fuente: Unsplash La aparición de grupos como Anonymus nos demuestra cuan vulnerables podemos ser ciudadanos y gobiernos ante las amenazas informáticas. Siempre a la espera de un desliz nuestro, los hackers y organizaciones criminales buscan hacerse con nuestros datos. Cuentas bancarias, información sensible y nuestra propia intimidad están en riesgo si no sabemos como protegernos adecuadamente de estas amenazas. A que nos enfrentamos Según los expertos en seguridad informática los malware son todos aquellos programas maliciosos que, aprovechándose de la ingenuidad humana, logran acceder a nuestros sistemas para hacer de las suyas. Basta hacer un clic en una foto viral o descargar ese programa gratuito para ver Netflix; para que virus, gusanos y troyanos nos pongan a los pies de los hackers que les diseñaron. Siendo el dinero un gran incentivo para el crimen, el robo de identidad es el principal objetivo para los ataques y vulneraciones informáticas. Con las credenciales robadas es fácil poder acceder a cuentas bancarias y otros servicios en tu nombre. Y los criminales informáticos se vuelven más hábiles. Incluso la avanzada autenticación por biometría facial es vulnerable. Conscientes del riesgo, los bancos actualizan constantemente sus sistemas para proteger y verificar la información de sus clientes. El uso de apps exclusivas, verificaciones por token e incluso el bloqueo de transacciones por movimientos inusuales son algunas de las tantas medidas empleadas para lograrlo. Otra medida que está en boga es el uso de código de respuesta rápida o código QR. Una imagen pixelada en escala de grises que contiene una instrucción, en este caso una orden de pago y cobro. Al ser generada específicamente para el cliente este la escanea con su celular y realiza su transacción. Según la Asociación de Bancos de México (ABM) el uso de códigos QR no solo agilizaría las transacciones y minimizaría el uso de efectivo, sino también mejoraría la seguridad al agregar capas de seguridad biométrica en conjunto a las medias arriba mencionadas. Diversión segura Otro sector que busca proteger la información financiera de sus usuarios es el iGaming. A fin de proteger a los clientes, se requiere autenticar su identidad al momento de abrir una cuenta y realizar depósitos y retiros. Un proceso que puede demorar hasta 48 horas por regla general pero que no impide a los nuevos clientes disfrutar de un bono sin depósito para jugar en 10 000 slots online mientras se completa. Estas medidas y el uso de otros mecanismos como los monederos virtuales e incluso la tecnología blockchain suma blindaje a la experiencia de juego. Así mismo los videojuegos online son otro sector que ha crecido y se ha convertido en uno bastante rentable. Debido a su mayor componente social, muchos hackers se aprovechan de la buena fe de los jugadores para hacerles scams (estafas) y quitarles desde artículos de juego hasta información privilegiada para vulnerar sus cuentas. Aunque las compañías hayan invertido en protección del más alto nivel, aún en el mundo digital, el sentido común será quien nos salve de un mal rato. Con todo, queda también de nuestra parte proteger nuestra propia información. Una acción básica como cambiar periódicamente tus contraseñas y no usar la misma para todas tus cuentas reduce ampliamente las posibilidades de robo. Desconectar la sesión de las aplicaciones financieras, invertir en una suite de seguridad y sobre todo, no aceptar regalos de extraños de dudosa intención, nos ahorrarán más de un dolor de cabeza.