Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Pido por que acabe la pandemia”, señaló Esmeralda, católica devota de la Virgen de Guadalupe, después de pagar su manda en la ciudad de Morelia. Al igual que en otros años, acudió a agradecer los milagros que la Virgen le cumplió a su familia y, de paso, pedir por la salud de quienes sufren los efectos de la Covid-19. Con sangre en las rodillas por el largo recorrido en la Calzada Fray Antonio de San Miguel hasta llegar a la puerta del santuario, se pronunció triste por el hecho histórico que le tocó presenciar: por primera vez en la historia, las puertas del santuario cerraron a los fieles creyentes de “Mamá Lupita”. Entre los milagros que incluyó la Virgen de Guadalupe para este año para la familia de Esmeralda, está el que su esposo regresara con bien de Estados Unidos después de años de haber partido. Aseguró que saldar la manda con la Guadalupana le quitó un peso de encima tanto a ella como su familia. “Yo pedí por su salud, para que la virgen me lo devolviera con mi familia para Morelia. Él se había ido a Estados Unidos y pasó muchos malos momentos, por lo que tuvo que regresar. Es muy triste porque la Virgen de Guadalupe para mí representa todo. No poder entrar al templo duele, y aun con eso vine a pagar mi manda. Mi hijo me decía que para qué venía si el templo iba a estar cerrado, pero con el simple hecho de llegar al acceso del templo, tocar la puerta y sentir la presencia de mi mamá Lupita, me doy por servida”, señaló. Foto, Arturo Molina. Las imágenes documentadas por La Voz de Michoacán en el Santuario de la Virgen, la Calzada Fray Antonio de San Miguel y zonas aledañas, son inéditas. Lo que en años pasados era una fiesta religiosa con cientos de miles de personas aglomeradas, este año lució completamente vacío y con las puertas del recinto religioso cerradas. No se observan las tradicionales y multitudinarias peregrinaciones que año con año incluso cerraban la Avenida Madero durante los días que dura el culto a la Virgen de Guadalupe. Asimismo, los comerciantes, fieles católicos, organizaciones religiosas y ciudadanía en general también se notan ausentes del espacio como nunca antes se había visto en la capital michoacana. En la puerta del Templo de San Diego, un letrero del arzobispado de Morelia notifica a los fieles la disposición oficial de las autoridades municipales y religiosas de mantener cerrados los recintos para la protección de los fieles. No obstante, lo anterior no ha impedido que los fieles morelianos, devotos de la Guadalupana, se acerquen aunque sea para ver desde afuera a “la Morenita”. “Me conformo solamente con tocar la puerta y con sentir de afuera la presencia de mamá Lupita”, manifestó otra de las mujeres presentes en las inmediaciones del santuario de la guadalupana. A pesar de que todos los alrededores se encuentran restringidos por vallas metálicas y por elementos policiales, la devoción religiosa se ha dejado sentir sin que lo anterior represente aglomeraciones que pongan en peligro la integridad sanitaria de la ciudadanía. Foto, Jorge Manzo. No faltaron las vestimentas tradicionales en quienes se acercaron a orar aunque fuera por algunos minutos a la entrada del Santuario de la Virgen de Guadalupe. Familias con niños, adultos mayores, hombres y mujeres en general se acercaron para apreciar desde lejos únicamente a la imagen religiosa colocada en la entrada del templo. Al menos para la tarde del 11 de diciembre a horas de la celebración del culto a la Guadalupana, la población michoacana respetó las medidas sanitarias, así como evitar aglomeraciones en las inmediaciones del recinto religioso. Quienes se acercaron para pagar alguna manda o para simplemente orar, lo hicieron de rodillas frente a la imagen colocada en el acceso del templo. Hasta el cierre de esta edición no se ha registrado la llegada masiva de peregrinaciones como se vio en años pasados y que de manera histórica superaban año con año la afluencia de visitantes del interior del estado de Michoacán e incluso otras regiones del país. Se espera que sea hasta pasado el 13 de diciembre cuando vuelvan a abrir las puertas del Santuario de la Virgen de Guadalupe y que de igual forma, las vallas metálicas que permanecen desde hace más de 1 mes en la plaza, la calzada y las inmediaciones del templo, sean retiradas y todo vuelva a la normalidad. Cabe destacar que la parte neurálgica de la estrategia de contención del coronavirus del gobierno del estado de Michoacán incluye la cancelación de todos los eventos masivos, aglomeraciones de personas y todo aquello que represente un riesgo sanitario para la ciudadanía. Lo anterior incluye las peregrinaciones, verbenas, posadas, fiestas navideñas y eventos religiosos en lo general.