LA CASA DEL JABONERO | Tribulaciones de un profesor morenista

Raul Morón debe convencer a los electores de que él tiene lo necesario para gobernar a Michoacán, y eso es algo que lamentablemente no se le ha visto a casi nadie.

Jorge A. Amaral

Esta semana se hizo oficial que Raúl Morón es el candidato de Morena a la gubernatura del estado, un sueño muy acariciado por el alcalde de Morelia desde que militaba en las filas del Partido de la Revolución Democrática, recordemos que Silvano Aureoles le quitó la posibilidad de contender en las dos últimas elecciones.

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Ahora el reto que tiene enfrente el candidato es convencer a la ciudadanía de que él es la opción, de que no es otro experredista más que cambió de partido para conseguir una postulación. Morón Orozco debe convencer a los electores de que él tiene lo necesario para gobernar a Michoacán, y eso, estimado lector, es algo que lamentablemente no se le ha visto a casi nadie.

No importa cuántos comerciales se graben, cuántos espectaculares, lonas, pendones, calcomanpias, playeras y afiches se manden imprimir, eso sólo es basura electoral que sirve, a lo mucho, para tener sombra en el patio. Lo verdaderamente importante, y ese es uno de los retos, es que el trabajo que Raúl Morón ha hecho en Morelia se refleje en votos, que el votante promedio, no el morenista ni el allegado al equipo de campaña, sino el de a pie y que no tiene compromiso con nadie, vea buenos resultados en la ciudad y quiera verlos replicados a nivel estatal, sobre todo si consideramos que el profesor tiene buena relación con la cúpula de Morena, donde están, por ejemplo, los exgobernadores Leonel Godoy y Lázaro Cárdenas Batel, cuya cercanía con el presidente de la República puede capitalizarse en más recursos para el estado pero además a ellos les conviene tener un gobernador amigo, porque eso garantiza que a corto y mediano plazo se mantengan congeladas las investigaciones sobre la Presa Francisco J. Múgica y el Teatro Matamoros, por poner dos ejemplos colosales.

Cierto, en Morelia se han hecho mejoras en calles y avenidas, se han rehabilitado tramos de gran afluencia vehicular que Alfonso Martínez dejó hechos un asco, y no importa si el recurso era federal o de donde sea, eso al moreliano no le importa, lo que le interesa es que pueda transitar seguro de que al final del mes no tendrá que estar reparando su carro. Pero claro, aquí entra el pequeño gran detalle de las ciclovías que se han construido en distintas avenidas, porque esos carriles han afectado a los transportistas, que son un sector muy amplio y listo para ejercer el voto corporativo para quien les ofrezca una Comisión Reguladora del Transporte blanda con taxis, combis y camiones, pero férrea e implacable con los operadores de Uber.

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Desafortunadamente para el presidente municipal, la percepción ciudadana dista mucho del optimismo, puesto que a diario se nota cómo el ambulantaje sigue en crecimiento: hasta 200 por ciento desde 2019, según datos de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico recabados por mi compañero Arturo Molina.

Otro detallito que puede complicarle llegar a los votantes no morenistas es el tema de la inseguridad en la ciudad, puesto que los asaltos a cuentahabientes siguen imparables, el robo de vehículos se mantiene sin disminuciones, los asesinatos siguen cometiéndose en todos los puntos de la ciudad un día sí y otro también. Se ve en Morelia una Policía Municipal disminuida, insuficiente para todas las tareas de seguridad. Claro, alguien como Alfonso Martínez podría decir que el Ayuntamiento anterior dejó un estado de fuerza de casi 800 agentes, pero esos elementos fueron formados al vapor por el mismo Ayuntamiento, y eso se traduce en ineficacia para implementar protocolos eficientes o en algo tan básico como el respeto a los derechos humanos. No exagero, métase a bucear en los reportes de la prensa local y verá el amplio historial de abusos de autoridad por parte de los policías morelianos. Pero bueno, mal de muchos, consuelo de tarugos, porque lamentablemente esa situación se replica en casi todos los municipios.

