Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hasta en un 150 por ciento se incrementó el ambulantaje en el Centro Histórico de Morelia durante 2020. El relajamiento de las medidas de contención al fenómeno de la informalidad, el desempleo y el empuje a la informalidad, orillaron a que una de las zonas comerciales más importantes de la entidad se vea afectada. En puntos como la avenida Lázaro Cárdenas, uno de los límites sur del primer cuadro de la capital michoacana y en colindancia con la calle Andrés del Río, la presencia de ambulantes aumentó hasta en un 200 por ciento. Al respecto, comerciantes y vecinos del Centro Histórico de Morelia denunciaron que lo anterior representa el verdadero problema epidemiológico de la ciudad capital, así como la pérdida económica para miles de empresarios que año con año pagan sus impuestos y prestaciones a los trabajadores. En entrevista para La Voz de Michoacán, Alfonso Guerrero Guadarrama, líder de Covechi, advirtió que las medidas implementadas por los tres niveles de gobierno han repercutido directamente en la economía de los comercios establecidos, mientras que el ambulantaje sigue incrementando de manera casi exponencial. A inicios del 2020 se hablaba de poco más de 70 comerciantes en algunos puntos del Centro Histórico, mientras que para la última semana del año se contaron casi 200 comerciantes. Advirtió que poco a poco comienzan a llegar más ambulantes de distintos y nuevos giros comerciales a ofrecer sus productos. “Hemos visto el crecimiento en distintas zonas del Centro Histórico y estamos muy preocupados porque es hasta un 15 por ciento más que a inicios del año. Vemos vendedores de papas, de aguas y muchos otros productos que significan competencia desleal y más que nada un riesgo de contagio porque en zonas como en la avenida Lázaro Cárdenas están muy amontonados y sin las medidas de sanidad. Nosotros respetamos los aforos, el uso de gel y la sana distancia, y por culpa de ellos nos podemos ver afectados, ellos como quiera se llevan sus puestos a otras colonias si llegan a cerrar el Centro”, manifestó el líder de comerciantes. El 2020 fue el peor en la historia reciente para los comerciantes. En términos de pérdidas económicas fue de más de mil millones de pesos por el confinamiento y las medidas de contención a la crisis sanitaria, a lo anterior se tendría que sumar otros 900 millones de pesos en pérdidas por las marchas y otros conflictos sociales. Guerrero Guadarrama aseguró que el crecimiento del comercio ambulante es otro factor que mantiene en preocupación a los empresarios del Centro Histórico tanto por la competencia desleal como por las afectaciones a la imagen urbana y el riesgo epidemiológico. Con el cierre de las vialidades al tránsito vehicular al primer cuadro como medida de contención sanitaria, e incluso durante muchas de las manifestaciones que se registran todos los días en la ciudad de Morelia, son aprovechadas por los comerciantes para instalarse. Apenas en la última semana del año, durante un plantón que realizaron profesores en las inmediaciones del Congreso, fue aprovechado por una veintena de ambulantes para colocar sus puestos de artesanías, alimentos chatarra y hasta tecnología. Hasta el momento no se han dado a conocer operativos especiales por parte del Ayuntamiento capitalino a uno de los conflictos que han afectado a la capital michoacana desde hace 3 décadas. Una de las principales reglamentaciones que puso la UNESCO a Morelia fue que todos los inmuebles y monumentos se encontraran completamente libres de cualquier tipo de comercio. Fue en diciembre de 1991 cuando la cada vez más famosa Ciudad de la Cantera Rosa fue declarada Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. A partir de entonces ha habido una lucha diaria por parecerse a las ciudades turísticas y ampliamente protegidas por su valor arquitectónico tanto de México como de todo el mundo. Tuvieron que pasar 10 años desde su nombramiento para que, en el 2001, se publicara el primer Bando Municipal que restringió toda actividad de comercio informal de la zona de monumentos. Fue la noche del 5 de junio de ese mismo año cuando inició la incansable tarea de erradicar estas actividades de la zona. En 17 años, más de 3 mil comerciantes, morelianos en su mayoría, fueron reubicados en plazas comerciales, mercados, tianguis y otros espacios, mientras que pequeños grupos nutridos por la llegada de vendedores de otras zonas del país han conformado una sutil resistencia a cualquier intento de las administraciones por poner en orden la zona turística del Centro Histórico.