Se va 2020 y el programa de verificación vehicular en Michoacán de nuevo es un fracaso

Entre fallas de software y la pandemia, fracasa la verificación; las autoridades no lograron revisar ni la tercera parte de los vehículos que certificaron hace un año

Foto: Arturo Molina.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cierra el 2020 con un registro de poco más de 11 mil vehículos verificados a lo largo del año, lo que no sólo queda diametralmente lejos de la meta establecida, sino que ni siquiera superó los registros de hace un año. La pandemia del COVID 19, la crisis económica, cierre de verificentros y problema de logística y equipo impactaron al programa ambiental qué alcanzó sólo un poco más 30 por ciento de registros respecto al año pasado.

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Cifras de la Secretaría de Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet) revelaron que mientras que en el 2019 la cifra de verificaciones superó las 39 mil unidades, para este año los vehículos que reportaron completar tal proceso no superaron ni la tercera parte de esta cantidad.

Al respecto, Ricardo Luna García, titular de la Semaccdet, reconoció que el contexto representó un problema para el desarrollo de la política ambiental, por lo que la mayor parte de los registros de verificaciones fueron en torno a los hologramas homologados, que permiten la circulación de vehículos michoacanos en la Ciudad de México y entidades de la megalópolis, y hubo muy poco interés en cumplir con la iniciativa moreliana.

Cuestionado sobre el Holograma L, diseñado y legislado para los automóviles michoacanos en las zonas metropolitanas, reconoció que fueron los menos en la cantidad de registro generados por los 9 centro que sobreviven a casi 15 años de la creación del programa y este 2020 volvió a fracasar en su intentona de regularizar el parque vehicular en materia ambiental.

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Actualmente llegamos 11 mil verificados (este año), evidentemente hubo un tiempo donde dejaron de operar (no servía el software) y se presentó al inicio. Pero hoy más que nunca se hace necesario que la gente traiga en buenas condiciones los coches, por la calidad del aire”.

Ricardo Luna, titular de Semaccdet

Respecto al reinicio de operativos de apercibimiento y sanciones a quienes no porten los hologramas locales en la ciudad de Morelia, señaló que no hay fecha específica para ello a pesar de que lo anterior se contempla en la Ley Ambiental del Estado de Michoacán. El mismo proceso electoral complicaría la aplicación de esta iniciativa para el 2021.

UN AÑO DE IMPREVISTOS Y FALLAS

Durante este año, las actividades de los centros de verificación se paralizaron por diferentes causas. Durante los primeros meses, los problemas de software y programas digitales con los que opera el sistema fallaron debido a la falta de licencia, por lo que los centros de vieron imposibilitados de emitir hologramas homologados por al menos entre enero y febrero.

 Para el mes de marzo, en el que las actividades intentaban regularizarse en medio de acusaciones de ser una medida meramente recaudatoria, la pandemia por COVID-19 obligó a los concesionarios a volver a cerrar por completo las puertas de sus debilitadas empresas por otros tres meses. Para la mitad del año, las empresas ya habían reducido hasta la mitad del personal en todos los centros y se enfrentaban a un enorme riesgo de quiebra. 

 Para el mes de agosto, en el que se abrieron las puertas de los centros de verificación, la denuncia de los concesionarios fue la falta de hologramas constantes que les permitieran recuperar el tiempo y el recurso perdido. Si bien desde entonces han trabajado de manera ininterrumpida, la recuperación no la han visto llegar. 

INVIABLE, NUEVA PUESTA EN MARCHA

Hay preocupación en torno a la continuidad del programa estatal. Fuentes cercanas a los centros han señalado que debido a que el programa no se logró afianzar durante este año, la posibilidad de que en el 2021 tenga continuidad es prácticamente nula debido al año electoral.

Asimismo, el relevo de gobierno estatal y las tendencias electorales, vaticinan que el programa generado en los tiempos del gobernador Lázaro Cárdenas Batel se extinguirá a pesar de las inversiones de decenas de familias en el proyecto ambiental para colocar verificentros.

Y vaya que los gastos son fuertes. Sólo en lo que refiere a la conexión de Internet privado con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) tiene un coste total de 6 mil 780 pesos mensuales; el gasto de recibo de agua 2 mil 400 pesos; la luz, por ser uno de los insumos más utilizados por todos los sistemas, tiene un coste bimestral de por lo menos 3 mil 500 pesos; en cuanto a Internet normal 680 pesos e incluye telefonía; los gases mensuales para la verificación tienen un importe por mil 800 pesos mensuales; auditorías cada 3 meses cobradas en 2 mil 300, más viáticos de los funcionarios; 17 mil pesos mensuales en personal, aunque destacan que esto varía en función de la cantidad de trabajadores de cada uno de los centros.

Uno de los compromisos generados a mitad de este año era que para el inicio del 2021 se retomarán los operativos, no obstante, las condiciones económicas, sanitarias y políticas parecen impedir nuevamente el avance de la verificación.