Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Claro que es posible construir un Apatzingán diferente”, exclama el ingeniero Sergio Ochoa Vázquez. Tiene muy claro el camino que se debe transitar para dejar las bases sólidas de un municipio ordenado, con oportunidades para todos y en paz que ya todos hemos pensado y que le queremos heredar a las próximas generaciones. “Nuestra idea no está basada en un sueño, ni en nada imposible, esto puede convertirse en una realidad, pero para lograrlo se debe tener claridad para hacer las cosas bien”, afirma el priista, quien responde a La Voz de Michoacán: sí quiero participar en el proceso electoral del próximo año, “pero esperaré los tiempos”. Sergio Ochoa recién se reafilió al Partido Revolucionario Institucional, junto con unas 300 personas que coinciden con su forma de trabajo. Lo ven como el prospecto natural para buscar la alcaldía de Apatzingán. Lo describen como un personaje alejado de los escándalos, comprometido con su tierra y solidario, más allá de que tenga un cargo público o no. “Construir ese Apatzingán que queremos nos involucra a todos: gobernantes y sociedad en general. El reto está en conseguir que todos estemos participando de manera decidida. La fórmula es sencilla necesitamos autoridades responsables y actuantes”, dice el ingeniero Ochoa. Fue cauteloso. No quiere romper las reglas del juego que marcan las autoridades electorales; reconoce que grupos políticos al interior del tricolor ya le han manifestado su respaldo y apoyo para que busque la postulación. También liderazgos perredistas y panistas avalan su perfil. “Nosotros vamos a esperar las definciones que tome el partido sobre las candidaturas”, aclaró el constructor. Ochoa no es un improvisado y sabe el terreno que pisa. Toda su vida la ha dedicado a trabajar de manera honesta junto con su familia. No le interesa la confrontación ni la polarización, pero sabe que la política es un arte en donde se debe anteponer el interés de los ciudadanos, antes que el propio. No está obstinado en llegar a un cargo público, pero sabe que tiene mucho qué aportar, confiesa. Ochoa admite que sus detractores prepararán una guerra sucia en su contra para intentar denostarlo ante la sociedad, pero él no tiene nada qué esconder; los proyectos tienen que ir más allá de partidos, “la sociedad nos lo ha demostrado: quieren ciudadanos de carne y hueso y que sean empáticos con sus problemas”. “De lo máximo que me puedan acusar es de que en el proceso me mantuve al margen del PRI, sin embargo, esa decisión tenía sustento en hechos que tenían la clara intención de golpearme, las cosas están aclaradas y todos sumamos. Vamos en el mismo barco. Apatzingán es más que partidos y quienes no lo conciban así, estarán condenando a llevar a nuestro municipio al mismo destino que hasta ahora”, expresó. Él, como miles de habitantes, ve a un Apatzingán con más obra pública, con más y mejores servicios públicos, con elementos policiales más cercanos al ciudadano y con servidores públicos comprometidos. Él se imagina grandes industrias generando empleos. Los cargos él los ve como las plataformas para servir a los ciudadanos, y no para servirse de ellos “hay quienes ansían llegar a ellos con ese fin”. Él en estos momentos dedica parte de su vida al campo, y a su familia. Tiene valores muy arraigados. Se define respetuoso y comprometido.