Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La producción de zarzamora en Michoacán de 2020 se perfila para cerrar como la más magra de los últimos cinco años. Hasta el mes de noviembre los cultivos estatales llevan poco más de 173 mil toneladas, cuando en años anteriores se sobrepasaba fácilmente las 200 mil toneladas para estas fechas. Cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) reportan que la entidad acumula 173 mil 792 toneladas de esta frutilla en lo que va del año, comparadas con las 243 mil 463 que se lograron en 2019, lo que representa una caída del 28.6 por ciento en la producción. No obstante, Michoacán se mantiene como líder nacional en este cultivo, ya que aglomera el 93.5 por ciento de toda la zarzamora que se cosecha en el país, aunque vale la pena destacar que otras entidades, como Jalisco, sí han aumentado ligeramente su producción durante el año. Foto: Twitter. A nivel estatal es el municipio de Los Reyes el líder indiscutible. La demarcación suma poco más de 81 mil toneladas en lo que va del año. En segundo lugar se ubica Peribán, con alrededor de 37 mil toneladas de enero a noviembre pasados. En la tercera posición está Tacámbaro, con 16 mil 850 toneladas de zarzamora. De acuerdo con productores locales, el rubro de las berries ha sufrido desajustes durante el presente año y ha sido uno de los cultivos que sí ha sido afectado, tanto productiva como logísticamente, por el tema de la contingencia sanitaria. Las medidas sanitarias complicaron el trabajo en los cultivos, pero también las rutas de mercadeo, especialmente rumbo a mediados de año, cuando ya la zarzamora presentaba una caída del 21 por ciento, la cual se ha acrecentado desde entonces. Sobre el tema, ha reconocido José Luis Bustamante Fernández, presidente de la Asociación Nacional de Berries (Aneberries), que Michoacán ha enfrentado una contracción importante de la fuerza de trabajo en campo, así como un marcado descenso en la comercialización de las frutillas. Las complicaciones han venido incluso en el mercado interno, pero se ha sido logísticamente más complejo el tema de las rutas y candados por la pandemia. Debido a ello los procesos para colocar en otros mercados la fresa, frambuesa, zarzamora y arándano se han visto mermados y se tienen volúmenes de producción y comercialización que no se tenían desde 2015. Aunado a ello, agricultores estadounidenses ya manifestaron su inconformidad ante lo que califican como una “excesiva” importación de frutilla. En el tema de la zarzamora, México pasó de ocupar el séptimo a estar entre las tres principales naciones exportadoras hacia Estados Unidos; el 90 por ciento del fruto nacional tiene su origen en los cultivos michoacanos. De acuerdo con José Luis Bustamante, el 97 por ciento de la producción michoacana se envía a Estados Unidos y Canadá, por lo que esta problemática ha pegado en la cadena de valores, derivados de los cierres parciales de aduanas y fronteras para comercializar las frutillas. El reto sigue siendo importante en el campo michoacano, si bien la Secretaría de Desarrollo Rural y Agropecuario (Sedrua) ha destacado por una parte que la pandemia de coronavirus no ha hecho mayor mella en los volúmenes generales, sí hay cultivos específicos que han sido afectados en los vaivenes, tanto de la contingencia como de la logística comercial por los cercos sanitarios. Las frutillas han sido de las más afectadas, aunque la intención ha sido mantener las inversiones y recuperar el terreno perdido. En voz del titular de la Sedrua, Jesús Medina Niño, el estado también merece respeto por parte de mercados como el de Estados Unidos, donde más allá de la problemática natural por la pandemia se enfrentan a la resistencia de agricultores locales que denuncian invasión de productos mexicanos.