Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Fotos: Víctor Ramírez Morelia, Michoacán. Como cada 16 de diciembre, en el inicio de las tradicionales posadas, en esa vivienda moreliana ahora la cochera está ocupada por el automóvil; no hay sillas, no hay gente, y a un lado solo el Nacimiento sobre la flor de piedra, con las figuras de María y José; pastores, animales y los Reyes Magos que ya van en camino. Sin embargo, 20 años de posadas se vieron interrumpidos en ese hogar debido a la pandemia, a donde acudían entre 80 y 100 personas cada año. Solo realizarán una el día 20, pero únicamente familiar. “Esperemos que todo ya se componga y continuemos con esta bonita tradición; tenemos esperanza de que así sea”, es el deseo de la anfitriona. En otros lugares, como en el templo de Santa Mónica, en la colonia Agustín Arriaga Rivera, con cubrebocas y poco aforo, en una discreta posada rezaron y cargaron los peregrinos. “Entren santos peregrinos, peregrinos…”, así reciben no más de 30 personas a María y José con cubrebocas, personificados por niños, en el recinto religioso ubicado en Puerta del Sol. No hubo piñata ni más algarabía, solo reparto de pocos aguinaldos a diferencia de años pasados. Así, muchas ‘posadas’ este año apenas abrieron o cerraron definitivamente por seguridad y prevención ante el COVID-19.