Otra cosa que se podrá rebatir cuando empiece la campaña electoral es el tibio manejo que el alcalde ha dado a la pandemia de COVID-19, porque cuando el gobierno del estado se decidió a cerrar actividades no esenciales, Raúl Morón reviró diciendo que no iba a ser él quien detuviera la economía del municipio, y esa falta de coordinación entre los tres órdenes de gobierno ha resultado bastante cara a la capital del estado, que es actualmente el municipio con más contagios acumulados y el que a diario suma más a la cifra estatal, junto con el otro gran municipio morenista, que es Lázaro Cárdenas.

No es exageración, fíjese cómo a fines del año pasado, mientras los números de la pandemia crecían, el Ayuntamiento se apuró a instalar la decoración navideña. Y ahora, con el Centro Histórico cerrado a la circulación, el primer cuadro de la ciudad se ha convertido en un hermoso escaparate de contagios en el que se ve a miles de personas deambular por las plazas y por la avenida Madero bien a gusto, sin carros. Por eso, hay que admitir, fue atinado ordenar el cierre de negocios a las 19:00 horas, así no hay a qué ir al Centro.

Por otro lado, Raúl Morón tendrá enfrente a los demás partidos, que sabrán capitalizar todas las fallas tanto de su gobierno como del federal, para medir a los morenistas con la misma vara y desacreditarlos aún más ante la opinión pública. A eso hay que sumar la enorme polarización, porque así como hay gente que apoya a Morena sólo por ser el partido de AMLO, hay quienes, justo por esa razón y sin argumentos reales, están listos para escupir ácido.

La elección de este año es crucial en Michoacán, porque definirá el rumbo no sólo del gobierno estatal, sino el destino tanto de Morena como del PRD. Recordemos que el Sol Azteca tiene el ombligo enterrado en Michoacán, que es el único estado donde aún gobierna, y si el PRD pierde la contienda, puede darse por sepultado en el mismo suelo que lo vio nacer. Por otro lado, para Morena significa la ratificación como partido para dejar de ser un movimiento periférico en torno a un personaje. López Obrador ya no será candidato, por eso es que ahora los demás miembros del partido tendrán que jugar con sus propias canicas, y de eso dependerá si Morena se consolida como una fuerza política sólida o si es, como dijo Alejandro Moreno, el líder nacional del PRI, un partido de paso.

En fin, Raúl Morón no la tiene fácil y tendrá que, ahora sí, hacer una campaña inteligente y efectiva, aunque en la política mexicana eso es un sueño guajiro. Al tiempo.

2021, con la resaca de 2020

El año pasado fue complicado en muchos aspectos por las situaciones que ya sabemos, pero este año será determinante porque tendremos que lidiar con la vacuna contra la COVID-19, que llega poco a poco y con abusos de funcionarios que, aprovechándose de su poder desde las oficinas, han pasado por encima del personal médico para vacunarse primero ellos y toda su familia. También está asomándose el regreso a las clases presenciales, si es que el color del semáforo lo permite, y eso dependerá de que ya nos pongamos las pilas y dejemos de actuar como si nuestra vida dependiera de una fiesta, un baile o un jaripeo, como si la vida nos fuera en un centro comercial, en la playa o paseando por el centro de las ciudades.

También hay cambio de gobierno en Estados Unidos, y el gobierno mexicano tendrá que ser muy inteligente para cultivar una buena relación, de cooperación pero sin sumisión, con el próximo mandatario estadounidense, el demócrata Joe Biden.

Este año los municipios michoacanos deberán tener en orden a sus policías, o de lo contrario se darán despidos masivos pues, a la fecha, apenas la mitad de los agentes municipales están acreditados ante la Secretaría de Seguridad Pública. Para ello tendrán que administrar muy bien su gasto si es que quieren cumplir con su obligación en materia de seguridad.

El 2021 se antoja bastante complicado, ya que aún estaremos sufriendo los coletazos de la crisis que inició en 2020, y a ello agreguemos que el poder de los cárteles de la droga aumentó, sobre todo el de Jalisco, que lucha por desplazar a todos los demás.

En fin, 2021 no será más fácil que 2020, pero deseo que este año sus metas se cumplan, que sea de mucha salud, trabajo y prosperidad para todos, que en las elecciones sepamos tomar la mejor decisión, informada y responsable. Miel y leche para todos. Es cuánto.