Extinción de las ZEE, falta de apoyos y recortes: lo que le ha tocado a Michoacán en 2 años de gobierno federal

Arturo Molina y Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Panorama “gris” para el segundo aniversario de la autodenominada ‘cuarta transformación’ en Michoacán. Problemas económicos han impactado a prácticamente todas las áreas productivas y de servicios de la entidad y con ello dibujado un malestar social recurrente. A pesar de lo anterior, la relación gobierno estatal-Federación sigue siendo ríspida en el manejo financiero de la entidad.

Aunado a ello, decisiones centralistas soportadas en cámaras legislativas a modo han diezmado cualquier posible sobrepeso ante las decisiones desde el Ejecutivo Federal. Lo que propone, lo que se cumple entre diputados y senadores, quienes tienen más el objetivo de agradarle al presidente con miras a una candidatura, que analizar de lleno las necesidades de la sociedad que representan, según han reclamado diversos sectores sociales y políticos.

Y es que desde que incluso desde antes de que iniciara la Presidencia de López Obrador había ya síntomas de que la entidad no figuraba en su radar prioritario, cuando el entonces candidato a subsecretario de Hacienda, Gerardo Esquivel Hernández, señaló que  Michoacán y su Zona Económica Especial no eran relevantes para la administración y no había siquiera un plan al respecto.  

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Un año después, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el decreto para la extinción de estas zonas entre argumentos que para muchos no sólo fueron vagos y falsos, como que se requería una millonaria inversión que la Federación no estaba dispuesta a ejercer y que estos polos económicos habían crecido al amparo de la corrupción. De ahí en adelante recortes presupuestales a la baja y acuerdos que no han terminado por cumplirse han marcado la relación de la Federación con la entidad.

Recientemente se advirtió sobre la desaparición de los fondos y fideicomisos federales, escenario que plantea uno de los años más complicados para el estado de Michoacán en cuestión financiera. Desde   el campo, ciencia, tecnología, deporte, gasto corriente, inversión pública y operatividad de las distintas áreas del gobierno se encuentran en incertidumbre.  

De por sí, tras la entrada de la nueva administración delegaciones como la de la Sader permanecieron desiertas varios meses aún antes de la pandemia de la COVID-19, pues la nueva forma de gobernar no requería aparentemente la figura de delegados, lo que derivó en varios programas y recursos atorados, principalmente para el cambio, para no haber ventanillas de atención.

Programas educativos, atención médica, seguridad y atención a comunidades originarias han sido y seguirán siendo de los más afectados ante el contexto que se vive y el pasado reciente, según manifestó el presidente de la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública en el Congreso del Estado, Arturo Hernández.

Aunado al panorama anterior, el recorte de casi 8 mil millones de pesos en el Proyecto de Egresos de la Federación para el estado repercutirá en el aparato burocrático y en los planes de desarrollo de la entidad. Si bien se ha explicado que lo anterior obedece a la política de austeridad y la caída de la recaudación derivada de la crisis sanitaria, el panorama local se advierte deficitario y no se ve una inyección de capital a otra cosa que no sean los programas sociales y proyectos prioritarios del presidente.

No es posible que dispongan desaparecer todos los avances de los últimos años sólo por disfrazarlos de corrupción, la realidad también es que no hay una división de poderes en el Estado, sobre todo por los senadores que no tienen una visión clara de lo que requiere y ofrecen lo que pide el presidente de la República sólo para conseguir una candidatura en 2020”.

Arturo Hernández Vázquez, diputado local del PAN

En el tema del campo, el sector primario de Michoacán ve también grandes nubarrones.  La extinción de programas de concurrencia y de apoyos a los sectores productivos ha cimbrado a la principal actividad económica de la entidad  . Jesús Luna Morales, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Michoacán, advirtió que el impacto de la desaparición de programas será resentido por los productores con mayores carencias.

Desde inicios de este año el daño ya se ha manifestado. La organización aseguró que si bien no se puede cuantificar, la pérdida de empleos ya es un hecho en el sector primario por la desaceleración económica. El cierre de invernaderos y otras actividades estaría dejando sin trabajo a quizá, miles de personas en todo el estado. 

Es muy difícil, por ejemplo, para el 2021 no tenemos un peso en concurrencia, fomento a la agricultura, apoyo agroalimentario, no hay fomento ganadero, comunidad pesquera y acuícola. De los programas de soportes es bien poco, se acabó el dinero para la sanidad, no hay apoyo a la comercialización, le quitaron el recurso a la actividad hidroagrícola y se acabó el Sistema Nacional de Investigación Agrícola. El campo es la palanca de desarrollo y lo que quieren que es el pueblo sea dependiente de las becas que están dando”.   

Jesús Luna Morales, presidente de la CNC

En el tema económico, sumará dos años con caídas, primero de 0.5 por ciento y ahora de 9.5 por ciento. De confirmarse la tendencia observada del PIB, la población en situación de pobreza aumentará en 15 millones y la población en pobreza extrema subirá en 13 millones de personas en el presente año, adelanta el economista Heliodoro Gil Corona, quien remata señalando que, “como se puede observar, el recuento de los daños es históricos para México”.

VIOLENCIA SE DISPARA CON LA GUARDIA NACIONAL

En materia de seguridad, el panorama es más negro que gris. A un año y medio de la llegada de la Guardia Nacional y otras corporaciones federales, los efectos de la presencia de las fuerzas armadas no se han dejado sentir.

Si bien en un principio ediles evitaron adherirse al esquema de coordinación con el gobierno estatal, confiados en la llegada de la GN, la realidad es que en muchas de las regiones de conflictos las fuerzas federales no se han destacamentado de manera permanente y los índices de violencia no bajaron, sino que se dispararon.