Notimex / La Voz de Michoacán Ciudad de México. La primera versión de “La Pasión”, el más reciente montaje dancístico (en dos exposiciones) del coreógrafo, productor y director de escena Rodrigo González, fue estrenada con excepcional triunfo la noche de este jueves en el inspirador ambiente de la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico. Con música original para solistas, coro y orquesta del compositor Alonso J. Burgos, la puesta en escena contó con la participación de 50 artistas en escena, actores y bailarines de acendrado profesionalismo y depurada técnica interpretativa, quienes satisficieron al público que llegó al teatro con el espíritu del recogimiento propio de estos días santos. “La Pasión”, de González, es una reflexión en torno al sentido mesiánico que aún existe en México, donde la gente espera que alguien venga de algún lugar a salvarla y así liberarla de todos sus problemas". Una actitud que para el coreógrafo resulta paternalista e infantil y que queda bien plasmada gracias al trabajo de esos 50 músicos, cantantes y bailarines. “La Pasión” se presenta hasta el 1 de abril con “El hijo del hombre, una pasión del Cristo”, con música original de Alonso J. Burgos, en tanto que la segunda versión de esta obra, musicalizada con la obra “La Pasión según San Mateo”, de Johann Sebastian Bach, se presentará del 4 al 8 de abril en el Castillo de Chapultepec. Para González, “La Pasión según San Mateo”, de Bach, es obra fundamental y un referente musical en la historia del arte universal, y dentro de la música sacra es por excelencia definitivamente la más loable, noble y virtuosa que existe desde la perspectiva de los más rígidos especialistas y más severos críticos musicales de todos los tiempos en el mundo. “En esta ocasión decidí montar dos versiones: una con la partitura de Bach, que será la que se presentará en el Castillo de Chapultepec, y a la par con Alonso J. Burgos, músico de cabecera de toda mi obra, quien ha trabajado con importantes orquestas de México y el extranjero, además de componer extraordinaria música para cine, teatro y danza”, dijo. Sobre “La Pasión” se han compuesto innumerables versiones para orquestas y coros, pero desde 2000 no se ha hecho una nueva “Pasión”, y Burgos tenía esa inquietud. Por eso, junto con González, decidió crear una versión con música original, con duración de una hora, donde hay música en vivo, un coro y solistas, de la mano de un enorme ballet. Tanto para Rodrigo González como para Alonso J. Burgos, el proceso creativo de “La Pasión” resultó muy interesante, porque mientras uno montaba la coreografía el otro iba componiendo la partitura, lo que les permitió dialogar al momento de la creación y, así, para ambos, este tipo de experiencias son enriquecedoras para las partes involucradas. “Mis dos versiones de ‘La Pasión’ no pretenden tener una connotación confesional a pesar de ser un tema religioso, sino que a partir de un hecho histórico que todo el mundo conoce buscamos una expresión artística universal, más allá de que creamos o no en la Pasión de Cristo”, explicó al reconocer que en México hay una religiosidad muy arraigada.