Las calles de las ciudades griegas han pasado del frenesí a estar prácticamente vacías en pocas horas con la llegada del segundo confinamiento, impuesto por el Gobierno durante noviembre para hacer frente al aumento desenfrenado de casos de coronavirus. A las seis de la mañana (04.00 GMT) dio comienzo el confinamiento que limitará el movimiento de personas y la actividad comercial durante al menos tres semanas en todo el país. En la capital reinó la calma durante la mañana del sábado y, aunque el centro histórico permaneció vacío, a pesar de las restricciones se pudo observar tráfico durante la hora punta cuando aquellos que tienen permiso para acudir a su puesto de trabajo se desplazaron. La calma del confinamiento contrasta con los atascos kilométricos y las colas frente a los comercios que abundaron en la región capitalina durante el viernes. https://twitter.com/europapress/status/1325061922329341954?s=20 El viernes fue el día de más tráfico en las calles de Atenas en al menos los últimos cinco años, según fuentes de la Policía de Tráfico citadas por medios locales. Desde que el primer ministro anunció el confinamiento el jueves, más de 130 mil vehículos han atravesado los peajes para salir de Atenas con la intención de pasar el confinamiento alejados de la capital en segundas residencias o con familiares. Durante la primera mañana de confinamiento se han movilizado dos helicópteros y 5.000 agentes de Policía en las calles de Atenas para controlar que aquellos que se desplazan cumplen los requisitos e informarles de las multas a las que se enfrentan durante estas semanas. Aquellos que se desplacen por motivos no esenciales, no lleven la mascarilla o no mantengan la distancia social se enfrentan a multas de 300 euros, el doble de lo establecido hasta ahora. Si un empleador firma un permiso de movimiento para empleados falso se enfrenta a multas de 500 euros, mientras las empresas que tengan que suspender su actividad y no lo hagan tendrán que pagar entre 3.000 y 5.000 euros. El Gobierno ha establecido, como ya hizo en el primer confinamiento la pasada primavera, un sistema de mensajes de texto gratuitos para que los ciudadanos justifiquen las salidas de sus domicilios. Entre los movimientos permitidos previo envío de un sms se incluyen motivos de salud, hacer la compra, realizar gestiones administrativas urgentes si no es posible hacerlo de forma telemática, ayudar a un familiar, llevar a un menor al colegio (que permanecerán abiertos durante este confinamiento) o hacer deporte entre otros.