Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Inicia temporada de calor con altos niveles de contaminación del aire en la ciudad de Morelia. La disminución de la velocidad e intensidad de los vientos, así como la elevada temperatura, derivó en que la única estación de medición del estado operativa, advierta color naranja en la calidad del aire que respiran casi un millón de habitantes. Con indicador de “enfermo”, la estación de monitoreo instalada en el Palacio Municipal de Morelia, marcó un total de 119 ICAS, una cifra que se acercó a los indicadores establecidos en las ciudades incorporadas a la megalópolis y la Ciudad de México y que resulta riesgosa para grupos sensibles como los adultos mayores. Hasta las 11 del medio día y posterior a la tarde, los indicadores se mantuvieron en los mencionados niveles que incluso, entre los registros de la estación se destaca que durante la madrugada los niveles de contaminación pudieron haberse concentrado aún más en la zona centro de la ciudad. El paisaje urbana se ha advertido con una nube de tono gris y café que para las temporadas de calor se ha convertido en un escenario cada vez más cotidiano. Especialistas han advertido que debido a la composición geográfica de Morelia y por la cercanía distintos cerros como límites naturales, la concentración de gases contaminantes genera mayores estragos. Para las 3 de la tarde, con una mayor intensidad de vientos y con mayor temperatura, la misma estación registró indicadores de contaminación “moderada”, y un índice de 76 Índices de Contaminación del Aire (ICA) para la misma zona de la capital. Del resto de las zonas de la ciudad de Morelia, no se conoce las condiciones de la calidad del aire que se respira. De las 3 estaciones de monitoreo que se encontraban operativas hasta el año pasado, únicamente la del Palacio Municipal, ubicada en el Centro Histórico se mantiene completamente operativa, el resto han dejado de repetir información e incluso han desaparecido de los sistemas de monitoreo virtuales. En el caso de la estación de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, si bien se actualiza el sistema en la plataforma digital, no reporta datos de medición de la calidad del aire, presión atmosférica partículas suspendidas. A pesar del crecimiento de la capital del estado, únicamente se cuenta con las mediciones de ambas estaciones de monitoreo en la capital de la entidad y ambas, se encuentran completamente fuera de servicio. Debido a la composición geográfica de Morelia, se deben de contar con más sistemas en diferentes puntos que permitan detallar la calidad del aire en diferentes horarios y en diferentes zonas para tener mejores indicadores. Y más precisos. Lo anterior, es parte de lo acordado con las autoridades ambientales para con transportistas y sociedad civil. En la temporada invernal pasada, los indicadores de contaminación y de Partículas Finas transportadas en el aire, se marcaron en color naranja, un grado antes del rojo que indicaría niveles peligrosos para la salud de los morelianos. Ha trascendido que uno de los puntos en donde se concentra mayor contaminación es el Centro Histórico de esta ciudad. La quema de combustibles maderables, carbón, derivados del petróleo y otros sistemas rudimentarios de calefacción han disparado en años anteriores los niveles de presencia de contaminantes en la capital michoacana, incluyendo las zonas rurales y la zona urbana del municipio. Meses más tarde, durante la temporada de estiaje, en los meses desde febrero hasta mayo, la gran cantidad de incendios forestales provocaron serias afectaciones a la calidad del aire. Durante varios días, los índices de contaminación de Morelia superaron incluso a los índices de la ciudad de México y la Megalópolis, si bien esto estuvo relacionado a los gases generados por la quema de bosques del sur de Morelia, autoridades advirtieron un incremento importante en los niveles de contaminación e impactos a largo plazo a la salud. Morelia es la única ciudad del estado de Michoacán que cuenta con sistemas de monitoreo de la calidad del aire y de detección de partículas suspendidas, pese a lo anterior, los sistemas no se encuentran en las mejores condiciones.