EFE / La Voz de Michoacán La Habana. Cuba decretó en la tarde de este viernes la fase de alerta ciclónica para seis territorios del centro y occidente de la isla, ante la amenaza de la depresión tropical Eta, que de acuerdo a los pronósticos impactará con sus intensas lluvias al país caribeño este fin de semana. El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil activó la segunda de las cuatro etapas previstas ante estos fenómenos meteorológicos para las provincias de Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y el municipio especial Isla de la Juventud, situado al suroeste de Cuba. En la fase informativa se encuentran las provincias de Camagüey (centro-este), y las orientales Las Tunas, Holguín, Granma, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo. El protocolo de la Defensa Civil cubana establece las etapas informativa, de alerta, alarma y recuperativa antes, durante y tras el paso de una tormenta. La más reciente nota emitida por el centro de pronósticos del Instituto de Meteorología (Insmet) del país caribeño advierte que Eta ganará en organización en las próximas horas y prevé que en su aproximación a los mares al sur de Cuba, se incrementarán las lluvias fuertes e intensas en gran parte del archipiélago. Eta, la tormenta con nombre número 29 en esta activa temporada ciclónica en la cuenca atlántica, se desplaza a 13 kilómetros por hora por el mar Caribe en dirección norte-noreste, de momento como depresión tropical, y para la tarde del sábado podría situarse por debajo de la costa sur-central de Cuba ya reorganizada como tormenta, según el Instituto Cubano de Meteorología (Insmet). Los modelos de pronósticos aún no permiten precisar la trayectoria exacta de Eta, que se reorganiza sobre las cálidas aguas del mar Caribe y mantiene en su cono de probabilidades atravesar la región central u occidental de Cuba, aproximadamente entre sábado y domingo. Este sistema, que impactó el martes a Nicaragua como un poderoso huracán y luego pasó por Honduras, ha provocado daños devastadores en Centroamérica, con miles de damnificados y al menos 150 solo en Guatemala, según estimaciones iniciales. "Hasta el momento lo más significativo es la extensa área de nublados y lluvias asociadas a este organismo ciclónico que afectarán al territorio nacional", ha señalado la Defensa Civil cubana. La nota exhorta a la población a mantenerse atenta a las informaciones del Instituto de Meteorología y la Defensa Civil "y cumplir disciplinadamente las medidas que indiquen las autoridades locales". También insta a todas las instituciones y organismos estatales a "apreciar la situación particular y cumplir las medidas previstas en sus respectivos planes de reducción del riesgo de desastres con racionalidad, así como las acciones del Plan de prevención y control del nuevo coronavirus". Las tres provincias más afectadas en este momento por los rebrotes del virus -Pinar del Río, Ciego de Ávila y Sancti Spiritus- se encuentran entre las áreas en alerta. De acuerdo al Insmet, Eta se aproximará el fin de semana al sur del occidente y centro de Cuba, incrementando las lluvias en gran parte del archipiélago, que pueden ser fuertes e intensas, incluso en zonas alejadas del centro. El último parte advierte de que desde la noche del sábado podrían ocurrir vientos con fuerza de tormenta tropical en las regiones occidental y central, con marejadas e inundaciones costeras en ambos litorales de la isla. El protocolo cubano establece las etapas informativa, de alerta, alarma y recuperativa antes, durante y tras el paso de una tormenta. La primera fase sirve a los territorios para afinar los planes de contención que luego se activarán a toda marcha en la segunda. A finales de agosto, la tormenta tropical Laura recorrió de este a oeste la costa sur del país afectando a todo su territorio, donde causó daños en casi 14.200 hectáreas de cultivos aunque sin dejar víctimas. Ya en octubre, el huracán Delta obligó a evacuar a unas 14.000 personas en el oeste del país, aunque esta tormenta no llegó a tocar tierra en el país caribeño ni causó daños de importancia. La última ocasión en que un huracán de grandes dimensiones afectó a Cuba fue en 2017, cuando el Irma recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente dejando 10 muertos y pérdidas materiales cuantificadas en 13.185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y en los sectores agrícola y ganadero, según datos oficiales.